Usted está aquí: miércoles 28 de febrero de 2007 Espectáculos Casa de muñecas, lucha de un individuo por emanciparse de una corporación: Cordero

La pieza se escenifica en el teatro Julio Castillo, del Centro Cultural del Bosque

Casa de muñecas, lucha de un individuo por emanciparse de una corporación: Cordero

ARTURO CRUZ BARCENAS

El pasado viernes se estrenó la obra de teatro Casa de muñecas (Hipnódromo) MR, Teatro sin Cuerpo, inspirada en la pieza escrita por Henrik Ibsen, a la que el director José Antonio Cordero lleva a un punto crítico: "Estoy cansado, como espectador, de ver obras de autores clásicos y encontrar versiones historicistas. Me interesa el teatro contemporáneo, en el cual se trabaja un texto y se le pregunta a éste qué tiene que ver con el mundo contemporáneo".

En Casa de muñecas, precisó, "me interesó el sentido de emancipación del personaje de Nora, interpretado por Mariana Gajá, pero no en el sentido social de emancipación tradicional femenina, sino de un individuo ante una institución pesada que la juzga y la sentencia; en este caso, la institución familiar. Nosotros la extrapolamos y hablamos de una corporación de entretenimiento.

"En mi adaptación, Nora no sólo es el personaje, sino una actriz que se llama igual, Nora, y está atrapada por una corporación de entretenimiento, en el sentido laboral. Es la lucha de un individuo, en este caso una actriz, de una creadora, contra una corporación", añadió.

Presencia de un gran sometimiento

Ibsen, agregó Cordero, "tiene gran fuerza para expresar todo esto. Pareciera que es clarividente; tiene muchísimas premoniciones. No sólo habla de la emancipación femenina, por lo cual se hace famoso en 1857. Previó lo que sucedería en el siglo XX. Hoy yo noto un gran sometimiento de los espectadores ante las corporaciones de entretenimiento, como Televisa, Tv Azteca, Telemundo o los estudios hollywoodenses, que nos tratan como clientes, como consumidores.

"Me refiero no sólo al cine, sino a la televisión y al teatro. Hay corporaciones teatrales que hacen lo mismo: ponen obras casi de maquila. El problema no es sólo que tengan éxito comercial, lo cual me parece fabuloso para la disciplina teatral en sí misma, sino el resultado, que es que estos espectáculos siguen un canon: el realismo.

"Casa de muñecas significa un parteaguas en la historia de la dramaturgia. Hoy día estamos sometidos a una idea de realismo. Cada vez que se habla de una telenovela se dice que es muy realista, o de una nueva película mexicana que trata un tema con sordidez, se dice que es realista."

Concluyó: "El sentido de la palabra realista se ha perdido, devaluado, y se ha estirado demasiado. La televisión influye mucho. Ludwik Margules, mi maestro, lo decía de manera peyorativa: eso de ser naturalito, cuando la fuerza de una escena no tiene nada que ver con la realidad".

Casa de muñecas, añadió, es considerada la primera tragedia moderna. "Nora es víctima ya no de un desorden cósmico, sino de un desorden social que para ordenarse requiere de leyes tajantes. No se puede falsificar una firma, no se puede pedir prestado dinero sin la autorización del marido... todas estas leyes que la obligan a transgredir para salvar a su propio marido".

Teatro de señalamiento

Niega que se trate de un teatro para hacer conciencia. "Es de señalamiento. Debe hacerse una crítica sobre el teatro mismo. Casa de muñecas no es una obra de difícil lectura; estoy trabajando en todos los tonos, por eso los actores que elegí pueden laborar en cine, televisión y teatro. La puesta comienza como una proyección fílmica, por eso lo del hipnódromo, que representa una corporación de entretenimiento, la cual es una paráfrasis.

"Hace tres años me pregunté cómo sería el teatro ya no del futuro, como de ciencia ficción, sino el próximo. Me refiero al espacio teatral, cuando ya la multimedia ha invadido al teatro, cuando estamos acostumbrados inclusive a la webcam -cámara para enviar fotos o imágenes, o para tener un contacto en línea o videoconferencia-. Por eso lo del hipnódromo, que es una especie de encierro; es en este caso una casa de muñecas formada con pantallas.

"Hay versiones fílmicas de la obra de Ibsen, en una actúa Marga López. La imagen se corrompe, como si fuera una falla de señal y pasamos a un circuito cerrado de televisión, y es como si fuera una telenovela, un teleteatro. Hasta que la caja se rompe, se derrumba y vemos a los actores", añadió.

Casa de muñecas (versión libre sobre la obra de Ibsen) se representa en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, con el apoyo de México en Escena, Coordinación Nacional de Teatro INBA, Fonca, Museo Deseo y Another Company. Actúan: Mariana Gajá, Arturo Ríos, Alejandro Navarrete, Laura de Ita, Mercedes Hernández y Danáe Reynaud. Funciones: jueves y viernes, 20 horas; sábados, 19, y domingos, 18 horas. Localidad: 150 pesos, descuento a estudiantes, maestros y trabajadores del INBA. Jueves, Todos al Teatro, localidad: 40 pesos. Concluye temporada el primero de abril.

 
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