Usted está aquí: miércoles 10 de enero de 2007 Política La Iglesia católica vigilará el ingreso a los seminarios para evitar casos de pederastia

Rivera Carrera ordena revisar expedientes de curas que ofician en su arquidiócesis

La Iglesia católica vigilará el ingreso a los seminarios para evitar casos de pederastia

Estamos en alerta para prevenir que no vuelvan a repetirse estos crímenes: Eugenio Lira

ALMA E. MUÑOZ

La arquidiócesis de Puebla determinó reforzar la supervisión del ingreso de jóvenes a sus seminarios, para prevenir conductas delictivas de quienes puedan llegar a ser sacerdotes. En tanto, en la arquidiócesis primada de México el cardenal Norberto Rivera Carrera giró instrucciones a sus obispos auxiliares para que revisen cada uno de los expedientes de los curas que tienen permiso para prestar sus servicios en esta circunscripción eclesiástica.

Todo lo anterior, después del escándalo provocado por los presuntos abusos sexuales cometidos por el sacerdote Nicolás Aguilar Rivera en contra de aproximadamente 100 menores de edad, lo que desembocó en demandas ante la Corte Superior de California en contra del cardenal Rivera Carrera, por presunto encubrimiento.

Es evidente, afirmó el vocero del arzobispado de Puebla, Eugenio Lira, "esta situación nos pone en alerta para seguir todo lo que esté de nuestra parte, con el propósito de prevenir que no vuelvan a repetirse ninguno de estos crímenes tan terribles y que lastiman a tanta gente".

Una de las vías, precisó el presbítero, es cuidar más el ingreso de los jóvenes seminaristas y de los candidatos al sacerdocio. "Al vigilar más su formación, estamos teniendo más cuidado", sostuvo.

­¿Qué medidas necesitan aplicar para evitar que se filtren personas que puedan tener actitudes delictivas después como sacerdotes?

­Hacemos todo lo que es humanamente posible y viable. Por ejemplo, tener el apoyo de un cuerpo de sicólogos debidamente capacitados que no solamente ayuden al muchacho en su proceso de discernimiento vocacional, antes de entrar al seminario, sino que a lo largo de la formación estén atentos de ello, lo mismo que el equipo formador.

"Se está procurando que este equipo cuente con la debida capacitación para detectar, en la medida de lo posible, una conducta que pueda, de alguna forma, anunciar algún problema en la persona", apuntó.

Manifestó que aunque lo anterior se viene trabajando desde años atrás, ahora se está reforzando. "Llevo 14 años trabajando en el Seminario de Puebla, y es el tiempo que más o menos llevamos brindando el apoyo de los sicólogos, igual que en el Seminario Menor, donde se sigue el mismo proceso".

­¿Han podido detectar y frenar este tipo de conductas?

­Lo que hemos podido detectar no han sido casos tan delicados, pero sí cuando una persona no tiene la adecuada madurez sicoafectiva o no es su vocación ser sacerdote; más bien que fue condicionado a ingresar (en los seminarios), entonces se le ayuda a ver que no es su camino, para que salga. Gracias a Dios no hemos tenido casos tan graves.

"Observación directa"

Lira especificó que aplican pruebas y se hace una observación directa al candidato. "Constantemente el equipo formador analiza el caso de cada alumno, para ver qué se ha podido observar respecto de él: su forma de actuar, su conducta. Claro, todo en el foro externo."

A los directores espirituales, indicó el vocero del arzobispado de Puebla, "nos compete lo referente al foro interno, si el mismo muchacho nos manifiesta que tiene algún problema o detectamos que no puede continuar adelante".

Lo último que queremos, enfatizó, "es que una persona con algún tipo de estos trastornos sea ordenado sacerdote, porque es un problema para todos, se causa mucho dolor".

En el mismo sentido, la arquidiócesis de México tomó medidas: el cardenal Rivera Carrera solicitó en septiembre pasado, tras la primera denuncia recibida en su contra en la Corte Superior de California, Estados Unidos por el caso de nicolás Aguilar, que en el Seminario Conciliar se extremaran las diligencias de selección de candidatos a sacerdotes y se expulse definitivamente a seminaristas que "pudieran presentar tendencias patológicas que más tarde podríamos lamentar".

Además, instruyó a sus obispos auxiliares a revisar todos y cada uno de los expedientes de sacerdotes que tienen permiso para estar en la circunscripción eclesiástica. Esto les ha permitido encontrar que hay algunos sacerdotes que no han entregado el permiso de su obispo para estar oficiando en la arquidiócesis, pese a que lo establece el Código de Derecho Canónico.

De igual manera, los prelados tienen como otra encomienda revisar que en sus respectivas vicarías no haya casos sin resolver de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.

 
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