Usted está aquí: domingo 11 de febrero de 2007 Política Jackson y Paredes niegan que existan "patadas bajo la mesa"

En la contienda del tricolor no hay trampas "como antes"

Jackson y Paredes niegan que existan "patadas bajo la mesa"

JAVIER VALDEZ, LORENZO CHIM CORRESPONSALES

Beatriz Paredes Rangel y Enrique Jackson Ramírez, candidatos a la presidencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), negaron ayer, por separado, que existan elementos para señalar irregularidades en la contienda interna del tricolor y que pueden ocurrir trampas "como antes".

En su gira por Culiacán, Sinaloa, donde se reunió con dirigentes de sectores, consejeros políticos y militantes, Paredes Rangel aseguró que no hay jaloneos, conflictos o patadas debajo de la mesa entre los candidatos a dirigir el PRI o sus simpatizantes.

"Yo nunca he tenido jaloneos con el señor Enrique Jackson, ni en sentido estricto ni en sentido figurado", sostuvo.

Asimismo, negó que existan irregularidades en la contienda interna priísta y se desmarcó de supuestas prácticas en las que se ofrecen candidaturas y puestos a cambio de votos.

"No tengo elementos para comentar sobre conflictos internos o patadas bajo la mesa, porque nosotros no estamos en ese juego, no es nuestra actitud y me parece que no sólo daña a quienes pretenden dañar, sino que también deteriora la política en general", manifestó.

La candidata priísta señaló, además, que mantiene una relación de diálogo con el presidente Felipe Calderón, pero "mi capacidad de diálogo es compatible con mi capacidad para defender al partido, mis convicciones y principios".

Por su parte, Enrique Jackson Ramírez dijo que hasta el momento no hay sustento para afirmar que en la contienda para renovar la dirigencia nacional del PRI pueda haber trampas "como antes".

En Campeche, Jackson Ramírez se reunió en privado con el gobernador Jorge Carlos Hurtado y presidió una reunión con alrededor de 180 de los 508 consejeros políticos, ante quienes insistió en que la competencia no divide al partido.

"Yo no concibo que alguien quiera utilizar el proceso interno para promover el enfrentamiento o la división. Hasta ahora no ha habido mayores incidentes y ha prevalecido el respeto a las reglas. No hay ninguna suspicacia, y se vería mal que se hicieran trampas como antes, pero hasta ahora no avizoro nada de eso", señaló.

Lo negativo, añadió, sería que se quiera forzar o manipular la voluntad de los consejeros o que se utilice el aparato y los recursos del partido para favorecer a unos en perjuicio de otros, pero eso no ocurre en el PRI.

El ex senador se negó a ubicar al tricolor como un partido de izquierda, como lo hizo Beatriz Paredes, porque consideró que lo importante es "tener un partido que promueva un Estado más competitivo, con más seguridad y bienestar para la gente".

 
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