Usted está aquí: viernes 26 de enero de 2007 Política Incoherente, decisión vaticana sobre diáconos de San Cristóbal: Raúl Vera

La sede papal suspendió ordenación de esos ministros

Incoherente, decisión vaticana sobre diáconos de San Cristóbal: Raúl Vera

ELIO HENRIQUEZ

San Cristobal de las Casas, Chis., 25 de enero. La decisión del Vaticano de suspender la ordenación de diáconos permanentes en la diócesis de San Cristóbal "es lo más incoherente que he escuchado", afirmó Raúl Vera López, obispo de Saltillo, Coahuila.

Añadió que la medida se tomó "a una distancia muy grande física y culturalmente" y con "cierto racismo", sin entender el proceso pastoral que se desarrolla en este distrito religioso, donde existen 340 de esos ministros.

"El Vaticano prohibió la ordenación de los diáconos porque hizo una lectura de que éstos van a tener un poder aquí, pero el ministerio ordenado en los diáconos permanentes es el que deberíamos tener también los sacerdotes y los obispos, que es un sentido de servicio", afirmó en entrevista el prelado, quien durante cuatro años fue obispo coadjutor de San Cristóbal.

"El Concilio Vaticano II abrió las puertas al diaconado permanente para el crecimiento de la fe, pero no se dio cuenta de que, a través de éste, sobre todo en las zonas de misión, las nuevas iglesias iban a adquirir derechos", sostuvo.

El año pasado el Vaticano solicitó a la diócesis local no ordenar más diáconos permanentes, y que en cambio promoviera la ordenación de sacerdotes.

Vera López consideró: "desde el momento en que les dimos una madurez en todo el sentido con la ayuda del concilio, la eucaristía se convirtió en un derecho para los indígenas, y un derecho a vivir la eucaristía dentro de su propia cultura. Esto no se está entendiendo y la medida (de suspender la ordenación) se está tomando a una distancia muy grande físicamente, y culturalmente más todavía".

El diaconado permanente con hombres casados lo estableció la propia Iglesia católica a partir de dicho concilio, y "esta diócesis ha respondido a las necesidades pastorales con un ministerio propio que surge de la misma comunidad indígena", agregó.

Destacó que el diaconado permanente "ha tomado aquí un papel importantísimo en la estructura de la Iglesia, porque es el modo como se ha encarnado el ministerio ordenado dentro de la cultura indígena donde, cuando menos aquí entre los mayas, nos consta, la persona soltera, aunque sea de 50 años, es considerada un muchacho y no puede, a nivel político ni religioso, ser jefe de la comunidad.

"El diaconado permanente obedece a un modo cultural de respuesta de parte de la Iglesia, que generó comunidades que se sienten con derecho pleno a su desarrollo como una Iglesia normal", manifestó Vera López, quien estuvo en esta ciudad para participar en la reunión del consejo directivo del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.

Sostuvo que el diaconado permanente "ha generado comunidades muy maduras que quieren experimentar también la madurez de su ser comunitario: cuando llegué a esta diócesis (como coadjutor en 1995) me lo plantearon: 'nosotros quisiéramos que nuestros diáconos llegaran a ser sacerdotes', y les respondí que la ley de la Iglesia sólo permite sacerdotes célibes; entonces no está en mi posibilidad, yo no soy el Papa".

Las comunidades indias, enfatizó Vera López, se han vuelto "profundamente eucarísticas, porque a mí me lo dijeron: 'queremos tener la eucaristía, la unción de los enfermos, el sacramento de la penitencia'".

 
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