Número 127 | Jueves 1 de febrero de 2007
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus


En las semanas recientes, en torno a la epidemia del VIH se han abierto dos flancos de debate en los medios de comunicación. En uno de esos frentes, encabezados por el secretario de Salud, José Córdova Villalobos, están los que niegan la eficacia de las campañas de promoción del uso del condón; en el otro se sitúan los que niegan la existencia misma del VIH o que dicho virus sea el causante del sida.

Aunque no lo parezca, las dos posiciones negacionistas tienen algo en común: sus descalificaciones no tienen sustento: ignoran lo que las evidencias científicas han probado con creces.

Los negacionistas de la eficacia del condón esconden las verdaderas razones moralistas y doctrinarias que los animan en supuestos porcentajes elevados de fallas del condón sin molestarse en presentar los estudios que soportan sus dichos.

Por su parte, los negacionistas del VIH afirman que la verdadera causa del sida son “factores estresantes”, ambientales o tóxico nutricionales, sin molestarse en presentar los estudios científicos que los avalan.

Los partidarios de ambas corrientes negacionistas mienten. Y al postular, por un lado, que el condón no sirve para prevenir infecciones por el VIH; y pregonar, por el otro, que el sida se cura y los tratamientos antirretrovirales matan, incurren en irresponsabilidad criminal porque atentan contra la salud y la vida misma de las personas. Existen innumerables testimonios de personas con VIH que han abandonado los tratamientos influidos por esos falsos redentores.

Y en esa misma irresponsabilidad incurren las instituciones educativas y los medios de comunicación que les dan amplia difusión a los negacionistas del VIH; en el caso de los medios, movidos por el afán de elevar sus niveles de audiencia más que por la legítima búsqueda de la verdad.