Usted está aquí: sábado 6 de enero de 2007 Capital Poco a poco, albergues del gobierno del DF se ganan la confianza de indigentes

Más de mil 200 personas ha atendido la campaña En frío invierno, calor humano

Poco a poco, albergues del gobierno del DF se ganan la confianza de indigentes

Muchos de ellos ya llegan por su propio pie, afirma Rosa Márquez, directora del IASIS

Los jóvenes son más reticentes a ir; si no aceptan, se les deja una cobija, dice

ALEJANDRO CRUZ FLORES

Ampliar la imagen Martí Batres, secretario de Desarrollo Social, en el curso del recorrido que realizó en el albergue La Coruña, donde la secretaría a su cargo lleva a cabo una campaña de convencimiento para que indigentes pasen la noche en estos lugares durante esta temporada de frío Foto: Víctor Camacho

Las bajas temperaturas que se registran durante esta temporada tienen como consecuencia un recrudecimiento de las enfermedades respiratorias, que inclusive pueden causar hasta la muerte. Uno de los sectores más afectados son los niños y jóvenes en situación de calle e indigentes, por lo que el gobierno del Distrito Federal, a través de la Secretaría de Desarrollo Social ha implementado la campaña En frío invierno, calor humano.

Por medio de recorridos en diversos puntos de la ciudad, personal del Instituto de Asistencia e Integración Social (IASIS), con el apoyo de las autoridades delegacionales y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, invitan a niños, jóvenes y adultos a pasar la noche en uno de los albergues del DF con el objetivo de protegerlos de las inclemencias del tiempo, que en las madrugadas pueden alcanzar hasta los cero grados centígrados, durante el invierno.

Se trata sobre todo de menores de edad y adultos mayores con problemas de adicción a las drogas y al alcohol, que han hecho de la calle su hogar e improvisan precarias viviendas en glorietas y banquetas con ropa sucia, cartón o cualquier objeto que encuentran a la mano para protegerse del frío.

Aunque en principio se muestran reticentes a aceptar la ayuda, Rosa Márquez, directora del IASIS, asegura que gracias a que se tiene bien identificada a la población vulnerable y la constancia en la labor de convencimiento, se ha logrado que poco a poco se vayan ganando la confianza de estas personas, hasta el grado de que ya muchos "llegan por su propio pie" al albergue.

Al principio, ponen muchas excusas, como que mañana tienen que trabajar temprano y que "ya me voy a ir" a casa de un familiar. Tal es el caso de Fernando, un joven de 23 años de edad, que se dedica a la recolección y venta de aluminio, acompañado de su pequeño hijo de cinco años, duerme en una improvisada casa de campaña, instalada en una acera en Paseo de la Reforma y Mosqueta.

A pesar de que se le hace ver que el niño es propenso a enfermedades por el frío y las condiciones insalubres en las que vive, se niega a ir al albergue, argumentando que "ya mañana me voy a casa de mi mamá". Ahí también vive Nayeli, joven embarazada y visiblemente drogada, quien al igual que Fernando se resiste a abandonar la "vivienda".

Es un recorrido a lo largo de Paseo de la Reforma, por lugares conocidos como puntos de encuentro, donde grupos de jóvenes pasan la noche casi a la intemperie. Allí se pudo constatar que la labor no es fácil, pues de las seis personas a las que se trato de persuadir para ir al albergue Coruña, ubicado en Sur A, número 2356, en la colonia Viaducto Piedad, sólo uno, bajo los efectos del activo, aceptó la ayuda, después de que su amigo le prometiera que al día siguiente iría por él a las 6 de la mañana.

María del Carmen Morgan López, coordinadora de Atención Social Emergente y Enlace Interinstitucional del IASIS, afirma que en promedio 30 personas al día aceptan la ayuda. Por lo regular "van por un día, se bañan, se alimentan y se les proporciona ropa limpia", además de que en Coruña se cuenta con una unidad de desintoxicación, donde médicos atienden a quienes son levantados bajo los efectos de las drogas ­sobre todo por el denominado activo­ y el alcohol, siempre y cuando ellos lo acepten.

Ahí se les ofrece una ayuda más integral en alguno de los centros permanentes con que cuenta el gobierno del DF, explica Morgan López, que sobre todo los adultos mayores aceptan, no así en el caso de los jóvenes, quienes por lo regular "están muy arraigados" a la calle.

"Aunque al día siguiente salgan a la calle y se vuelvan a drogar", dice Rosa Márquez, por lo menos saben que aquí hay un espacio en donde se les puede apoyar, porque se dan cuenta que no es un lugar de reclusión ni un separo", y ellos mismos regresan por su propio pie en el momento en que lo necesitan.

Esta campaña, se lleva a cabo del 17 de noviembre al 28 de febrero de cada año, para lo cual se emplean principalmente tres centros de ayuda: Villa Mujeres, para personas del sexo femenino; Plaza del Estudiante, para hombres de la tercera edad y Coruña para jóvenes y niños en situación de calle.

La intención es concientizarlos del peligro al que están expuestos por dormir a la intemperie y ofrecerles los servicios, y si no los aceptan, precisa Morgan López "les dejamos una cobija para que se protejan del frío".

Por su parte, el secretario de Desarrollo Social del DF, Martí Batres, luego de precisar que estos recorridos son permanentes, aunque se refuerzan durante la temporada invernal, indicó que en el marco de esta campaña se han atendido a aproximadamente mil 200 personas. "No se trata solamente de tener los albergues disponibles y las cenas dispuestas, sino también ir por la gente, porque si no se les protege del frío, pueden hasta morir", subrayó.

 
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