Usted está aquí: jueves 25 de enero de 2007 Gastronomía Platillos europeos del siglo XIX, tendencia del restaurante Belvedere

La presentación de los guisos es una obra de arte, expresa la propietaria Ruth Díaz

Platillos europeos del siglo XIX, tendencia del restaurante Belvedere

Se inauguró hace sólo cinco meses y ya cuenta con una clientela fiel y conocedora

Los precios corresponden con el tipo de comida que se ofrece, porque no se escatima en la calidad, asegura

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen El restaurante Belvedere se especializa en comida francesa y cuenta con una extensa carta de vinos Foto: Yazmín Ortega

Hay platillos de la cocina francesa que son una obra de arte. "Hasta da pena comérselos", expresó Ruth Díaz González, propietaria del restaurante Belvedere La Petite France, ubicado en la calle Puebla 92, colonia Roma, que se inauguró hace cinco meses y ya cuenta con una clientela fiel, exigente, conocedora.

En promedio, agregó Díaz González, apagar la sed y saciar el apetito cuesta unos 350 pesos por persona, "pero vale la pena", aseguró. A su lado, el capitán del negocio, Angel Sicilia Villarreal, dijo que belvedere significa "zona verde, alborada, vista verde o valle verde".

Díaz González precisó que el antecedente del Belvedere "es un restaurante italiano rústico, de comida italiana casera, que estuvo funcionando aquí durante cuatro años. Al reiniciarlo nos especializamos en cocina europea, sobre todo francesa. A la par, asistí a un curso en el Cordón Blue, y así han ido surgiendo ideas.

"La decoración es simple, a diferencia de otros negocios. Esto fue idea original de mi papá, Jorge Díaz González. Al principio, el aprendizaje fue por mi cuenta, con un chef."

Lo más común que puede pedir la gente es la sopa de cebolla, los caracoles a la pernod (75 pesos), la lonja de salmón con salsa blanca al eneldo y riesling (120 pesos), el huachinango relleno con duxelle y salsa blanca y la rueda de robalo.

El "capi" Sicilia afirmó que la sopa de cebolla es clásica. "Es un potaje, entre crema y sopa; es un clásico francés de primera. No es pesada. La sopa de mariscos, por ejemplo, es abundante, vasta, pero tampoco es pesada. Los pescados son exquisitos y ligeros, de fácil digestión. El salmón, el atún y los cortes de carne son de primera.

"La carne es de importación; las salsas son netamente francesas; es decir, no hay nada hechizo. Todo se hace en esta cocina, que es tradicional y auténtica. El objetivo fue hacer una comida muy al estilo del siglo XIX. Esta es la tendencia", añadió.

Para Díaz González, tras cinco meses de servicio, el Belvedere "ha gustado mucho. La gente regresa".

Sicilia: "Para ser sinceros, sí necesitamos un poco más de clientela. Aunque ya pinta muy bien".

La dueña expuso que la zona donde están ubicados es muy competida. "A lo que hay que sumar los cambios que ha habido en la política económica. Sin embargo, los comentarios de los clientes han sido muy halagadores y elocuentes.

"La comida es muy elaborada, muy procesada; cuidamos mucho desgrasar todas las bases. Si bien no es ligera ­en el sentido de lo light­ no es pesada para la digestión. En el menú hay uvas con queso, ciruelas gratinadas y ensaladas, como la César Belvedere, que va acompañada de anchoas, tejas de parmesano y manzana.

"Las opciones son muchas. Hay pechugas de pollo con salsa ligera o al gusto. El cliente puede sugerir; no estamos cerrados respecto de las guarniciones."

Sobre los precios, Díaz González comentó: "Es algo que se debe de cuidar. Los considero accesibles, de acuerdo con el tipo de comida que se sirve, porque no se escatima en la calidad de la materia prima. Simplemente, el chocolate es de primera, lo cual se puede sentir al tacto, se puede apreciar la textura.

"Además, la crema y la mantequilla, son de lo mejor. Se cuidan los costos, pero no en función de los comensales. Aprovechamos al máximo para mantener los precios".

Recomendaciones del experto

Sicilia recomendó la pechuga de pollo rellena. "Hasta ahora nadie nos ha dicho nada negativo. Y el huachinango no tiene nombre. Son platillos en serio. Nos agradecen la sugerencia."

Para Díaz González, su clientela está conformada por personas que "ya han pisado lugares con más experiencia, con escuela dentro de la mesa".

El capitán indicó que el Belvedere tiene una carta de vinos muy extensa, que incluye nacionales, chilenos, españoles, italianos, argentinos y franceses. "Hemos bajado los precios; tenemos 25 o 30 por ciento de descuento sobre el precio de la carta."

Hay blancos, como Gran Moment Bordeaux, La Croix Pardon Povill; tintos, como Amiral de Beychevelle, Chateau Caillou; espumosos secos, como Champs Elysees Brut, etcétera.

Para Díaz González, tener un restaurante como el Belvedere implica tener vocación de servicio. "Aquí hay química, trabajo en equipo. Es parte de la vida. Con pasión y amor todo funciona.

"La comida francesa tiene sabor, delicadeza. La presentación es una obra de arte en un plato. Sea un helado, un pescado o un pastel. Tiene un lado creativo".

Servicio a partir de las 13:30 horas, hasta las 23, de martes a sábado; domingos, sólo comida de 13 a 18. Teléfono: 5511 9666. Hay valet parking.

 
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