Número 126 | Jueves 4 de enero de 2007
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Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito Lemus

La “normalización” de los disidentes

Por Mario Alberto Reyes

En el transcurso de las últimas tres décadas, el mundo occidental ha experimentado una serie de procesos políticos y sociales que han permitido la gradual integración de las personas homosexuales, marginadas e invisibilizadas debido al estigma que históricamente ha acompañado a la homosexualidad.

En La nueva homosexualidad, Marina Castañeda plantea que el parteaguas de la liberación gay ocurrió en 1980, año en el que surge una brecha generacional en cuanto a la concepción de la homosexualidad. Quienes nacieron antes de esa fecha —independientemente de su orientación sexual—, todavía asimilaron las viejas concepciones médicas y psicoanalíticas de la homosexualidad siempre asociadas a la vergüenza y temor al rechazo. En cambio, para quienes lo hicieron después, se trata de una práctica normal e incluso atractiva.

Aunque los avances en la integración social registrados por el reconocimiento de derechos a gays, lesbianas y transexuales, entre ellos al matrimonio, constituyen irrefutables evidencias de la “normalización” de la homosexualidad, el texto de Castañeda no los atribuye a la benevolencia de la sociedad, sino que los concibe, en parte, como fruto de las luchas que en contra de la represión han encabezado activistas en todo el mundo.

Sin embargo, y de manera paradójica, las protestas del movimiento de liberación gay encontraron un aliado inesperado en la lucha por el reconocimiento de sus derechos: el libre mercado. La mercadotecnia ha resultado fundamental para lograr la aceptación paulatina de la homosexualidad al difundir una imagen idealizada de homosexuales y lesbianas, situación que, subraya la autora, ha tenido un costo elevado para la identidad gay en su esencia más profunda.

La obra tambiénanaliza la función del Internet en la construcción de la nueva homosexualidad al combatir la ignorancia y el aislamiento para crear una comunidad virtual sin precedentes. Además de que amplió el gueto en que anteriormente habitaban. Sin embargo, no todo se reduce a la pornografía o al chat, pues se destaca la importancia del ciberespacio en la lucha por los derechos civiles.

Aunque la autora guarda una posición optimista en torno a los logros obtenidos por el movimiento de liberación gay, llama a estar alerta con respecto a las campañas permanentes que grupos religiosos y de derecha mantienen en su contra.

Enriquecido con una serie de entrevistas a parejas del mismo sexo y a personas que han convivido con padres, hijos o conocidos gays, el libro retrata acertadamente casos reales que muestran como se vive de manera individual la “normalización” de la homosexualidad en una sociedad tan conservadora y machista como la mexicana. Sin embargo, también da por hecho que la homosexualidad histórica, llena de dolor y vergüenza, está llegando a su fin.

La nueva homosexualidad
Marina Castañeda
Editorial Paidós, 2006