Usted está aquí: miércoles 7 de marzo de 2007 Opinión Ciudad Perdida

Ciudad Perdida

Miguel Angel Velázquez

Política del odio en escuelas públicas

Punta de lanza de la venganza calderonista

Otra muestra del doble discurso blanquiazul

Primero fue Marcelo Ebrard quien denunció que las autoridades de la Secretaría de Educación Pública no permiten la entrada a funcionarios del Gobierno del Distrito Federal a las escuelas secundarias y primarias de la capital. Ahora es Axel Didriksson, secretario de Educación en la capital, quien puntualiza que desde la dependencia federal se prohíbe efectuar los programas del gobierno local en materia educativa.

¿De qué hablan estos funcionarios? Bueno, pues la cosa es seria porque uno de esos programas es, nada más ni nada menos que el de Mochila Segura, con el que se pretende evitar que niños y jóvenes introduzcan drogas a las escuelas.

En este espacio hemos dicho, tal vez hasta la saciedad, dos cosas: una, que Felipe Calderón tiene como obsesión vengarse de los habitantes del Distrito Federal, y otra, que el doble discurso del Partido Acción Nacional es una de las armas más peligrosas que utiliza para engañar y embaucar a la gente, pero lo que nunca pensamos es que lo pudiéramos demostrar fehacientemente, conjugadas en un solo hecho, y que el instrumento para tal despropósito fuera la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal.

Durante lo que va del año, esa dependencia prohibió que el operativo del Gobierno del Distrito Federal Mochila Segura se aplicara; no obstante, exhibió, apenas el miércoles 28 de febrero, un panorama sobre la drogadicción en las escuelas secundarias de esta ciudad, que sonó alarmante.

Culpó al Gobierno del DF de tener calles oscuras, por ejemplo, que, señaló, alientan el narcomenudeo, pero se abstuvo de aclarar que fue desde la propia SEP desde donde se reventó el programa más exitoso de la administración actual en contra del narcomenudeo en los planteles de educación media básica.

La historia empieza muy temprano en el año, el 7 de enero, para más señas. Con esa fecha, el director operativo número cinco de la Coordinación Sectorial de Educación Secundaria de la SEP dirigió un oficio, para su "difusión inmediata", al inspector general de la Zona Escolar LIX, para que no se permitiera la "implementación del operativo (Mochila Segura) en las escuelas, de lo contrario, se procederá a la aplicación de las sanciones correspondientes".

Con el discurso cínico, tan propio de los azules y tan bien utilizado por las huestes de Elba Esther Gordillo incrustadas en la SEP, el administrador federal de los Servicios Educativos del DF, Luis Ignacio Sánchez Gómez, dijo al poner en marcha el Programa Escuelas Seguras, de la dependencia federal, que la drogadicción, que la inseguridad no nace en las escuelas, sino que "entra en ellas", pero según la documentación obtenida por Ciudad Perdida, ese mismo funcionario es el que prohibió que el operativo del gobierno de la ciudad se efectuara.

Y no es todo, este funcionario, que según nos cuentan se ufana de haber obtenido la cartera gracias a un acuerdo entre Elba Esther Gordillo y el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, dijo que se requiere de la "colaboración cercana" de las autoridades capitalinas, "pues hay que sumar (a la venta de droga) la deficiencia en el servicio de alumbrado público, la obstrucción de pasos peatonales (por ambulantes)" en el entorno de las escuelas, aunque en el oficio citado, del 7 de enero, se dice que este personaje "no ha dado autorización para el desarrollo de las actividades del Programa de Control al Narcomenudeo y Consumo de Drogas en las escuelas de educación básica de la capital".

Para febrero 12, en el oficio D.O. 5/2338/2006-2007, el inspector general de la Zona Escolar LIX advierte: "Por indicaciones de la Administración Federal de Servicios Educativos, le instruyo para que supervise la instrucción de no permitir el acceso a planteles educativos a su cargo al personal de las diferentes delegaciones del Distrito Federal, a realizar el Programa 1, 2, 3 por mí y por la seguridad en mi escuela, el cual forma parte del operativo Mochila Segura, en relación al Programa del Combate al Narcomenudeo y Consumo de Drogas en las Escuelas de Educación Básica".

El caso que narramos tiene que ver con las secundarias de las delegaciones Alvaro Obregón, Cuajimalpa y Magdalena Contreras, por tanto, no podríamos decir que se trata de una medida para todas las secundarias de la capital, pero tampoco tenemos ningún dato que nos diga lo contrario.

Lo que sí queda claro es que en un problema tan grave como el del narcomenudeo en las escuelas secundarias, no se vale entorpecer, con medidas de política barata, dignas de regímenes de odio, los esfuerzos por combatir el fenómeno, y luego decir que se lucha en su contra. La venganza no es buena consejera. ¡Deberían saberlo, y muy bien, en la SEP! ¿O no?

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