Usted está aquí: viernes 2 de febrero de 2007 Espectáculos Pasional de Eugenia León, vacuna contra la amnesia

José Alfredo Jiménez, el más grande compositor que nos hace entendernos como mexicanos

Pasional de Eugenia León, vacuna contra la amnesia

Hace falta que el gobierno entienda: "cultura y educación no son un gasto sino una inversión"

TANIA MOLINA RAMIREZ

Ampliar la imagen Eugenia León durante la entrevista Foto: Jesús Villaseca

Frente a "la indiferencia, la desconfianza, el cinismo ante el dolor ajeno y el desencanto de la época actual", la cantante Eugenia León, considerada por muchos como una de las más destacadas voces femeninas de nuestro país, propone "bordar en el país de los sentimientos". Invita a ser valiente y "ser capaz de mostrarte como eres, de entregarte; a mirar cara a cara nuestras propias pasiones, a comprometernos con la vida, con nuestros propios sentimientos".

En otras palabras, "que si esto es escandaloso/ es más vergonzoso no saber amar", como dice la canción "Escándalo" (de Rubén Fuentes), incluida en el más reciente disco de Eugenia León, Pasional.

Los 17 temas incluidos en este álbum, "recorren el mundo de la pasión". Se tratan principalmente de composiciones hispanoamericanas, en su mayoría mexicanas, muchas de las cuales forman parte de nuestra rocola mexicana colectiva, como "Arrieros somos", "Sombras" y "Cuando el destino".

"Grandes compositores nos comparten canciones y temas como el de la pasión amorosa. En este tiempo le tenemos tanto miedo a decir las cosas como son, es más fácil la vida light, cómodamente mediocre, en la que no sentimos nada y nos acomodamos a todo", dijo Eugenia León en entrevista con este diario. Pero, "si no eres capaz de entregarte, de vivir, estás en el suicidio".

El disco abarca distintos géneros, como tango, bolero y canción ranchera. Incluye también "Cry me a river/ Llórame un río", de Arthur Hamilton, cantada en español. Cada uno de los temas abordados en las canciones "ya los viví, gocé y sufrí".

El disco es una producción de Eugenia León y la nueva empresa IC 21 (Internacional de Cultura), y fue grabado en los estudios de Canal 22 y en AT Studios. "No estamos haciendo una recreación de época ni de estilos", dijo. Lo que le interesaba era "la vigencia de estos sentimientos y arroparlos de tal manera que la voz fuese una especie de oficiante al servicio de las letras".

Para Eugenia León, "atreverse a vivir" necesariamente implica también "hacer lo que tenemos que hacer por este país o el futuro será demasiado sombrío para todos, independientemente de nuestras posturas políticas. Finalmente, el país es más grande que eso, y estamos en momentos delicados". Debemos ser capaces de "recuperar nuestra capacidad de lucha, nuestra entrega a las cosas que sentimos"; y ser capaces de "reducarnos sentimentalmente, de entender qué país queremos, cuál es el que tenemos y cómo vamos a luchar para lograrlo".

Uno de los temas que más se escuchó durante los días del plantón en defensa del voto, presente en infinidad de compilaciones caseras de Lo mejor de las canciones de resistencia, era "La Paloma", interpretada por Eugenia León durante las llamadas reuniones informativas de Andrés Manuel López Obrador.

Así como la cantante se comprometió con la lucha por la defensa del voto, también lo ha hecho en numerosas ocasiones en el pasado. "Mi voz nació al lado de las causas importantes de nuestro país, más allá de un partido específico."

Hace falta "abatir la cultura de desconfianza que existe en el país, que seamos dueños de nuestro voto, de nuestra sociedad. Podemos pelear contra la carestía, presionar a los gobiernos y que sean sensibles a la petición del pueblo, a la petición de las cosas más básicas en nuestro país; pelear por nuevos planes económicos, por otro tipo de políticas sociales, porque la educación y la cultura no sean un gasto sino una inversión; que pensemos que en los próximos años podemos crear una fuerza de trabajo más creativa y educada, y que tenga capacidad de tener otro modo de vivir y de producir".

El grito y el tequilazo

Eugenia León explicó que mediante los arreglos que se le dieron a las composiciones en Pasional, se buscaba deconstruir la estructura clásica de la canción popular, la cual "ha hecho que la gente cante algo que cree que conoce porque lo ha repetido mil veces de manera automática". Como las piezas de José Alfredo (Jiménez): "siempre es el grito desgarrado, el tequilazo y el mariachi. Sí es eso, pero, ¿cuál es la esencia de ese desgarramiento? No es la escenografía la que importa, sino realmente a dónde nos llevan estas letras, a qué nos lleva de nosotros mismos. ¿Por qué siguen vigentes? Los jóvenes compositores, músicos, oyentes, tienen que recuperar una lírica, una capacidad para decir las cosas con economía de recursos, en donde no estén jugando a qué voy a decir que suene adornado o que vean que soy bien intelectual". Letras como las de José Alfredo son contundentes y tratan temas que siguen siendo colectivos, importantes, esenciales. Solamente después de habernos educado sentimentalmente, podemos pasar a otras cosas, plantea la cantante.

La eterna promesa

Respecto de los compositores contemporáneos, León plantea: Todavía no sabemos a qué va a sonar esta época, estos 40 años de composición en México. Ahí están metidas generaciones como la mía que fuimos sandwiches: no éramos protagonistas y nos quedamos en la eterna promesa de los jóvenes rupturistas, y de repente ya teníamos 50 años. ¿Qué queríamos? ¿Qué necesitábamos decirnos a nosotros y a la gente? Y los jóvenes no tienen memoria y de pronto están descubriendo a Los Beatles o están metidos en la música electrónica y necesitan encontrar sus poetas, encontrar su inspiración.

A ella, dice la cantante, le toca compartir lo que le dieron, esta memoria musical. Compartir, por ejemplo, a José Alfredo Jiménez, "el más grande compositor mexicano", que representa "esa magia absoluta de entendernos como mexicanos o, como decía Monsiváis, esa república que somos, que son nuestros propios sentimientos. Te vacunas contra la amnesia, contra la estupidez, te inauguras en la lucidez, en la pasión".

Y es que, a fin de cuentas, "si no fuera por esa capacidad de lucha, por esa necedad, no seríamos nada en este país. Por un lado, nos avasalla nuestro propio conservadurismo; por otro lado, nuestra candidez, pero finalmente, este es un país con una cultura y un espíritu mucho más grande que todo".

 
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