Usted está aquí: domingo 18 de febrero de 2007 Opinión 57 Edición de la Berlinale Otra vez, unos premios controvertidos en Berlín

Leonardo García Tsao

57 Edición de la Berlinale Otra vez, unos premios controvertidos en Berlín

Ampliar la imagen La actriz Yu besa el Oso de Oro que sostiene Wang Quan-an, director de la cinta El matrimonio de Tu Ya, ganadora en la edición 57 del Festival Internacional de Cine de Berlín Foto: Reuters

Berlín, 17 de febrero. De nueva cuenta se confirma en un festival internacional que los criterios del jurado pueden ser radicalmente diferentes a los de la prensa. Si bien la película china Tu Ya de hun shi (El matrimonio de Tu Ya), de Wang Quan-an, fue bien apreciada cuando se proyectó al comienzo del festival, pocos calculaban que resultaría la ganadora del Oso de Oro (en esto hubo una coincidencia con el jurado ecuménico, que también le dio su reconocimiento).

Sin embargo, la mayor sorpresa ha sido el par de Osos de Plata -gran premio del jurado y el premio al mejor actor (Julio Chávez)- para la argentina El otro, de Ariel Rotter, cuando la reacción de la prensa fue más bien de fatiga ante la reiterada propuesta del cine de ese país por el relato desdramatizado, estéticamente minimalista. Sin duda, la participación argentina vuelve a sobresalir en la Berlinale, después de los premios conseguidos aquí en años anteriores por El abrazo partido, de Daniel Burman, ganadora en las mismas categorías, y El custodio, de Rodrigo Moreno (también protagonizado por Chávez, por cierto).

No hay objeciones en cuanto al premio de mejor director para Joseph Cedar, de la israelita Beaufort, tenso y bien llevado relato anti-bélico, y hasta podría argumentarse que la atractiva Nina Hoss, ganadora del premio a mejor actriz, contribuía en lo poco de misterioso que podía encontrarse en la soporífera Yella, del alemán Christian Petzold. Pero realmente el presidente del jurado Paul Schrader y el actor Willem Dafoe se vieron demasiado habilidosos en eso de conseguirle un premio a sus paisanos, en este caso un Oso de Plata a "una sobresaliente contribución artística" al reparto de Un buen pastor, de Robert De Niro.

Aunque es tradicional que la industria hollywoodense no se vaya de Berlín con las manos vacías, esta vez su representación fue bastante pobre, entre los latazos complementarios de El buen alemán y El buen pastor, de Steven Soderbergh y De Niro, respectivamente, la irrisoria Bordertown, de Gregory Nava, y la independiente When a man falls in the forest, de Ryan Eslinger, que recibió la calificación más baja de la prensa.

Irónicamente, la única aportación hollywoodense realmente extraordinaria, Cartas desde Iwo Jima, de Clint Eastwood, no fue elegible a premio alguno al participar fuera de competencia. (Nomás para establecer que la edad es un asunto relativo, Eastwood a sus 76 años brindó una de las visiones más frescas del festival, mientras Eslinger, con 50 menos, una añeja colección de lugares comunes.)

Otros premios discutibles fueron el Oso de Plata al británico David Mackenzie, por el uso de la música en su película Hallam Foe, y el premio Alfred Bauer para Soy un cyborg pero está bien, del coreano Park Chan-wook, por "un trabajo de particular innovación" (misma que el jurado no se molestó en especificar). Mucho más meritorias habían sido la coproducción austriaca-alemana Los falsificadores, de Stefan Ruzowitzky, y la francesa Los testigos, de André Téchiné, ambas favoritas de la prensa... aunque no ganaron ni un premio de consolación.

Quizá el ejemplo más claro de qué tan contrarias pueden ser las opiniones fue el de Irina Palm, la coproducción belga-alemana-luxemburguesa-británico-francesa dirigida por un tal Sam Garbarski, que quien esto escribe ni siquiera consideró digna de mención. La elemental comedia sobre una abuela (Marianne Faithfull) que, para pagar los gastos médicos de su nieto, entra a trabajar haciendo puñetas anónimas a los clientes de un sex-club londinense, fue la sensación entre la prensa alemana que agradeció algo ligero en medio de tanta solemnidad. No sorprende entonces que el jurado del diario Berliner Morgenpost le haya dado su premio, mientras otros periodistas locales mencionaban a la inexpresiva Faithfull como candidata al premio de actuación femenina, y a la película misma para el Oso de Oro. (En todo caso, la Palma de Oro hubiera sido más apta, dado el tema). Pero, una vez más, el jurado no estuvo de acuerdo.

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