Usted está aquí: lunes 5 de febrero de 2007 Espectáculos Combinar todas las artes en escena, mi mayor aprendizaje, dice Angulo

Identidad propia, la más reciente obra de la directora

Combinar todas las artes en escena, mi mayor aprendizaje, dice Angulo

AMALIA RIVERA

Ampliar la imagen La actriz y directora de teatro Cecilia Angulo

Hacer un espectáculo a partir del más pequeño poema, combinando todas las artes en un escenario es la enseñanza más grande que la actriz y directora teatral Cecilia Angulo recogió de su maestra Carmen Montejo, según se desprende de sus palabras y de su trabajo más reciente: Identidad propia, en cartelera.

Angulo estudió de literatura dramática y teatro en la UNAM y se preparó a conciencia en análisis de texto y perfeccionamiento actoral con personalidades como Carmen Montejo, Hugo Argüelles, José Caballero, Luis de Tavira e Ignacio Retes.

Como actriz prácticamente ha sido dirigida por todos los grandes del género y ha recorrido la totalidad de las modalidades del teatro clásico griego, español y contemporáneo. Quizá su trabajo más memorable sea Fedra, dirigida por Héctor Mendoza, cuyas representaciones alcanzaron un año ocho meses.

"Estudié en la época de oro del teatro mexicano. De Argüelles creo tener muchísima influencia; nadie como él para el análisis de texto y de personajes, él me transmitió su manera realista de ver la vida. De Mendoza aprendí la disciplina, así como el cuidado de nosotros mismos, pues sin salud no hay actor. De mi adorada Carmen Montejo tomé su gran técnica en manejo de voz, expresión corporal y, sobre todo, aprendí a combinar todas las artes en un escenario."

Su trabajo de dirección más reciente en Identidad propia, que aborda la tragedia de ser siamesas, no descuida un solo detalle: el texto fue analizado por las actrices hasta en su más mínima expresión e intención, la inclusión de letra y música original fueron creadas sobre el mismo escenario y el trabajo corporal de los personajes requirió del método Feldenkrais para que cada movimiento diera exactamente la idea de conjunción física y, al mismo tiempo, de distanciamiento espiritual. No fue un trabajo fácil: exigió casi un año de preparación lograr el ansiado equilibrio que la directora buscó desde que ideó el montaje.

Durante años combinó teatro y deporte. "Curiosamente ­expone­ son dos actividades que me ayudaron mucho para ser mejor en la otra. Soy instructora profesional de boliche. Fui campeona nacional a los 18 años. El fundamento del actor es la observación, y en mi caso tomé el ejemplo de los deportistas: en momentos de presión son muy vulnerables, sacan sentimientos y toman actitudes increíbles. Sus reacciones ante el triunfo y la derrota me dieron muchísimos elementos para el conocimiento del ser humano."

Considera que el teatro es "vocación y pasión".

­¿De dónde surge su pasión por el teatro?

­De que lo entiendo como la representación por excelencia de la vida y en ese sentido no hay mayor libertad que estar arriba de un escenario.

­¿Las actrices mexicanas tienen hoy más posibilidades de desarrollo?

­Hay más posibilidades de tener una mejor preparación, pero hay poca demanda y mucha oferta de actores, y se sigue dando más oportunidad a actrices físicamente bellas, aunque la mayoría de las veces son improvisadas. Ahora la mujer mexicana es más osada, se atreve más y está más preparada.

­¿Cuál es la mayor limitación para el teatro en México?

­La falta de apoyo de los gobiernos y de los empresarios hacia el sector cultural.

­¿El actual gobierno de derecha puede ayudar a la cultura en nuestro país?

­Nunca he sentido el apoyo de ningún gobierno, ni de derecha ni de izquierda. Ningún partido tiene un proyecto cultural concreto. Siempre he pensado que los actores debemos ser apolíticos en nuestro quehacer artístico; representamos al ser humano sea cual sea su tendencia política, raza o religión.

Respecto del futuro del teatro, se muestra optimista: "Lo siento muy rescatable, si hubiera apoyo de quienes tienen la posibilidad de aportar recursos, y se realizaran campañas para que niños y jóvenes conozcan este maravilloso arte. Quizá así los actores, productores y empresarios lograríamos que los espectáculos escénicos estén al alcance de todos". Sin embargo, señala que "existen monopolios que insisten en importar talentos y comprar libretos extranjeros, sobre todo en el campo creativo, directores, coreógrafos, iluminadores, etcétera. Estos equipos cobran millones y obligan a encarecer los espectáculos que resultan grandes éxitos de taquilla gracias a la mano de obra de los mexicanos: actores, bailarines, técnicos asistentes, y demás... ¿Acaso los mexicanos no creemos en nosotros?"

­¿Que retos se plantea una directora teatral en la actualidad?

­Mi reto es lograr un teatro dirigido a todo el mundo. Hay dos tendencias muy claras en la actualidad: el teatro comercial y el de búsqueda. Quiero combinar estas dos corrientes, llegar a tocar la sensibilidad de cualquier espectador, sea cual sea su edad y condición social. En nuestro país hay mucho talento. Quiero hacer teatro hecho por mexicanos, que sea universal y llevarlo a todo el mundo.

(Identidad propia, dirigida por Cecilia Angulo, con música original de Caridad Herrera, y las actuaciones de Carolina Herzlt, Paola Medina y Diana Aguilar, se presenta lunes, martes y miércoles, a las 20:30 horas, en el teatro Wilberto Cantón, José María Velasco 59, col. San José Insurgentes, entre Plateros y Félix Parra, cerca de la estación Barranca del Muerto del Metro, Boletos en taquilla: 50 pesos.)

 
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