Usted está aquí: sábado 3 de febrero de 2007 Cultura ¿Cómo se pueden formar mejores hijos sin el ejemplo de los padres?

LA OFERTA CULTURAL PARA LOS NIÑOS

Videojuegos y televisión hacen que los pequeños pasen al olvido: Leonardo Mortera

¿Cómo se pueden formar mejores hijos sin el ejemplo de los padres?

Por segunda vez, el pedagogo musical se encargará de narrar historias en un programa de la OFUNAM

Los juguetes, hilo conductor de los conciertos de la orquesta este fin de semana

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen Juguetes que la OFUNAM utilizará para su concierto infantil este sábado a las 6 de la tarde y mañana a las 12 horas en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl Foto: Barry Domínguez

Ampliar la imagen Sentado en el piso, Leonardo Mortera, narrador en el programa que interpretará la filarmónica Foto: Barry Domínguez

Entre la música y un helado no hay grandes diferencias. Cuando menos así piensa Leonardo Mortera, quien este fin de semana actuará como narrador en el programa que la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM) dedica al público infantil.

''La música es igual que los helados: si uno se queda sólo con el de limón, se priva de probar los demás y, con ello, de la posibilidad de saber si otro le gusta más. En la música existen tantos estilos como sabores en los helados. Hay que aprender a gozar de la variedad."

Este fin de semana será la segunda vez que el músico, cantante, actor, cuentacuentos, docente y pedagogo musical actué en un programa de esa naturaleza con la orquesta universitaria. La anterior fue el año pasado, con un espectáculo como parte de la conmemoración del 250 natalicio de Mozart.

Ahora mantendrá su propuesta basada en la improvisación, pero serán los juguetes los personajes en los que recaiga el hilo conductor de las historias que narrará, acorde con la esencia de las obras que integran el programa.

Con dirección del huésped Jesús Medina, se incluirá la Sinfonía de los juguetes, de Angerer (atribuida a Leopold Mozart); El rincón de los niños, de Debussy; el Concertino de juguete, de Raskin, y Juegos de niños, de Bizet.

Omisión de las autoridades

Fundador y director de la escuela de enseñanza musical Crecendo, Leonardo Mortera ha dedicado más de 12 años al trabajo con niños, primero como cuentacuentos y posteriormente en la enseñanza musical.

En principio, su atención se enfocó sólo en infantes que padecen algún tipo de trastorno físico, como ceguera, sordera o parálisis cerebral, o enfermedades como sida y cáncer; pero desde hace un lustro trabaja en su escuela de manera indistinta con niños con sordera y los que no sufren ninguna afección física.

''Algo muy bonito que he aprendido ­comenta­ es que todos los niños son especiales. La mayoría de personas cree que, por el hecho de no sufrir de un padecimiento físico, sus hijos están bien y los pueden dejar 15 horas con los videojuegos o seis horas frente a la televisión. Y ese es el peor de los casos, porque entonces los niños pasan al olvido."

Entrevistado por La Jornada, el también docente de la Escuela Superior de Música de la UNAM cuestiona la falta de compromiso que prevalece entre muchos padres de familia que supuestamente buscan hacer de sus hijos mejores personas, cuando ellos, asegura, no se preocupan primero por serlo.

''Muchos tienen expectativas de que sus hijos sean aplicados, cultos, que de grandes se acerquen al arte, lean, vayan a los conciertos; pero, ¿cómo lo van a hacer cuando nunca han sido educados al respecto ni han tenido el ejemplo en sus casas?", agrega.

También critica a las autoridades por la falta de propuestas de calidad dirigidas al público infantil: ''En las orquestas se quejan de que no hay público para la música de concierto pero, ¿cómo van a tenerlo cuando se espera que los niños cumplan 15 años para que comiencen a tener ese hábito? A los 15 años van al palacio, pero no de Bellas Artes, sino al de los deportes para ver a Rebelde".

De acuerdo con Mortera, uno de los grandes problemas de la formación musical en México es que pasan inadvertidas y no se aprovechan las cualidades innatas que posee toda persona durante la infancia.

''El oído es el primero de los sentidos que se despierta a los seis meses de edad y el último en perderse; hay científicos que sostienen que inclusive segundos después de muerto el oído todavía manda señales al cerebro", indica.

''Es un sentido que no puede evitarse, no existe el silencio absoluto. Los niños aprenden a saber si sus padres están enojados, no por las palabras que dicen, sino por el tono de las voces. El tono les habla de amor, autoridad, de límites. El apetito de los niños por la cuestión auditiva es gigantesco."

Refuta que, por su condición abstracta, la música sea un arte difícil de comprender durante la infancia: ''Es abstracta sólo en la creación, no así para oírla.

''Una de las músicas que más ayudan a desarrollar el pensamiento es la de Mozart; era un genio porque siguió siendo un niño.''

Como no debe aislarse al niño del mundo, Mortera asume que es responsabilidad de los padres no acercar a sus hijos los productos chatarra a los que de todos modos accederán.

"Para qué darles Barney si podemos ofrecerles algo diferente. Y esa es la gran discusión con los padres: en la música existe también chatarra, hay que procurar no dársela a los niños".

 
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