Usted está aquí: lunes 22 de enero de 2007 Sociedad y Justicia Exigen justicia en el caso de un menor jornalero fallecido mientras laboraba

Ramírez López envía carta al gobernador de Sinaloa, donde ocurrió el incidente

Exigen justicia en el caso de un menor jornalero fallecido mientras laboraba

En complicidad con el MP, la firma Agrícola Paredes se niega a asumir su responsabilidad

El presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Senado, el priísta Heladio Ramírez López, solicitó al gobernador de Sinaloa, Jesús Alberto Aguilar Padilla, que ordene a quien corresponda hacer justicia en el caso del niño indígena David Salgado, quien era jornalero agrícola y falleció debido a que un tractor lo atropelló en el campo de cultivo donde laboraba.

Ramírez López señala que los dueños de la empresa Agrícola Paredes ­ubicada en la comunidad de Costa Rica, Culiacán, de manera "irresponsable" buscaron ocultar la realidad y se niegan a indemnizar a la familia, "lo que atropella y agrava todavía más los derechos humanos y las leyes laborales del país".

De acuerdo con la denuncia del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, el niño David Salgado Aranda, de nueve años, nativo de la comunidad de Ayotzinapa, municipio de Tlapa de Comonfort, Guerrero, falleció en horas de trabajo el 6 de enero pasado.

El centro explica que el menor pereció debido a que un tractor lo atropelló mientras recolectaba tomates en el campo Los Pinos, y su deceso se debió al traumatismo craneoencefálico ocasionado por el incidente.

El menor y su familia salieron de Tlapa el 20 de diciembre con destino a Culiacán. La madre de David, Agustina Aranda, de 32 años, dijo al centro Tlachinollan que "debido a que en un campo rechazaron a dos de sus hijos, de 16 y 9 años, para trabajar en labores agrícolas, la familia ­seis hijos y los dos padres­ se trasladaron al campo Los Pinos, donde sí era posible que los menores trabajaran, para contribuir al gasto familiar. Por jornada de corte de tomate cada jornalero gana 68 pesos.

Agustina Aranda aseveró que la tarde del 6 de enero, sus hijos Silvestre, de 16 años, y David, de 9 años, juntos "estaban cortando tomates en un extremo del campo. David estaba entre los surcos y al caminar se tropezó con una cuerda y fue a caer debajo de la llanta de un tractor que pasaba en ese momento".

La organización no gubernamental denunció que aun cuando el Ministerio Público hizo el levantamiento del cadáver en el campo de cultivo, "en el acta de defunción consta que la muerte del menor ocurrió en la vía pública", y no "se inició averiguación previa para detener al conductor del tractor, responsable del homicidio".

Por su parte, Ramírez López, mediante una carta que envió ayer al gobernador, señala que reprueba el comportamiento de la empresa donde laboraba el menor, "que se niega a asumir la responsabilidad, lo mismo que el conductor del tractor causante de la muerte del niño, al intentar hacer aparecer, en complicidad con el agente del Ministerio Público, el accidente de trabajo como accidente callejero, pero sobre todo es condenable su ofrecimiento a los padres de David de seguir trabajando en sus plantaciones a condición de dar por zanjado el problema".

 
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