Usted está aquí: miércoles 3 de enero de 2007 Sociedad y Justicia La Ssa pretende subrogar servicios ante su incapacidad para atender a derechohabientes

Fallas del Estado han ocasionado el auge de los hospitales privados: Córdova Villalobos

La Ssa pretende subrogar servicios ante su incapacidad para atender a derechohabientes

El secretario descarta que la privatización sea una posibilidad de resolver los problemas

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ampliar la imagen José Angel Córdova Villalobos reconoció que uno de sus retos en la Ssa es que la gente confíe en las instituciones de salud pública Foto: Francisco Olvera

Los servicios médicos privados en México han crecido por la incapacidad del sector público para garantizar una atención universal y de calidad, reconoce el secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, y él mismo anuncia que en la administración calderonista se echará mano de la subrogación de servicios en aquellos lugares donde no existan clínicas ni hospitales públicos o resulten insuficientes. Hay que entender, dice, que en algunos sitios el Estado no podrá construir ni ampliar la infraestructura.

Descarta, sin embargo, que ello implique la privatización de los servicios de salud, porque las personas no tendrían que gastar nada, sino que lo haría el Estado. Lo ideal, explica, sería que hubiera una bolsa única de recursos para pagar a una red de hospitales públicos y privados con tarifas referenciales.

Así, señala el funcionario en entrevista, el lugar donde se otorgue el servicio médico es secundario mientras cumpla con estándares de calidad. Bajo este esquema se lograrían servicios baratos y con calidad.

Para Córdova Villalobos el objetivo es sumar, siempre bajo la rectoría de la Secretaría de Salud (Ssa), la cual no ha sido muy sólida ni en el ámbito público ni en el privado, admite.

­¿Cómo será la relación de la Secretaría de Salud con la industria farmacéutica?

­Siempre ha sido de acercamiento y gran respeto. La industria juega un papel muy importante en el proceso de atención a la salud. Tenemos que trabajar en conjunto y desde que estaba en la Cámara de Diputados ha sido así. Cuando les hemos pedido que adopten su responsabilidad social con los precios y otros programas lo han hecho.

­¿Se buscará la regulación de los precios de medicamentos?

­Este es un tema que corresponde a la Secretaría de Economía. Hay un grupo de trabajo que lo analiza en función del costo de salida del laboratorio, la distribución y la dispensación, con el fin de saber dónde se puede incidir, con argumentos y cifras reales. Vamos a buscar que más personas tengan acceso al Seguro Popular (SP) y en el caso de los medicamentos genéricos intercambiables (GI), impulsaremos la competencia para bajar los precios, lo mismo que con los innovadores cuando los precios son exorbitantes. Un ejemplo es la vacuna para prevenir el virus del papiloma humano, producida hasta ahora por un solo laboratorio. Tiene un alto costo y por eso estamos a la espera de la competencia.

­Existe desde hace varios años un fenómeno de doble pago, de afiliados a la seguridad social que por la falta de calidad prefieren pagar servicios médicos privados.

­Es un problema complejo que se origina en una mala relación médico paciente. A veces porque el médico y la enfermera no están bien pagados, tienen sobrecarga de trabajo, carecen de estímulos y su labor se va convirtiendo en rutina y llega al extremo de comentarios como "ellos hacen como que me pagan y yo hago como que trabajo".

"El gran reto es lograr que la gente tenga confianza en sus instituciones, que el personal de salud esté contento, que busque la calidad y calidez, que se pueda actualizar, asistir a congresos y tener días extras de descanso."

­¿Así se abatiría la doble aportación?

­Sí, la gente que va al servicio privado por no estar satisfecho, cambiaría de opinión. Se requiere un análisis sobre lo que quieren y esperan los trabajadores, y no siempre es el dinero. En 2007 se aplicará una encuesta nacional para conocer las expectativas de los médicos y a partir de ahí impulsar las acciones para lograr calidad y calidez. Luego, tendremos que cambiar la percepción del usuario que ahora prefiere el servicio privado. Esto va a tardar y es de hecho uno de los desafíos más importantes para la Ssa.

­¿Cuál es su opinión sobre los servicios médicos privados y su crecimiento?

­Este aumento se ha dado por la incapacidad del sector salud para garantizar una atención universal y de calidad. Es comprensible y legítimo. También con ellos podemos trabajar porque en ocasiones es más barato subrogar algunos servicios que darlos directamente. Al final de cuentas podemos sumar, pero con una rectoría importante de la Ssa. Hay que decir que la rectoría no ha sido muy sólida en el sector público pero tampoco en el área de los privados. Debemos ser muy cuidadosos con los servicios que se prestan en clínicas y consultorios que no reúnen los mínimos requisitos sanitarios. También habrá que estimularlos para que den mejores servicios y a la vez, facilitarles el acceso a la educación médica continua.

­¿Está en el plan de la Ssa la utilización de los servicios médicos privados en lugares donde la infraestructura pública sea insuficiente?

­Prioritariamente serán servicios públicos y solamente que la demanda nos sobrepase, entonces sí. Hay que entender que en algunos sitios no tenemos infraestructura y no la vamos a poder construir, o donde es insuficiente y no podemos tener ampliación, habrá que subrogar los servicios.

­¿Podría interpretarse como una especie de privatización?

­La privatización sería que la gente tuviera que pagar los servicios y no es el caso. El Estado lo hace. El objetivo es que todos tengan servicios sin tener que pagar, principalmente los más necesitados. El lugar donde se brinde el servicio es secundario, siempre que sea de calidad. Lo ideal sería que el Estado fuera el pagador, que los proveedores fueran muchos y todos los hospitales públicos y privados se integrarán en una gran red. Entonces se pagaría el servicio mejor y más barato.

­¿No habría riesgos, como lo que ahora ocurre con las aseguradoras y las pólizas de gastos médicos mayores que pagan cantidades mínimas por concepto de honorarios a médicos especialistas?

­Habría que verlo porque no pocas veces los honorarios que se demandan son inaceptables. Algunos médicos cobran por una cirugía como si fuera la única en el año y eso tampoco es justo.

"Es delicado porque son servicios privados, pero en otros países existen regulaciones. En Francia, los servicios pueden darse con cualquiera de los proveedores públicos o privados. Tienen tarifas estandarizadas y nadie se puede pasar.

"Para aplicarlo en México se requiere tiempo. Y en seis años es realmente complicado. Aunque sí se debe reflexionar y en el futuro pudiera ser una forma de lograr un control. En el caso de la Ssa, si se utilizan los servicios privados en subrogaciones, tendrán una cuota fija y no nos vamos a salir."

­El sexenio pasado se quedó pendiente la promesa de que los pacientes puedan elegir a su médico. ¿El tema sigue ahí?

­Sí, ese es otro de los grandes retos y depende de las posibilidades de la unidad médica. Si sólo hay un médico, no hay posibilidad de elegir, pero si en un futuro se logra la integración de servicios con facturación cruzada, los proveedores pueden ser varios. Entonces sí se podrá elegir al médico. Insisto, lo ideal sería que hubiera una bolsa única para la atención de todos los mexicanos y de ahí se paguen los servicios sean públicos o privados, pero con una tarifa referencial. Los pacientes que quieran una atención como en los mejores hoteles podrían acceder a ello a través de un copago compensatorio.

 
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