Usted está aquí: miércoles 17 de enero de 2007 Cultura Detenidos los trabajos en la Casa de las Ajaracas por falta de recursos

Los fondos determinarán los tiempos, dice Alvaro Barrera

Detenidos los trabajos en la Casa de las Ajaracas por falta de recursos

MERRY MACMASTERS

Los trabajos arqueológicos de la Casa de las Ajaracas, donde el pasado 2 de octubre se encontró un espectacular monolito ­sólo se monitorea la escultura que mide 3.57 por 4 metros­, están detenidos debido a que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no ha asignado los recursos correspondientes para el presente año, expresó Alvaro Barrera.

El arqueólogo habló ayer de los hallazgos de 2000 y 2006 dentro del predio ubicado a un costado de la zona arqueológica del Templo Mayor, al inicio del Taller de Estudios sobre la Muerte, coordinado por Elsa Malvido, en la Dirección de Estudios Históricos del INAH. Hasta el momento se han encontrado 12 ofrendas en el sitio, nueve de ellas relacionadas con el Templo Mayor.

Aunque Barrera no quiso hablar de cantidades ­inclusive dijo todavía tener que platicar con la restauradora para reunir los requerimientos de ambos­, reconoció que los fondos aún por liberarse determinarán los tiempos de los trabajos. El siguiente paso será retirar la escultura de Tlaltechuhtli, que se estima pesa unas 12 toneladas, pasarla a una mesa que está a un costado, en aras de averiguar qué hay debajo de ella, y así saber si se seguirá adelante con la excavación.

Después de eso, la piedra regresará al lugar donde estaba. También se procurará ver "si deveras está el altar de la sexta etapa del Templo Mayor'', apuntó Barrera. Luego se acondicionará el espacio para que el público lo pueda visitar. El arqueólogo anotó que los recursos, "cuando lleguen, van a servir tanto para hacer ese movimiento, como para excavar debajo de la escultura, consolidar y restaurar toda la escalinata".

Existe la hipótesis que debajo del monolito se encuentran los restos de Ahuitzotl, antecesor de Moctezuma II. De resultar cierto, estarían en una urna porque el rey fue quemado. La pieza está partida en cuatro partes y en medio hay un hueco.

"No sabemos si esa oquedad es consecuencia de las grietas que partieron a la pieza o ya estaba así", apuntó Barrera. Entonces, "necesitamos estudiar en el interior para ver si hay fragmentos de la pieza". Anotó que de la boca descarnada de Tlaltechuhtli, dios que se alimenta de los cadáveres, corre la representación de un chorro de sangre, además de que la lengua está salida: "es probable que se alimenta de algo que está allá abajo".

Agregó que también se hacen excavaciones en torno del Centro Cultural de España, por el lado de Donceles, "para conocer cómo está el terreno", que aún se encuentra dentro del perímetro del centro ceremonial.

 
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