Usted está aquí: viernes 23 de febrero de 2007 Espectáculos Murió Julio Pliego, conciencia visual del México moderno

"Lo único que he hecho es guardar, filmar y difundir la luz de la memoria", decía

Murió Julio Pliego, conciencia visual del México moderno

Lo recuerdo con una cámara en la mano. Era un hombre libre y austero, señala su hijo Tomás

JORGE CABALLERO

Ampliar la imagen Julio Pliego durante una entrevista con La Jornada en 1997, cuando se le entregó el Premio Nacional de Periodismo Foto: Cristina Rodríguez

La noche del miércoles murió en su departamento de la colonia Condesa el cinedocumentalista Julio Pliego, creador de una monumental obra fílmica que recogió/testimonió los principales movimientos sociales y culturales desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días, por lo que se le conocía como la conciencia visual del México moderno. De su obra, Julio Pliego opinaba: "Lo único que he hecho es guardar, filmar, difundir la luz de la memoria, un trabajo que me ha dado en sí mismo una gran satisfacción", confesó a La Jornada, en junio de 1997 cuando se le otorgó el Premio Nacional de Periodismo por su serie La luz de la memoria, que se trasmitió en Canal 22.

En entrevista, su hijo Tomás, diputado perredista en la actual Asamblea Legislativa del Distrito Federal, informó: "murió a los 84 años como él quería, sin darse cuenta, de un infarto masivo. Trabajando, lo encontramos al lado de su computadora encendida, su té de prodigiosa, algunas anotaciones, libros y La Jornada abierta. Era un tipo excepcional: honesto, sencillo, trabajador, tolerante, caballeroso".

La obra documental de Julio Pliego, filmada en su mayoría en formato de 16 mm, es calificada como invaluable, dotada con su mirada crítica y progresista: es el registro de 1973 a 1986 de los movimientos sociales más sobresalientes, sobre todo de la insurgencia obrera y movimientos populares; Entre sus trabajos se encuentran Días terrenales, testimonio de José Revueltas, (1994); El Palacio Negro de Lecumberri 1900-1976 (2000-2001); Historia del toreo en México (2002); Juan José Arreola. El ingenioso juglar de Zapotlán el Grande. 1918-2001 (2002), y Silvestre Revueltas. "...tan herido por el cielo y los hombres" 1899-1940 (2004). Además destacan los trabajos que realizó para el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En otra declaración de la entrevista referida, el cinedocumentalista también reveló: "Como una manera de militancia, filmé los movimientos sociales, las huelgas, los mítines, las marchas, las manifestaciones, los movimientos de los electricistas, de los nucleares, los de la Tendencia Democrática, el MAP. En fin, una diversidad muy amplia de materiales que puede dar mucha luz en la memoria. Ese material me interesa sacarlo, difundirlo, pero no con un propósito arqueológico sino como una manera de reflexionar sobre nuestro presente, que sea el rescate de una memoria que conmueve, remite, actualiza muchos recuerdos y confronta con la actualidad."

Discípulo de Manuel Alvarez Bravo

Nacido el 22 de enero de 1928 en Tenancingo, estado de México, Julio Pliego despertó su sensibilidad para registrar su entorno al lado de Manuel Alvarez Bravo. Se formó como editor, fotógrafo y guionista en un grupo de cineastas independientes. Del cine experimental, a principio de los años 70, derivó al cine documental con una inquietud político social que definó su obra.

El asambleísta, hijo también de Paquita Calva Zapata, mencionó: "era un hombre muy intenso, era muy difícil no tener un debate político en la mesa, era muy crítico de la política y los políticos. En alguna de las marchas en contra del fraude electoral a Andrés Manuel López Obrador me acompañó y me dijo: 'No vengo a filmar, vengo a denunciar el pinche fraude'; estaba profundamente indignado de ver cómo se repetía la historia de engaños al pueblo mexicano. Lo recuerdo con una cámara en la mano y como un maestro. Era un hombre totalmente libre, autónomo, austero, vivió los últimos 30 años de su vida en su departamento de la Condesa rodeado de latas de película, libros, discos, una moviola y su cámara de cine con la que filmó toda su obra. Nunca lo vi desanimado siempre estuvo lleno de proyectos... El mismo miércoles estuvo concretando cosas con el director de TV UNAM, estaba preparando un documental de la historia del Toreo en México".

Tomás Pliego agregó: Hace un año y medio me dijo que necesitaba un millón y medio de pesos porque "quiero pasar todas mis películas a dvd", porque él ya no editaba en la moviola, se había comprado una computadora para hacerlo, estaba más vivo que muchos vivos.

Julio Pliego también fue profesor en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos y asesor de diversos trabajos en éste género. Su archivo personal es uno de los más importantes de nuestro tiempo; además fue miembro honorario de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas y era presidente de la Asociación de Documentalistas de México, AC

 
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