Usted está aquí: domingo 25 de febrero de 2007 Política Calderón exalta el papel de la CTM como parte del ''nuevo sindicalismo''

La central obrera priísta recibe al Presidente entre aclamaciones y halagos

Calderón exalta el papel de la CTM como parte del ''nuevo sindicalismo''

Inaugura otra ''etapa de entendimiento'' con la central obrera para trabajar ''sin descanso''

CLAUDIA HERRERA, CAROLINA GOMEZ

Ampliar la imagen El dirigente nacional cetemista, Joaquín Gamboa Pascoe, da la bienvenida al presidente Felipe Calderón, a su llegada a esa central Foto: José Antonio López

Lejos de recibir abucheos, como su antecesor Vicente Fox, el presidente Felipe Calderón fue arropado por la Confederación de Trabajadores de México (CTM) con porras y halagos, a lo que el mandatario federal correspondió exaltando el papel de la añeja central como parte de ''un nuevo sindicalismo''.

En la alianza con el sindicalismo oficialista del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Presidente hasta reconoció que inició su gobierno con ''acciones pequeñas'', como el decreto de austeridad, pero estableció un compromiso firme con ''millones de trabajadores'' representados y los llamó a llegar a acuerdos, aunque en este punto se mostró cauteloso, porque eludió hablar de la reforma laboral.

Con las fotografías monumentales de Joaquín Gamboa Pascoe (actual dirigente cetemista) y de sus predecesores, Leonardo Rodríguez Alcaine y Fidel Velásquez, como escenografía del auditorio Fernando Amilpa, de la CTM, el mandatario panista inauguró lo que calificó de ''nueva etapa de entendimiento'' con la confederación, la cual quedó sellada con alabanzas mutuas y promesas de trabajar ''sin descanso''.

Aunque Gamboa Pascoe -a quien Calderón llamó ''don Joaquín''- ya le había dejado en claro al Ejecutivo que ''nosotros somos del PRI'', en los hechos no se notó la diferencia de la afiliación partidista del Presidente y de los líderes y afiliados a la central obrera.

En la ceremonia, trabajadores acarreados de diversos estados, ataviados con camisetas verde, blanco y rojo, con lo que daban un toque priísta al acto, hicieron retumbar el auditorio con los gritos de respaldo al panista. ''La CTM siempre está con el presidente; Calderón, amigo, la CTM está contigo; duro, duro, y sí se puede'', se escuchó en diversos intervalos, durante la hora que duró el acto.

Así, en la misma semana en que el gobierno federal rechazó las peticiones de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), de otorgar un aumento de emergencia, decisión oficial que Gamboa Pascoe convalidó el viernes pasado, al señalar que esas medidas sólo disparan los precios, el panista michoacano acudió a la celebración del 71 aniversario de la central obrera para exaltar que esa organización sindical privilegia la unidad a las diferencias.

La recepción fue diferente a las dos difíciles jornadas que vivió Fox. La primera, en 2001, cuando en el mismo auditorio lo recibieron con los gritos de ''¡Huelga sí! ¡Huelga sí!'', y ''¡Juárez, Juárez, Juárez...!, y en 2004, cuando el guanajuatense, el entonces secretario del Trabajo, Carlos Abascal, y el dirigente de la central, Leonardo Rodríguez Alcaine, fueron abucheados en el momento que exponían los ''avances'' en materia económica, laboral y social.

Ayer, en el presidium estaban los secretarios de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña; del Trabajo, Javier Lozano; los directores del IMSS, Juan Molinar Horcasitas; del Infonavit, Víctor Borrás, y de Fonacot, Arsenio Díaz Escalante.

También se encontraba todo el comité ejecutivo de la CTM, secretarios generales sustitutos, líderes de gremios de industria y federaciones estatales, en lo que es considerada la reunión de mayor presencia en el año para esta central. Uno de los grandes ausentes fue Carlos Romero Deschamps; en su representación acudió Antonio Barajas Velarde, secretario de Organización, Estadística y Promoción Sindical del gremio petrolero.

''Estoy muy contento''

A su llegada, Calderón se entusiasmó tanto con la recepción, que con cada aplauso y porra se ponía de pie, se colocaba la mano en el pecho y saludaba a las declaradas huestes priístas que ahora aclamaban al panista. ''Estoy muy contento, me da mucho gusto que mi primera visita a la sede de una organización obrera sea precisamente a la central de mayor presencia en el país'', exclamó.

Con ello inició un discurso en el que resaltó que respetará la autonomía sindical, la contratación colectiva y el derecho de huelga de los trabajadores. Aunque también dio respuesta a Gamboa, que antes había hecho un comentario puntilloso. El cetemista, si bien elogió las medidas tomadas por el gobierno en materia de seguridad, también le pidió un sexenio de ''paso que dure y no tranco que canse'', al parecer en alusión al reciente señalamiento del Presidente de que parecía que llevaba siete años de gobierno.

''Y a propósito, don Joaquín, yo sé que los trabajadores de México trabajan (sic) sin descanso y luchan por sus derechos sin descanso. Por eso, mientras ustedes no se cansen, yo no me canso, seguiré adelante.''

Tampoco perdió oportunidad para advertir a los representantes del sindicalismo surgido hace 71 años que el único instrumento para generar empleos es la inversión, y por eso estableció que la única obligación del gobierno es asegurar que México sea precisamente uno de los destinos de inversión más importantes del mundo. Recordó inclusive que cuando nació la CTM, y todavía hasta hace muy pocos años, las economías estaban cerradas; por eso insistió en que hoy los puestos de trabajo se tienen que ''pelear palmo a palmo'' en una abierta competencia con todas las naciones del mundo.

Antes, Gamboa Pascoe insistió en que la Confederación de Trabajadores de México es el organismo obrero con ''mayor presencia'' en el país, e hizo hincapié en que en ella se respetan las leyes y las instituciones.

En cuanto a la labor de Calderón, en lo relacionado con la generación de fuentes de trabajo, el priísta alabó el Programa del Primer Empleo, lanzado hace algunas semanas por el mandatario, y criticó a los sectores que demeritan dichos esfuerzos bajo el argumento de que con esquemas como el descrito no se resolverá el problema de la desocupación.

También estableció la línea de los agremiados, al afirmar que los trabajadores más que política quieren trabajo, y sobre esa base pidió al gobierno ''salarios justos, respeto a la autonomía sindical y a la contratación colectiva''.

Después, durante la intervención de su invitado -y a diferencia de lo ocurrido en 2004-, Gamboa Pascoe no tuvo que proferir advertencias a los sindicalistas ni hacer llamados al orden.

Por el contrario, al concluir la ceremonia, una vez que Calderón abandonó el recinto el dirigente tomó el micrófono e hizo un reconocimiento al comportamiento de los trabajadores. ''Han actuado en una forma extraordinaria, cetemistas''.

 
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