Usted está aquí: miércoles 20 de diciembre de 2006 Política Coló Azuela en presupuesto de la SCJN bono de retiro para los consejeros de la Judicatura

El primer beneficiario, Aragón Mendía, rechazó los $10 millones que le correspondían

Coló Azuela en presupuesto de la SCJN bono de retiro para los consejeros de la Judicatura

JESUS ARANDA

En una decisión que pasó inadvertida para la mayoría de los integrantes del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el ministro presidente del organismo, Mariano Azuela Güitrón, estableció en el proyecto de presupuesto de 2006 una partida especial de 10 millones de pesos, como bono de despedida, para cada uno de los consejeros de la Judicatura Federal (CJF), quienes por ley dejan su cargo después de cinco años.

El primer beneficiario sería Adolfo O. Aragón Mendía, quien terminó su periodo el pasado 30 de noviembre. Sin embargo, el también magistrado se negó a recibir el dinero ofrecido, confirmaron fuentes judiciales, las cuales añadieron que esa acción es congruente con su trayectoria de honestidad conocida en el Poder Judicial de la Federación.

Incluso, al conocer la decisión de Aragón Mendía, el magistrado electoral Pedro Esteban Penagos dijo: "¡qué hombrada!", y lo felicitó por su actitud.

Así, por la puerta de atrás, Azuela logró lo que años antes intentaron los consejeros encabezados por el actual ministro Sergio Valls Hernández: una compensación económica por los cinco años de servicios prestados en el CJF.

Inicialmente, los consejeros que no pertenecían al Poder Judicial ­como el propio Valls; Miguel Angel Quiroz, aún en funciones, y Manuel Barquín Alvarez­ impulsaron un proyecto para lograr una "pensión vitalicia" como la de los ministros de la Corte, con la diferencia de que los integrantes del máximo tribunal son designados para un periodo de 15 años, y los consejeros para cinco.

El argumento expresado por Valls en su momento fue que al dejar su puesto, los consejeros están imposibilitados para trabajar durante dos años en lo que tenga que ver con la labor del consejo, y como ellos son abogados, prácticamente se les condena a no tener empleo.

El acuerdo respectivo fue aprobado, pero al llegar a conocimiento del pleno de la Corte, la mayoría lo rechazó y ordenó a los consejeros su derogación, por considerar anticonstitucional que los consejeros se arrogaran un derecho que no estaba previsto en la Carta Magna. En cambio, la pensión vitalicia de los ministros sí está contemplada legalmente.

De acuerdo con fuentes judiciales, el año pasado, cuando la SCJN presentó su proyecto de presupuesto para 2006, el ministro Azuela ­quien deja su cargo el próximo 31 de diciembre­ incluyó una partida presupuestal que pasó inadvertida tanto para los ministros como para los legisladores, consistente en la disposición de 10 millones de pesos como pago único de retiro al consejero saliente, que en este caso es Aragón.

Por cierto, Aragón Mendía, quien recientemente compitió sin éxito para ser designado magistrado electoral, es egresado de la UNAM; empezó su carrera judicial en 1960 como secretario particular, hasta que fue presidente de los tribunales colegiados en materia administrativa y de trabajo en el Distrito Federal. En 1995 fue designado secretario técnico del CJF y posteriormente consejero.

 
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