Usted está aquí: lunes 12 de febrero de 2007 Política Tras fuertes jaloneos, el PRD aprueba estrategia y plan global

El Congreso Nacional, del 16 al 19 de agosto

Tras fuertes jaloneos, el PRD aprueba estrategia y plan global

GEORGINA SALDIERNA, ALMA E. MUÑOZ

El PRD logró anoche ponerse de acuerdo en torno de los puntos más conflictivos de la agenda de su Consejo Nacional, luego de que los dos principales bloques midieron fuerzas y en el forcejeo quedaron fuera las propuestas del dirigente Leonel Cota.

Así, se acordó que el Congreso Nacional extraordinario se realizará del 16 al 19 de agosto, y que en dicho encuentro se fijará la línea política del partido y se revisará su estructura organizativa. También se decidió renovar la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia (CNGV), el Servicio Electoral e integrar a Dolores Padierna, de la corriente de los "bejaranos", y a Angel Cedillo, de Alianza Democrática Nacional, al Comité Ejecutivo Nacional.

Otro de los temas tratados fue el proyecto de presupuesto 2007, según el cual el partido tendrá más de 531 millones de pesos para gasto corriente, actividades de campaña y pago de deuda. Trascendió que esta última supera 800 millones.

Para enfrentar la difícil situación económica que impone la deuda, el secretario de finanzas, José Borges, informó que se reforzarán las medidas de austeridad, se restructurará el crédito contratado con Banca Afirme y se establecerá un programa para que los funcionarios públicos emanados del PRD paguen sus cuotas.

El dirigente detalló que este año el partido pagará alrededor de 3 millones de pesos mensuales para amortizar créditos bancarios y alrededor de 2 millones para bajar intereses. Además, previó un pago de poco más de 80 millones a proveedores y 52 millones para saldar multas impuestas por el IFE en los pasados tres años.

Del presupuesto resalta que para los procesos electorales, a realizarse en 14 entidades, el partido destinará alrededor de 37 millones de pesos, cifra que, según los propios militantes, es insuficiente.

Por la mañana, los consejeros analizaron su estrategia y plan global para el presente año. Sobre ese tema se pronunciaron por una reforma electoral que pase por la depuración del IFE y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. De igual manera, se determinó buscar la consolidación de un amplio frente electoral de centroizquierda, que vaya más allá del FAP, a través de alianzas estratégicas y candidaturas comunes que permitan la construcción de un proyecto alterno de nación.

Ya por la tarde, los integrantes del Consejo Nacional abordaron los temas más conflictivos de su agenda. El primero fue la propuesta de Cota Montaño de realizar el congreso extraordinario en febrero de 2008 y reducir dos meses su gestión. El planteamiento original de las corrientes era llevar a cabo el encuentro en agosto.

El ex gobernador de Baja California explicó que su segunda iniciativa tenía el objetivo de canalizar todos los esfuerzos del partido a los comicios locales y no distraerse con las elecciones de los delegados al Congreso Nacional.

Sin embargo, la propuesta no fue bien recibida por Nueva Izquierda, los cívicos y otras expresiones, pues ello implicaba aplazar para febrero la renovación de la actual CNGV ­por estatutos, el cambio debe efectuarse en Congreso Nacional­, la cual ha sido señalada de actuar de manera parcial.

La iniciativa generó un ríspido debate. En una primera votación fue rechazada por 74 votos contra 70, lo cual provocó que Cota Montaño solicitara un receso para negociar. Molestos, los dirigentes de las principales corrientes se encerraron en un salón del edificio donde se llevó a cabo el consejo, y tras intensas deliberaciones salieron con acuerdos globales, en los que se integraron los temas de las carteras, los órganos electorales y el congreso.

El bloque integrado por Nueva Izquierda, los cívicos y parte de la Redyr logró su objetivo de "regresar el Comité Ejecutivo Nacional a la institucionalidad", esto es, que se quedara con 21 carteras en lugar de las 22 con que venía operando. El otro grupo integrado por más de ocho corrientes, entre ellas la de los "bejaranos", pudo hacer cumplir el principio de "quitapón" y mantener las secretarías de organización y planeación, con lo que salió sobrando la secretaría de migrantes, que se convierte en instituto.

Los "chuchos" y las expresiones que los acompañan lograron echar abajo la propuesta de que el congreso extraordinario se efectuara en febrero y que se adelante para agosto.

También lograron que la renovación de la CNGV se haga por consenso de los diferentes grupos y no mediante cuotas, y que ello ocurra en agosto. Al cierre de la edición seguía la discusión sobre el presupuesto.

 
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