Usted está aquí: domingo 11 de marzo de 2007 Cultura Inusitado mimetismo entre obra y visitante en el Museo del Prado

Muestran la instalación Making time (Haciendo tiempo) de Thomas Struth

Inusitado mimetismo entre obra y visitante en el Museo del Prado

Se incluyen 11 fotografías del artista alemán pertenecientes a sus conocidas series relativas a los espacios museísticos

Subrayan ''ese juego de espejos mientras los espectadores circulan''

MERRY MACMASTERS ENVIADA

Ampliar la imagen En la imagen titulada Arte Pinakothek (autorretrato), se ve el fotógrafo Thomas Struth de espaldas, frente al autorretrato hecho por Durero en 1500, perteneciente a la Pinacoteca en Munich. La fotografía forma parte de la instalación Thomas Struth. Making time, del Museo del Prado, y cuelga junto a otro autorretrato de Durero, propiedad de ese recinto madrileño

Madrid. Desde el pasado 6 de febrero una serie de imágenes extrañas, pero a la vez familiares, se ha infiltrado en las salas del Museo del Prado.

Se trata de 11 fotografías realizadas por el alemán Thomas Struth (Geldern, 1954), pertenecientes a su conocida serie consagrada a los museos, iniciada hace ya casi dos décadas y en la que los protagonistas son las obras y los visitantes de esos recintos. Hace dos años el fotógrafo tuvo la oportunidad de trabajar en el museo madrileño.

Aunque Struth ha mostrado su obra en recintos como el Museo Metropolitano de Arte, en Nueva York, y la Galería de la Academia, en Florencia, para España se trata de una novedad, por ser la primera vez que el Museo del Prado abre sus puertas a tan inusitada exposición.

Si lo hizo mucho tuvo que ver con que la fotografía sea una técnica completamente diferente a la pintura y la escultura. También, porque ''pensamos que contribuye en la búsqueda de lo que pasa en los museos. La ambigüedad de las imágenes reflejadas, ese juego de espejos mientras los espectadores circulan", expresa Lorena Casas, asistente del director del recinto.

Situaciones inverosímiles

La instalación Thomas Struth. Making time (Haciendo tiempo), se completará dentro de unas semanas cuando se abra al público la esperada nueva ala del museo, diseñada por el arquitecto Rafael Moneo. De acuerdo con Casas, se exhibirán los tres trabajos más recientes de Struth: la serie Prado en su totalidad, la que realizó en el Hermitage y la que hizo en Florencia.

El conjunto de fotografías arroja muchas preguntas respecto de, ¿mantenemos la vida de una obra de arte al mirarlo?, y ¿qué pasa cuando miramos a alguien que mira una pieza?

Aunque las fotografías a color, de diferentes tamaños, siempre sorprenden, también se integran perfectamente con su entorno.

Para Casas llama la atención que las fotos encierren la noción barroca de ''una pintura dentro de una pintura", cuya máxima expresión es tal vez La familia de Felipe IV, de Velázquez, mejor conocido como Las meninas. En la foto de Struth un grupo de cinco chicas en ropa escolar, el mismo número que los personajes en el primer plano del cuadro, entran en una especie de mimetismo con la obra. Un compañero, que apunta en un cuaderno, asume sin querer el papel de Velázquez en el cuadro.

En la imagen de Struth también aparece el retrato de la infanta doña Margarita de Austria. En la realidad se encuentran en diferentes salas. ''Los cuadros de Velázquez -explica Casas- necesitan mucho aire. Intentamos poner los dos juntos, pero uno se marea".

Las fotografías de Struth permiten crear situaciones inverosímiles y únicas, como confrontar el cuadro Libertad guiando al pueblo, de Delacroix, perteneciente al Louvre, con Los fusilamientos del 3 de mayo, de Goya. Resulta que Struth se encontraba en Japón donde fotografió unas espadas de samurai, cuyas imágenes se exhiben en una sala dedicada a la cultura helénica y romana, cuando se enteró que estaba en el Museo Nacional de Tokio el afamado cuadro de Delacroix.

De esta manera varias obras de arte, personajes y situaciones se mezclan con la colección del Museo del Prado.

Sólo se ve la cara del espectador

De acuerdo con Lorena Casas, fue durante una visita al recinto madrileño que Struth empezó a pensar en su proyecto, aunque tardó mucho en fotografiar allí.

En un principio se veían las pinturas y las espaldas de los espectadores, pero con el tiempo Struth se volvió menos tímido al grado de que ''ya no se ven las obras, sólo las caras de las personas que miran algo notable", apunta la especialista.

La instalación también incluye un autorretrato del fotógrafo: Struth se ve de espaldas en el Alte Pinakothek, en Munich, observando un autorretrato de Durero (1500). Ahora, la foto cuelga junto al autorretrato del Museo del Prado, que Durero creó en 1498.

Una sala dedicada al Greco alberga una imagen de Las hilanderas, de Velázquez, admirada por una familia que viste los mismos colores del cuadro.

Haciendo tiempo es una instalación sin curador, pues fue montada entre el director, Miguel Zugaza Miranda, Struth y los curadores de las diferentes colecciones, señala Casas. Se podrá ver hasta el 25 de marzo.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.