Usted está aquí: miércoles 14 de febrero de 2007 Mundo Petróleo venezolano para los pobres en EU provoca debate entre políticos

Congresista de Florida cuestiona a Joseph P. Kennedy su apoyo al "presidente comunista"

Petróleo venezolano para los pobres en EU provoca debate entre políticos

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen El Senado estadunidense confirmó mediante votación simple la nominación de John Dimitri Negroponte, de 67 años, como número dos del Departamento de Estado. Ayer se presentó el funcionario en sus nuevas oficinas, acompañado de la titular de la diplomacia de Estados Unidos, Condoleezza Rice Foto: Ap

Nueva York, 13 de febrero. Aparentemente, el envío de combustible para calefacción de un país latinoamericano a comunidades pobres estadunidenses ­incluidos cientos de pueblos indígenas­ es una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.

En lo que probablemente es una expresión sin precedente de solidaridad desde los países del sur a Estados Unidos, la empresa petrolera CITGO, subsidiaria de la estatal venezolana PDVSA, está redoblando su esfuerzo del año pasado y entregará más de 100 millones de galones de combustible para calefacción con un 40 por ciento de descuento sobre el precio al mayoreo durante este invierno a más de 400 mil hogares pobres en 16 estados de Estados Unidos.

Comunidades pobres en Nueva York --donde fue estrenado el programa de este invierno con la primera entrega en noviembre­, Boston y varias ciudades y zonas rurales más, junto con 163 comunidades indígenas (entre ellas unas 150 en Alaska) se benefician con el programa y cada hogar obtiene en promedio unos 200 galones de combustible con 40 por ciento de descuento. El programa se lleva a cabo en asociación con varias organizaciones sociales y de apoyo comunitario, entre las más importantes la Citizens Energy Corporation, una entidad sin fines de lucro encabezada por el ex representante federal Joseph P. Kennedy II, miembro de la famosa familia política.

Pero esto ha espantado a varios legisladores. Ayer el representante por Florida, Connie Mack ­quien representa intereses anticastristas y un feroz crítico de Chávez en el Congreso­, envió una carta a Kennedy en la cual denunció su apoyo al "presidente comunista" de Venezuela, y le solicitó dejar de transmitir anuncios de televisión que elogian al "hombre más peligroso del hemisferio".

El "enemigo jurado"

La carta de Mack a Kennedy inicia así: "El presidente comunista de Venezuela, Hugo Chávez, es enemigo jurado de Estados Unidos. Es por ello que no hay absolutamente ninguna excusa para que usted lo elogie en comerciales de televisión y entrevistas con los medios por cualquier motivo". La carta recuerda que "hace más de 40 años, su tío, el presidente John F. Kennedy, habló de los peligros del comunismo en el hemisferio occidental y las amenazas representadas por Fidel Castro... Eso es vigente hoy", añade.

Mack acusa que Chávez otorga combustible de calefacción a bajo precio, "no para ayudar al pueblo estadunidense, sino para explotar a sus apologistas en nombre de las relaciones públicas. Tristemente, usted ha optado por participar en esta charada, incluso cuando él sigue atacando a Estados Unidos, a nuestros líderes y a los amantes de la libertad en todas partes". Sostiene además que Chávez ha buscado "destruir las esperanzas y sueños del pueblo venezolano y desestabilizar la libertad, la democracia y los intereses de Estados Unidos en el hemisferio occidental". Concluye que "millones de estadunidenses entienden que Hugo Chávez es el hombre más peligroso del hemisferio occidental. Como ex legislador, usted también debería entenderlo".

Kennedy, el mismo día, respondió y en su carta a Mack, copia de la cual fue obtenida por La Jornada, declara que "aprecio" el interés del legislador en los esfuerzos por otorgar combustible a miles de personas de bajo ingreso, "cuyos beneficios federales de combustible, por cierto, usted votó en favor de reducir por más de mil millones hace sólo unos meses".

En tono irónico ­hasta sarcástico­ Kennedy ataca la lógica de Mack. "También aprecio el tipo de liderazgo moral que usted intenta demostrar a pesar de la hipocresía de su argumento", y le pide que si tanta es la amenaza a "nuestra democracia", mejor que descarte los 558 millones de barriles que se importan a Estados Unidos desde Venezuela cada año, y por lo tanto, que Mack "no maneje su coche" ni continué volando a Washington, ya que en todo eso se emplea petróleo venezolano.

Kennedy escribe a Mack que ante tanta preocupación por los pobres, "estoy seguro que usted tiene cartas en el correo para Exxon/Mobil, British Petroleum, Shell, Conoco Phillips, Valero y hasta Halliburton en las cuales expresa su objeción a los miles de millones de dólares en utilidades petroleras que han hecho en Venezuela y que han beneficiado a sus ejecutivos y accionistas, mientras esto ayuda a la economía de Venezuela bajo el liderazgo del presidente Chávez".

Recuerda que el mismo petróleo venezolano que se emplea para los pobres aquí, también se emplea para los aviones, ferrocarriles y automóviles que usan todos los que votaron por el legislador.

La carta informa que la empresa de Kennedy ha escrito a cada una de las grandes empresas petroleras estadunidenses y cada nación de la OPEP solicitando que compartan parte de sus riquezas con los pobres, y que todos rehusaron, a excepción de CITGO.

¿Dónde está la furia conta Arabia Saudita?

"Su lógica, la cual vagamente se parece a la pureza de los neoconservadores que nos llevaron a la guerra en Irak, nos haría enfocar nuestra ira contra países que usted considera no democráticos. Si esa es su preocupación, ¿dónde esta su furiosa declaración denunciando el petróleo de Arabia Saudita, un país gobernado por una monarquía y que produjo 15 de los 19 secuestradores del 11-S?"

Kennedy concluye: "me encantaría juntarme con usted para abordar la amenaza real a este país ­nuestro sistema de un tipo de socialismo para los ricos y libre mercado para los pobres­ un sistema que ha otorgado miles de millones de dólares a las empresas petroleras y sus ejecutivos".

En tanto, en estas semanas de intenso frío en el medio y el noreste del país, entre nevadas y menos apoyo federal, donde los bajos ingresos obligan a optar entre pagar por calefacción o comer, decenas de miles de familias que no conocen Venezuela, ni su pueblo o su presidente, expresan su gratitud a ese país lejano porque sus niños no tiemblan de frío.

Creado en 2005 como respuesta de solidaridad anunciada por el gobierno de Chávez ante la devastación de los huracanes Katrina y Rita, lo cual provocó incrementos en el precio de combustible estadunidense que, junto con recortes en los programas federales de apoyo para calefacción, dejó a muchas familias pobres aún más vulnerables durante los inviernos, el programa fue aplicado por la petrolera CITGO y en este, su segundo año, ofrecerá más del doble que en el primero y al doble de número de estados. "Este es un programa de pueblo a pueblo que sale del corazón de Venezuela y llega a los hogares de estadunidenses que simplemente no tienen con qué pagar sus cuentas de energía", declaró Félix Rodríguez, jefe ejecutivo de CITGO con sede en Houston, Texas.

El programa genera calor en Washington, entre otros lugares.

 
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