Usted está aquí: sábado 6 de enero de 2007 Cultura Preparan gran celebración por los 20 años del Museo del Templo Mayor

ESPACIOS DE ENCUENTRO

La exposición Cosmovisión Mexica será el punto de arranque para los festejos, señalan

Preparan gran celebración por los 20 años del Museo del Templo Mayor

La entrada a la zona arqueológica será por donde se encontró el monolito de Tlatecuhtli, anuncia el director del recinto

Estudian la forma en que el ruido del ambulantaje afecta los vestigios

ANA MONICA RODRIGUEZ

Ampliar la imagen El Museo del Templo Mayor ha buscado desde su fundación, la difusión de la cultura azteca. En la imagen, la recreación de un sepulcro mexica Foto: Yazmín Ortega Cortés

Ampliar la imagen Chac Mol, en la zona arqueológica Foto: Héctor Montaño, cortesía INAH

La exposición Cosmovisión Mexica, que se inaugurará en marzo próximo en el Museo del Templo Mayor, abrirá las actividades que enmarcarán el vigésimo aniversario del recinto diseñado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, que fue inaugurado el 12 de octubre de 1987.

José Alberto Román Berrelleza, director del museo de sitio, informó a La Jornada que la muestra consta de un "panorama general sobre las concepciones y las ideas que los aztecas tenían sobre sí mismos, sobre el universo y sobre todas las cosas que existían sobre la tierra".

Además de los antiguos pobladores, explicó, se profundizará sobre "cuáles eran esas concepciones que daban cuerpo y lugar a los aspectos religiosos, ritos y ceremonias y todas las creencias las cuales tenían un impacto muy profundo en el comportamiento cotidiano".

En los módulos temáticos que integrarán la muestra se explicarán con gráficos, piezas arqueológicas y cédulas informativas "desde cuándo surgen dichas concepciones, cómo se expresan en la realidad, cómo se practicaban y en qué ámbitos de la vida cotidiana penetraban este tipo de ideas".

Román Berrelleza dijo que las muestras que cada año se exponen en el recinto contribuyen a la enseñanza, así como a la difusión de proyectos y de investigaciones que realizan los especialistas en torno al Templo Mayor y a la cultura prehispánica. "También creemos que las exposiciones tienen una vida útil para ser desmontadas inmediatamente y por eso se piensa en itinerarlas por lo menos en cuatro o cinco sedes."

Sobre la muestra Entre ríos y montañas sagradas: arqueología en El Cajón, Nayarit, el antropólogo dijo que se exhibirá hasta finales de enero en el vestíbulo del recinto y después será trasladada al Museo Regional de ese estado.

La muestra temporal consta de 168 piezas y la recreación museográfica de dos tumbas de tiro, tradición característica funeraria de la región.

Dichas tumbas eran un pozo vertical a ras del suelo, de forma cuadrada o circular, que varían de 1.20 a 16 metros de profundidad y baja hacia una cámara o bóveda en donde era depositado el muerto y las ofrendas de acompañamiento.

En el breve recorrido también se observa una estela hallada en El Tepetate y que representa a una persona con las manos de frente y las piernas abiertas en una actitud de movimiento, pero se desconoce si está dedicada a alguna deidad.

La finalidad, expresó José Alberto Román, es que los espectadores aprecien las manifestaciones culturales de los grupos que habitaron esa región desde la época prehispánica hasta nuestros días.

También el titular del Museo del Templo Mayor dijo que desde su fundación el recinto continúa sin tregua trabajando en la conservación, investigación y difusión del material arqueológico.

En las ocho salas que tiene el museo de sitio, que cumplirá dos décadas en octubre, se exhiben miles de objetos, muchos de los cuales provienen de más de 110 ofrendas localizadas en la zona arqueológica, así como esculturas, relieves y otras piezas halladas en lo que fue el centro ceremonial de Tenochtitlán.

En su interior también se renuevan constantemente los vestigios del acervo que integra la exposición permanente que se divide simbólicamente en los templos dedicados a Huitzilopochtli, dios de la guerra y Tláloc, dios de la lluvia.

Además se halla la pieza emblemática del lugar, el monolito de Coyolxauhqui, deidad lunar que cumple 29 años de haber sido hallada por trabajadores de la Compañía de Luz en la madrugada del 21 de febrero de 1978.

Estudio del entorno

Para preservar el patrimonio histórico-cultural, continúo Román Berrelleza, se realizan múltiples proyectos, entre los que figura el que realizan estudiantes del Instituto Politécnico Nacional quienes buscan establecer cómo afecta a la zona arqueológica el ruido que ocasiona el comercio informal que la circunda.

Abundó: "El objetivo de la investigación es analizar cómo afecta el ruido externo que genera el ambulantaje al patrimonio arquitectónico, eso debido a los niveles ensordecedores con que escuchan la música y que el humano apenas soporta. Ese ruido y las vibraciones que ocasionan los altos decibeles serán motivo de estudio para comprobar de qué manera afectan a los delicados estucos, a la pintura mural o los mismos monumentos ubicados dentro de la zona arqueológica".

A sus casi 20 años el Museo del Templo Mayor enfrenta otros problemas de carácter social que se generan a causa del mismo ambulantaje, como son las grandes cantidades de basura, las plagas de alacranes y ratas "y si continuamos así algún día las alimañas nos tomarán por asalto, pese a las constantes fumigaciones".

Los asaltos y la venta de estupefacientes en las inmediaciones de la zona prehispánica ­alertó el director del museo­ son secuelas de la misma problemática y por ello "las autoridades correspondientes deben tomar en cuenta que al museo acuden en su mayoría estudiantes de primaria".

La preocupación se genera debido a que el museo, a decir de su titular, es el tercero en términos de visitantes a escala nacional, sólo detrás del Museo Nacional de Antropología y el Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.

Ese aliciente, prosiguió Román, "nos estimula y obliga a estar en constante innovación, plantear nuevas temáticas en cuanto al conocimiento que se tiene de la cultura mexica y plantear nuevos proyectos para generar conocimientos y que las próximas generaciones" también tengan la oportunidad de contemplar y aprender de este patrimonio cultural.

Además, las áreas de conservación y restauración también permiten que las piezas que se recuperan en excavaciones estén disponibles como novedades y actualizaciones en las salas del museo, informa.

El 2 de octubre del año pasado fue hallado el gran monolito de Tlaltecuhtli al pie del Templo Mayor y Román Berrelleza dijo que se trabaja en un proyecto integral urbanístico para que la entrada a la zona arqueológica ­que se prolongará hasta el predio Las Ajaracas­ sea por donde fue descubierta la deidad mexica de la tierra que permanecerá in situ.

 
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