Una rubia sensación
La reciente visita de la rubia británica Alison Balsom coincidió con el lanzamiento mundial de su nueva grabación, titulada Caprice en honor del despliegue de deslumbramientos que muestra en el track 5 de este disco cuando ejecuta con singular maestría y asombrosa técnica la transcripción para metal del Capricho 24 para violín de Shostakovich, de endiablecida complejidad e increíble virtuosismo que en el caso de la bella Alison resulta angelical.
La señorita Balsom, de 27 años de edad y trato de princesa y reina al mismo tiempo en el panorama de las nuevas luminarias planetarias, fue entrevistada por el crítico de música de La Jornada, Juan Arturo Brennan y publicada en la edición del 2 de diciembre en estas páginas.
El disco se inicia con el Rondo alla turca de Volfi Mozart, continúa con una sensualérrima versión de Libertango, de maese Astor Piazzolla, sigue con un collar de abalorios de encantamiento y culmina con Escualo, otra gema piazzolliana. El escucha va de asombro en asombro, se detiene en el aria elevadísima de La Reina de la Noche de La Flauta Mágica mozartiana, en el fabuloso Syrinx de Debussy y sostiene el suspiro todo el tiempo, todo el disco, todo el aire de plata de esta trompeta celestial.