Usted está aquí: viernes 19 de enero de 2007 Política Arrancan oficialmente campañas para dirigir el Revolucionario Institucional

Las palabras más pronunciadas en los discursos fueron: renovar el partido

Arrancan oficialmente campañas para dirigir el Revolucionario Institucional

CIRO PEREZ SILVA

Aunque en el discurso fue invocado hasta el cansancio un proyecto de renovación del Partido Revolucionario Institucional (PRI), tanto en sus formas como en la incorporación de nuevos personajes, fueron pocos los candidatos a la dirigencia nacional de ese partido los que, en los hechos, abandonaron el lastre de la vieja escuela del acarreo y el despliegue de recursos, para proponer alternativas que, sin embargo, tienen pocas posibilidades de éxito.

Detrás de Beatriz Paredes y Enrique Jackson, considerados por muchos como los aspirantes con mayores probabilidades de ganar la elección interna para asumir la presidencia nacional del tricolor, estuvieron todos los viejos cuadros. Como los burócratas de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) que encabeza Joel Ayala, o casi la totalidad de la bancada de senadores a la 59 Legislatura, misma que coordinó Jackson, como Carlos Chaurand, Humberto Roque y hasta Ramón Mota Sánchez, entre los seguidores de quienes ofrecen "la renovación del PRI".

De los pocos cambios en la liturgia priísta, generados más por su debacle en los pasados años que por una convicción de cambio, fue una plaza semivacía, ante la que se desplegaron dos escenarios.

El de Beatriz Paredes y su compañero de fórmula, Jesús Murillo Karam, ex diputado, ex subsecretario de Gobernación, ex gobernador y hoy senador, quienes se dirigieron a sus seguidores desde las escalinatas de la sede nacional del tricolor, a pleno rayo del sol y en la más absoluta austeridad.

Frente a ellos, en la sombra, el despliegue de recursos. Pantallas espectaculares, templete hidráulico, pendones y enormes mantas que cubrieron el exterior de los edificios con la imagen de Jackson y su compañera de fórmula, la joven Sara Latife, que llegaron a su escenario cubiertos con el papel picado lanzado por cañones de aire.

Desde las escalinatas, Paredes Rangel pronunció un discurso de poco más de 40 minutos, en el que advirtió que la dirigencia nacional del PRI no debe ser trampolín para la satisfacción de apetitos personales o de grupo, mientras la flanqueaba Murillo Karam, cuya incorporación de último minuto al equipo de Paredes Rangel, aunque pudiera representar el apoyo del gobernador del estado de México, una de las anticipadas cartas del PRI para las próximas elecciones presidenciales, no fue aprobada del todo por sus seguidores, incluidos los madracistas, uno de los factores de decisión en este proceso electoral en el que participarán 22 mil consejeros priístas.

Enfrente, Jackson apostó por la mezcla de juventud y experiencia como oferta de campaña, además de destacar que es "un hombre de lealtad y de convicciones: nunca he traicionado al partido, nunca ha estado en duda mi militancia, nunca he chantajeado al PRI", exposición que venía a cuento dada su cercanía a Elba Esther Gordillo, expulsada del tricolor justamente por haber traicionado a este partido.

Jackson, de larga carrera en el PRI, y quien perdió la única elección en la que ha participado frente a Arturo Montiel, cuando un grupo de gobernadores intentó ganarle la candidatura presidencial a Roberto Madrazo, dijo que sus correligionarios decidirán con su voto si "condenan al partido a quedarse atrapado en el pasado o le abren el camino al PRI del futuro, al PRI que necesita el México de los nuevos tiempos, al PRI de ustedes, de Sara Latife y de Enrique Jackson".

Luego de arrojar esta piedra con dedicatoria a Paredes Rangel y Murillo Karam, el ex senador buscó la conciliación. "A nuestras compañeras y nuestros compañeros que se han inscrito y que van a competir, desde ahora Sara y yo les expresamos nuestro respeto, les extendemos la mano y esperamos pronto estar junto a ellos. Al final, nos vamos a necesitar todos, todos sin excepción".

Paredes Rangel, en tanto, ponderó la experiencia que representa su fórmula, su "disposición plena" y su "pasión por la política" al servicio de su partido, así como "visión y honradez en el compromiso de restablecer el tejido interno de nuestra organización".

Destacó que mantendrá una actitud respetuosa e incluyente, que propicie la reconciliación del priísmo, además de que rechazó "categóricamente" cualquier pretensión de conseguir la candidatura a la Presidencia de la República a partir del uso de la directiva del partido

"Beatriz Paredes no entra en ese grupo. Es la hora de servir al partido, no de servirse del mismo.

"Requerimos una presidencia del partido abierta, con capacidad de diálogo con todas las corrientes, conocedora de los intrincados vericuetos de una organización política tan amplia como la nuestra", agregó.

Una dirigencia, dijo, que reconoce el papel que juegan las regiones, los estados y los municipios, y apoya las dinámicas internas de las expresiones locales del partido.

"No más pretensiones de subordinar el protagonismo democrático y democratizador de las regiones. No más actitudes virreinales de los delegados del Comité Ejecutivo Nacional, que deben ser enlace, facilitadores de la cohesión nacional y no obstáculo para el mejor entendimiento", además insistir en que el PRI "debe de comprometerse de manera clara y llana con las nuevas generaciones".

Junto con estas fórmulas se registraron las que integran Sergio Martínez Chavarría y Artemisa Lara Orozco; Zenen Avila Elena y Aidé Anabel Hernández; Javier Oliva Posada y Lucía Montes Vázquez; Alejandro Gárate Uruchurtu y Amelia Olguín Vargas, además de Marco Tulio Zárate Luna y Aisha Vallejo Utrillas.

Javier Oliva lamentó el acarreo y el despliegue de recursos de sus contrincantes, y subrayó que en esta elección está en juego una auténtica renovación del PRI frente al interés de otros por mantener las mismas formas y estructuras que los llevaron a perder en dos ocasiones consecutivas la Presidencia de la República.

Oliva Posada destacó que su primer cargo en el PRI fue el de representante de casilla en 1985 en lo que era el primer distrito en la colonia Roma, "y de ahí a la fecha he trabajado en compromiso, con dedicación, con lealtad al partido y por todos sus candidatos".

Gárate Uruchurtu, en tanto, coincidió con Javier Oliva y dijo que "esas grandes movilizaciones no tienen caso; vamos a un proceso interno el cual debe ser de una amplísima comunicación con los consejeros estatales y nacionales. Yo puedo asegurar algo: gran parte de la gente que estuvo afuera hace un momento, como mucha de la gente que vendrá con el siguiente aspirante, muchos de ellos no votan, es nada más venir a hacer alharaca, a demostrar que tienen aparentemente una gran fuerza".

 
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