Usted está aquí: martes 27 de febrero de 2007 Cultura José Agustín recurre a lo histórico para dar seguimiento a pasiones más concretas

Presentó Armablanca, segunda entrega de una trilogía, en el Palacio de Minería

José Agustín recurre a lo histórico para dar seguimiento a pasiones más concretas

ARTURO JIMENEZ

Tómese ''prestado'' el contexto social del movimiento estudiantil de 1968, la figura de José Revueltas (José Cordero) como un viejo y brillante escritor perseguido por apoyar a los estudiantes, la ''armazón'' de la historia en la película Casablanca (pero con personajes muy diferentes), la presencia fundamental de la trova yucateca y la vastedad de la gastronomía.

Mézclense y guísense esos cinco ingredientes y otros más y tendrá la novela Armablanca. Eso es lo que hizo el escritor José Agustín, quien junto con su colega y crítico literario Ignacio Trejo Fuentes presentó su nuevo trabajo en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

En Armablanca (Planeta) el autor de La tumba buscó explorar las relaciones entre los grandes acontecimientos sociales y el individuo, aunque enseguida aclaró que lo histórico es más bien un escenario para darle seguimiento a pasiones más concretas.

Del personaje José Cordero (José Revueltas), el narrador dijo que se trata de un punto de vista personal, no de un retrato fiel a la realidad. Eso sí, señaló que Revueltas supo ver la profundidad e importancia del movimiento estudiantil.

Es una novela en la que el autor de Ciudades desiertas trató de crecer estilísticamente y apostarle a la sencillez narrativa, sin artificios, en favor de la universalidad.

Deuda del autor con una generación

En el auditorio Bernardo Quintana, lleno sobre todo de jóvenes, José Agustín leyó el capítulo ''La canción de La boda sigue y sigue'', en la que el protagonista, Dionisio, es plantado por Carmen, su novia, el día de la boda.

Sin vender la trama, Ignacio Trejo Fuentes hizo varios aportes para ubicar la nueva novela de José Agustín:

''Armablanca me parece, de entrada, una deuda que el autor debía pagar a una época, a una generación, la de los años 60 en este país. La historia que se nos cuenta se desarrolla en esos días, esencialmente en el 68. Pero ojo, no es una más de las novelas sobre el movimiento estudiantil, es decir, no es una novela 'tlatelolca'. Los hechos aparecen, sí, pero no como lo fundamental, sino como telón de fondo. Lo verdaderamente importante, lo que conmociona, es el intrincado nudo de conflictos íntimos que ahoga a los personajes: aunque éstos hayan sido arrastrados ahí por motivos sociales, políticos, lo que se impone es lo humano.''

Trejo Fuentes hizo un llamado a leer Armablanca, escrita, dijo, con las mejores herramientas de José Agustín.

''Persisten su desparpajo, su excelente humor, la engañosa facilidad para contar cosas, sus soberbios albures (cualidad particular que Trejo le envidia a su amigo), sus maravillosos juegos de palabras, sus deliciosos pasajes eróticos, casi pornográficos; pero ante todo, la maestría en la utilización del lenguaje, de los planos técnicos para poner cada cosa en su sitio. Sí, José Agustín es, ha sido siempre, un maestro en el difícil compromiso de construir novelas, y Armablanca es prueba de ello: técnicamente es impecable.''

Armablanca es la segunda entrega de una trilogía planeada por José Agustín. La primera novela es Vida con mi viuda y la tercera saldrá en un par de años.

 
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