Usted está aquí: jueves 11 de enero de 2007 Ciencias "Penoso, que en México no se actúe contra efectos del cambio climático"

El presidente Calderón debe perder el miedo a preguntar qué hacer: expertos del CCA

"Penoso, que en México no se actúe contra efectos del cambio climático"

Este año, los gases invernadero y El Niño pueden causar serios problemas en la agricultura, la pesca y los bosques del país, advirtió Carlos Gay García, director del órgano de la máxima casa de estudios

JOSE GALAN

Ampliar la imagen Gráfica donde se aprecia el monte Kilimanjaro, en Tanzania, Africa. Esta montaña se ha convertido en icono de las campañas ambientalistas, ya que en los recientes 20 años han disminuido sus glaciares por el calentamiento global Foto: Reuters

Ante el fenómeno del cambio climático, que coloca a la población mexicana en vulnerabilidad social, el gobierno de Felipe Calderón y los miembros del Congreso de la Unión deben perder el miedo a preguntar a la comunidad científica qué hacer, afirmaron ayer investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (CCA-UNAM).

Advirtieron, además, que este año podría ser, en términos climáticos, de los más calientes en la historia moderna, lo cual podría originar problemas con el agua, la agricultura y el medio ambiente. "Lo malo es pensar que todo va a seguir igual", señalaron, tras pronosticar un incremento de 0.7 grados a la temperatura media global, que es de 14.3 grados centígrados.

Carlos Gay García, director del CCA; la secretaria académica del centro, Amparo Martínez Arroyo, y los investigadores Jorge Zavala Hidalgo y Cecilia Conde Alvarez, agregaron, en conferencia de prensa, que el efecto de los gases invernadero y del fenómeno conocido como El Niño provocarían en 2007 "graves problemas" para la agricultura, los bosques y selvas, la pesca y el medio ambiente en las zonas costeras. Es decir, añadieron, millones de mexicanos resultarían afectados.

Inversión mínima necesaria

Gay García expresó, a nombre del panel, "profunda preocupación", porque en México "prácticamente no se está haciendo nada" para prevenir los efectos de estos cambios que, por otra parte, se manifiestan a escala global, y señaló que es necesario que la comunidad internacional invierta, por lo menos, uno por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial, "porque si esperamos, dentro de 50 años la inversión deberá ser de por lo menos 40 por ciento de ese mismo PIB".

En el plano nacional, los expertos lamentaron la falta de inversión, no sólo en la formación de investigadores y de financiamiento en infraestructura, sino de decisión para encarar uno de los principales problemas que enfrenta el medio ambiente en México, con el consiguiente costo social.

"Si el gobierno de Felipe Calderón ha de gastar dinero, pues que lo haga en educación, que busque reducir la vulnerabilidad social y que no tema preguntar. Podemos ayudarle a que se le ocurran las preguntas pertinentes", agregó Gay García.

Los expertos recordaron que los efectos de El Niño provocaron pérdidas por 2 mil millones de dólares, tan sólo en 1998, y sostuvieron que, de acuerdo con el informe de evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático ­con carácter internacional­, se espera que para 2100 las temperaturas aumenten entre 1.5 y 6 grados centígrados a escala global, "lo cual sería terrible", subrayaron.

"Ese calentamiento se dará con el desarrollo del planeta, pues la elevación de emisiones de gases de invernadero puede propiciar climas más cálidos."

Para nuestro país, los efectos reales podrían ser una reducción neta en las superficies cultivables; la cobertura vegetal del país se vería afectada hasta en 50 por ciento bajo esas condiciones, particularmente los bosques templados, los matorrales xerófitos y los pastizales de afinidades templadas.

"Es necesario que los tres niveles de gobierno, así como las cámaras del Congreso de la Unión, asuman la responsabilidad que les corresponde", coincidieron los panelistas.

"Es una vergüenza que en México haya sólo un puñado de investigadores dedicados a estudiar estos cambios, contrario a lo que sucede en otros países como Reino Unido, donde existen campañas nacionales y miles de investigadores dedicados a prevenir y resolver este problema.

"No se vale que, sabiendo que aún hay tiempo, no se haga nada al respecto", dijo Gay García.

 
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