Usted está aquí: sábado 10 de febrero de 2007 Espectáculos El Cíclope, fantasía con títeres y visos de Asia, en el teatro Tepeyac

Obra clásica de Eurípides que maneja elementos de la técnica japonesa bunraku

El Cíclope, fantasía con títeres y visos de Asia, en el teatro Tepeyac

Nuestros muñecos son de una confección poco conocida en el país, dice el director Jesús García Ra

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Sobre estas líneas, Jesús García Ra, director del espectáculo "antropotiterófago", El Cíclope Foto: Alfredo Domínguez

"Cuando termine de comerme a tus compañeros seguiré contigo", advierte el cíclope en una de las frases más estremecedoras de la puesta que lleva el nombre de ese poderoso personaje del teatro de Eurípides, llevada a escena en el teatro Tepeyac del Instituto Mexicano del Seguro Social.

El musical, dirigido por Jesús García Ra, lleva a la fecha más de 100 representaciones. Gran parte de su permanencia se debe al uso de elementos del teatro japonés bunraku, con títeres.

García Ra es tabasqueño, estudió teatro en el Instituto Nacional de Bellas Artes e hizo un posgrado de teatro tradicional en Japón, entre 1980 y 1982, "entre otros estilos, aprendí kabuki, bunraku y no. El teatro que hago ahora tiene mucho de esto, sin pretender que sea japonés; más bien es una influencia y parte de mi estilo. Lo aplico en esta puesta, El Cíclope, escrita por Eurípides, quien se inspiró en su paisano Homero, hace 2 mil 400 años.

"Narra la historia de Odiseo, o Ulises, quien pelea en Troya con otros héroes griegos. No es, estrictamente una adaptación, sino que manoseo al teatro para acoplarlo a la época y a los actores actuales. Con esta puesta comenzamos en el teatro Hidalgo, luego fuimos al Cuauhtémoc y ahora estamos en el Tepeyac", agregó.

La obra no es sólo para niños, sino para todo el público pensante, añadió. "Inclusive, los niños de prescolar no se espantan, porque la escenografía es ingeniosa. Es muy divertida de principio a fin; es una fantasía en la que hay títeres, de ahí que sea un espectáculo antropotiterófago. Debo decir que no es una obra de títeres, sino que los actores interactúan con ellos, que son de una manufactura diferente a la conocida en México.

Fusión de técnicas

"No son muñecos de guante, no son títeres de hilo, tampoco de varilla; son otra cosa. Los retomamos del bunraku, que en Japón es un teatro para adultos, donde tres manipuladores manejan un muñeco y el público puede verlos. El principal manipulador, considerado el maestro, viste ropas claras, detrás del muñeco.

"¿Cómo es esto posible? Lo es, pues el público fija su atención en el títere. Eso es interesante. Ya he montado tres obras con estos elementos. En El Cíclope interpreto a Odiseo o Ulises. El vestuario es vistoso y luminoso. Aparecen sátiros, que en la historia están en una isla. El cíclope es gigante. Cuando aparece, los personajes se vuelven pequeños, lo que da una idea de las dimensiones. Hay muñecos fijos, sin articulaciones, que dan un elemento mágico.

"Regularmente no mostramos el cíclope al espectador, porque éste mantiene la magia. Hay música original, con arreglos de Pablo Cobos; yo escribí las letras de las canciones. Hasta ahora, la participación del público ha sido memorable, tanta, que los actores improvisan. Eso es libertad, por lo que la obra se puede alargar."

Para García Ra, esta es su segunda obra clásica. La primera fue Edipo Rey, que estuvo en cartelera nueve años.

"Sí se vive del arte"

Lamentó que no haya apoyo para el teatro en general.

"Hacer arte es difícil. Aunque no me quejo. Hay quien dice que del arte no se vive, pero yo sí lo he hecho. Salgo a tocar puertas para que la gente vaya a las funciones, además doy pases de cortesía o volantes de descuento.

"Si me quedo sentado, porque supuestamente soy talentoso y guapo, no va a ir nadie, aunque me anuncie en el periódico. El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes nos da apoyo moral, pues nos anuncia en su suplemento cuando hay espacio. No nos dan un solo centavo. Nosotros pagamos el lugar donde nos presentamos, además de cartelera y a la Asociación Nacional de Actores, y lo que salga, porque cuando hay taquilla todo mundo cae a cobrar, pero nadie dice: 'vengo a ayudarte'.

"Por eso estamos cayendo en cosas muy negativas, como el teatro de mercado negro en México. Este tema mejor no lo toco porque resulta contraproducente, pues son esas obras chafas en las que la gente se aburre y se va", acotó.

Un punto positivo es que la asistencia en cada función es, por lo menos, de la mitad de aforo, lo cual, para tratarse de una obra clásica, es muy halagador.

Citó, respecto de la obra, un párrafo alusivo contenido en La Biblia, Génesis 6:4: "Había gigantes en la Tierra en aquellos días (...) Después que los hijos de Dios a las hijas de los hombres les engendraron hijos, éstos fueron los valientes que desde la antigüedad se hicieron varones de renombre". Y se puede nombrar a otros gigantes, como los de Tula o las cabezas colosales olmecas, o los de la isla de Pascua. "A nosotros nos envuelve este relato tomado del primer gran texto griego que se tradujo del latín, La Odisea, de Homero, del cual hace 2 mil 400 años Eurípides, de manera divertida, elocuente y fantástica, plantea su versión".

El Cíclope se presenta en el teatro Tepeyac, ubicado en Calzada de Guadalupe 497, esquina Victoria, colonia Estrella. Horarios: 11:30 y 13:30 horas, los sábados hasta el 24 de febrero. Teléfonos: 3089-0692 y 5517-6560. Boleto: 100 pesos; descuentos a estudiantes y maestros con credencial, así como a personas de la tercera edad.

 
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