Usted está aquí: martes 6 de marzo de 2007 Cultura La dicha pública y la infelicidad íntima, temas de la única pieza teatral de Gabo

Tributo de Italia con el montaje de su Diatriba de amor contra un hombre sentado

La dicha pública y la infelicidad íntima, temas de la única pieza teatral de Gabo

CARLOS PAUL

La primera y única obra de teatro, conocida hasta el momento, escrita por Gabriel García Márquez lleva por título Diatriba de amor contra un hombre sentado.

Se trata de un monólogo-diálogo interminable, tenso, poético y evocador sobre la dicha pública y la infelicidad íntima, sobre el paralelismo entre el ascenso social y el crecimiento del desamor.

Con la escenificación de esa obra en mayo próximo, en varias ciudades de Italia, se rendirá homenaje al narrador colombiano en ese país con motivo de su cumpleaños 80, sus 60 como escritor, 40 de Cien años de soledad y 25 de haber recibido el Nobel de Literatura.

El punto de vista del autor queda establecido desde la primera línea, en voz del personaje de Graciela, cuando dice: ''¡No hay nada más parecido al infierno que un matrimonio feliz!''

En cierta ocasión, reproducido en el espacio virtual Mundo teatral, el propio García Márquez explicó: ''El drama transcurre en Cartagena de Indias, con 35 grados a la sombra y 90 por ciento de humedad, después de que Graciela regresa con su marido de una cena informal, casi al amanecer de un 3 de agosto. Se ve pálida y trémula pero mantiene el dominio fácil de quien está más allá de la desesperación''.

Y allí mismo, amaneciendo el día de sus bodas de plata, comienza un balance minucioso y apasionado de 25 años de vida en común. Desde los comienzos en la miseria de los pantanos, repudiados por sus familias, pero felices porque no tenían nada que desear, ''al revés de ahora que nos sobra de todo menos el amor'', dirá Graciela.

Estreno en La Habana

Diatriba de amor contra un hombre sentado se estrenó en diciembre de 1988 en La Habana, con la actriz argentina Graciela Duffau, bajo la dirección de Hugo Urquijo, aunque para ambos creadores todo comenzaría dos años antes, en 1986.

La actriz participaba en el Festival de Cine de La Habana y de manera paralela presentaba ante el público su espectáculo La Maga. Allí fue a verla García Márquez y le entusiasmó el trabajo de Duffau.

Días después -de acuerdo con el espacio virtual Mundo teatral- García Márquez invitó a ambos a su casa y les confió: ''Hace 30 años ronda mi cabeza la imagen de una mujer dándole a su marido una cantatela de un día entero, al cabo del cual lo quema vivo". Al ver La Maga ''decidí que la historia debía ser contada teatralmente''.

En agosto de 1988, para el diario Clarín, Gabo anticipó: ''Esta obra es un ensayo sobre la desgracia de la felicidad''.

Entre las actrices que han interpretado el personaje de Graciela, figura la cubana Daysi Granados, dirigida por Pastor Vega y la colombiana Laura García.

En su momento, esta última comentó en una entrevista. ''García Márquez me contó que la había querido escribir porque cuando era joven -tal vez cuando vivía en Barranquilla-, por una ventana vio a una mujer que estaba echándole cantaleta al marido. Y el tipo, como que de pronto se dormía y después se despertaba. El escritor volvió a pasar por allí seis horas después y la mujer seguía igual. En ese momento pensó: 'Algún día tengo que escribir esto, porque es maravilloso'".

Los márgenes de libertad, a discusión

En otro momento, el reconocido creador escénico cubano Pastor Vega, con motivo de su participación en la versión 31 del Festival Internacional Cervantino, en entrevista con este reportero, daría su visión sobre Diatriba de amor...

Su magnífico texto teatral va más allá de la complejidad en una relación de pareja, pues ''lo que está a discusión son los márgenes de la libertad''.

Aquí ''una pareja es presa de las convenciones que han coartado la realización individual y colectiva, en las que imperan la hipocresía, la doble moral y las tradiciones. El texto es más una búsqueda de las cuestiones que coartan esas libertades, las cuales no sólo tienen que ver con la sexualidad, sino también con situaciones histórico-sociales''.

García Márquez ''hace referencia a todas las sociedades que persiguen más la ganancia económica individual que el bienestar humano".

En el monólogo ''no existe un discurso feminista, eso sería una disminución temática respecto de los problemas históricos y sociales de la infelicidad humana. En el texto está muy claro que las actuales relaciones sociales impiden que el amor se realice, pues en búsqueda de un determinado estatus económico se aplasta y traiciona.

''Además de ser una pieza poética magnífica, el texto está lleno de irreverencias y enfrentamientos a esas estructuras de subordinación, y sobre todo desmenuza la doble moral que inicia en la primera frase: '¡No hay nada más parecido al infierno que un matrimonio feliz!'"

La obra ha sido traducida al inglés por el colombiano Miguel Falquez-Certain.

García Márquez es más reconocido como escritor y guionista que como dramaturgo. Sin embargo, se sabe que su gusto por el teatro está latente, de hecho, contaría Laura García que hace tiempo estando en su casa en México el escritor dijo: ''Bueno, ahora hay que hacer la contraparte, ¿no? El marido hablando de la mujer.

''El pensó en escribir y hablamos -dijo la actriz-, pero finalmente esto no se dio, ya que es una persona muy ocupada en sus novelas y memorias."

Muchos serían los creadores escénicos que verían con agrado el regreso de García Márquez al teatro.

 
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