Usted está aquí: domingo 28 de enero de 2007 Espectáculos Tirantes, boxeador, mujeriego, y un pachuco contemporáneo

Inspiró al personaje de Héctor Suárez en la cinta Lagunilla mi barrio

Tirantes, boxeador, mujeriego, y un pachuco contemporáneo

En Tepito "auxiliamos a los estudiantes en el 68, hicimos barricadas y la policía no pasó"

CHAVA ROCK

Ampliar la imagen Yo soy cien por ciento salsero, rumbero; contagio el ritmo cuando bailo, asegura el Tirantes Foto: Chava Rock

Arturo Ayala Plascencia, mejor conocido como Tirantes, es uno de los personajes pintorescos del barrio de Tepito, que ayer ofreció una muestra de baile de salón en la Galería José María Velasco, que se ubica en la calle de Peralvillo 55, casi esquina con Matamoros.

Tirantes cobró mayor popularidad cuando el actor Héctor Suárez dio vida a este personaje en la popular película Lagunilla mi barrio, el comediante protagonizó a un hombre de corta estatura, mujeriego, bailador y que disfrutaba la vida como le venía.

Arturo Ayala es un pachá-pachuco contemporáneo, vive en la vecindad más conocida de Tepito, Peralvillo 15, enorme monumento histórico en cuyos patios pueden circular los automóviles sin ningún problema.

La pequeña estancia en que nos recibe está tapizada de recuerdos; "como soy soltero, son una serie de regalitos que me traen mis bizcochos", dice de buen humor Arturo, quien muestra todo lo que rodean sus muros: imágenes de Jesucristo, biblias, instrumentos percusivos, tablero de ajedrez, fotos de Pedro Infante y Tin Tan; se sienta sobre una silla, la cual ya luce tan vieja que termina prácticamente recostado en el piso. Tirantes cuenta también con su jardín, dentro de la vecindad hay una puerta que comunica a un terreno baldío, allí tiene su hamaca, en la que dice que le gusta descansar.

­¿Cómo nació el nombre de Tirantes?

­Yo era muy pobre, tenía 16 años y un amigo me invita a unos quince años de su prima, él se llama Francisco Sarabia chico, porque su papá es Francisco Sarabia grande, pero yo no tenía ropa para ir, como el señor era pachuco y de mi estatura, me prestó su traje, me quedó bien, pero un poco flojo, así que me pusieron tirantes para que no estuviera tan apretado el cinturón. Ya en la fiesta me puse a bailar a toda madre, las chavas me sacaron a bailar, me decían chaparrito quiero bailar contigo, empecé a sudar y me quité el saco, entonces se vieron los tirantes y me gritaban "oye tirantes baila con mi novia, baila con mi amiga", desde entonces me empezaron a decir Tirantes. Como bailé bien, el señor me regaló la ropa y después empecé a ir al Salón Los Angeles y me metía a bailar al frente de la orquesta, que es donde regularmente bailan los buenos. Me dio gusto que ya no me dijeran chaparrito, entonces ya empecé a usar los tirantes para ir a bailar, me vestía de pachuco.

­¿Nació en Tepito?

­Yo nací en Plaza Bartolomé de las Casas No. 24 interior 10, justamente a un costado de la iglesia de San Francisco de Asís, y a un lado está el campo de futbol, eso es lo que se considera el corazón del barrio, La Rinconada. Somos 10 hermanos, nada más uno falleció. Mi mamá, Ofelia, todavía vive. De jovencito fui boxeador amateur, no pude debutar porque me casé, me robé a mi esposa cuando yo tenía 19 años y ella 14. Me divorcié hace 10 años, todos mis hijos y su mamá radican en Guadalajara. Tuve cinco hijos, el mayor es licenciado en economía, se llama Arturo; el otro es Francisco, cantante, actor y bailarín; después viene Oscar, él es ahijado de Oscar de León, mi compadre me lo bautizó hace 22 años, él se dedicó al box, una vez vino a pelear al Salón 21, es El Zurdo Ayala, y le ganó al sobrino del ex Campeón Mundial Amado Panterita Ursúa. De mis hijas, falleció Laurita, que en paz descanse, era una excelente bailarina; mi hija mayor se llama Xóchitl, como su mamá.

­¿Qué estaba haciendo en el 68, cuando el gobierno mandó matar estudiantes?

­Algo inolvidable. Nosotros los tepiteños auxiliamos a los estudiantes, venían heridos corriendo de Tlatelolco, nosotros los atrapábamos por la iglesia de Santa Ana y los metíamos a las vecindades para auxiliarlos, había una barricada de padres de familia haciéndosela de pedo a los granaderos, y los güeyes no se aventaban. Eso yo lo viví a los 18 años, con tristeza, pero con orgullo por haber ayudado.

­¿Te vez reflejado en el Tirantes de la película?

­Pues sí. La gente que me conoce dice que hasta se quedó chico, que yo soy una pinche amenaza, si te conocieran cabrón, comentan. Las mujeres me dicen "no te das porque no te alcanzas". Soy cábula, pero sé dónde. Mi debilidad son las mujeres, pero soy muy respetuoso, con casadas no me gusta tener ningún tipo de relación.

­¿Va a cabarets?

­La verdad es que yo fui en algún tiempo, pero cuando aprendí a bailar bien ya no, siento que no está bien que tenga que pagar 10 pesos a una chava que no sabe bailar, la mayoría de las que trabajan en los cabarets no saben bailar, nada más van a fichar.

­¿A quién admira más: al Resortes o Tin Tan?

­Cada bailarín es el mejor en su estilo. No se puede comparar. Yo voy a bailar al Tarará, pura chavita discutida va allí, les gusta bailar conmigo porque la mayoría bailan como les dijo su maestro, dan vueltas cuando no deben, por ejemplo está la base, cuando entran los trombones es el momento preciso para hacer una variante, ya que terminaron los metales de descargar es cuando regresas a la base, de repente empieza el bongó y es momento de otra variante, cuando termina el bongó hay que regresar a la base. Conmigo no hay de que no salga un paso, a güevo sale el paso.

 
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