Usted está aquí: lunes 12 de febrero de 2007 Capital Opera nuevo esquema para proteger recursos naturales en Cuajimalpa

Sin freno, invasión de bosques y saqueo hormiga de tierra y árboles de reforestación

Opera nuevo esquema para proteger recursos naturales en Cuajimalpa

Autoridades, vecinos y grupos agrarios integran brigadas para denunciar anomalías

ROCIO GONZALEZ ALVARADO

Ampliar la imagen Guardabosques de la delegación Cuajimalpa, durante un rondín en busca de talamontes furtivos Foto: Francisco Olvera

Ampliar la imagen Paraje del bosque de Cuajimalpa, conocido como Cuatro Caminos. La Direccion General de Recursos Naturales y Areas Protegidas de esta demarcación salvaguarda las pocas áreas verdes que ahí quedan Foto: Francisco Olvera

La invasión de bosques y el saqueo hormiga de recursos naturales ­como tierra negra y árboles de reforestación­ en el suelo de conservación de la delegación Cuajimalpa es persistente, a pesar de los esfuerzos por hacer cumplir las normas que rigen dentro de esta área protegida.

Por lo anterior, las autoridades de la demarcación pusieron en marcha un nuevo esquema de vigilancia, en coordinación con pobladores y grupos agrarios de los pueblos de Cuajimalpa, mediante el cual se tiene contacto con autoridades preventivas, ministeriales y ambientales del Distrito Federal para denunciar cualquier irregularidad.

Ataviados con gorra y uniforme verde olivo, los 18 elementos que integran el programa "Guardias del Bosque y Suelo de Conservación" han superado la etapa piloto de este programa que inició en octubre pasado y se alistan a realizar sus actividades en forma permanente.

Ricardo García Baltasar, director general de Recursos Naturales y Areas Protegidas, explica que anteriormente estas tareas solamente las realizaba personal de la Secretaría de Medio Ambiente, lo que resultaba insuficien-te, pues no está asignado nada más a la demarcación, sino a todo el territorio con estas características en la capital, lo que permitía que, entre recorrido y recorrido, hubiera oportunidad de realizar prácticas inadecuadas.

A partir de las modificaciones que sufrió en septiembre de 2006 la Ley Ambiental en el Distrito Federal, se otorgó facultades a los gobiernos delegacionales para contar con un área exclusiva de protección de sus áreas verdes, por lo que se determinó la integración de "nuestras propias brigadas", refiere.

Se trata de un grupo de guardias del bosque que no sólo está capacitado en vigilancia ambiental, sino integrado por gente de las propias comunidades, propuesta por los núcleos agrarios, que conocen los senderos.

Con diferentes turnos, existen jornadas de 9 de la mañana a 6 de la tarde, de 24 por 48 horas, y las guardias de los fines de semana, los uniformados, que tiene su centro de operación en medio del bosque, comentan que en los tres meses recientes han logrado detener cerca de 32 nuevas construcciones, aunque también se han encontrado sorpresas desagradables, como la identificación de un cadáver en los linderos del Desierto de Los Leones.

Tampoco están exentos de enfrentar conflictos. Uno de ellos, recuerda García Baltasar, se originó en el paraje Las Galicias, que colinda con el municipio de Huixquilucan, en el estado de México, cuando una familia fue desalojada. "Se le apercibió y exhortó a que desocupara, inclusive se le brindó apoyo jurídico, porque fue defraudada al comprar una propiedad en suelo de preservación ecológica y un derecho de vía federal, porque estaba en el lecho de un río, pero no cumplió y demolimos la vivienda".

"En ese mismo operativo desmantelamos dos casas simuladas que ya estaban apartando el espacio. La situación fue áspera porque fue retenida la brigada alrededor de 40 minutos y la policía intervino, pero el saldo fue blanco", comenta, luego de señalar que también se ha contribuido a aminorar el robo de recursos naturales.

En el paraje conocido como La Cascajera, en San Lorenzo Acopilco, está el caso más emblemático del saqueo de árboles pequeños y tierra negra utilizada para maceta, que si bien podría parecer un delito menor, ha provocado grandes huecos en la tierra hasta de dos metros de profundidad, en la que los árboles lucen con la raíz de fuera.

El servidor público indica que en las labores de vigilancia no puede haber descanso alguno, pues "si te descuidas, en la primera oportunidad ya están sobre los caminos extrayendo la tierra o levantando alguna casita".

A todos los infractores primero se les apercibe, si reinciden entonces se les consigna ante la autoridad competente, agrega al señalar que estos operativos no sólo sirven para preservar el área, sino también para inhibir la delincuencia común, pues los robos, en particular a deportistas y visitantes, han cesado.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.