Usted está aquí: martes 19 de diciembre de 2006 Opinión Danza

Danza

César Delgado Martínez

Adiós a Rosa Reyna y Edmundo Arreguín

ROSA REYNA Y EDMUNDO Arreguín, se conocieron en la década de los años 50 en el Palacio de Bellas Artes. Ella era bailarina y coreógrafa de danza moderna, y él trabajaba como técnico de iluminación en ese foro. Hoy, los dos nos han dejado. Murieron, cada uno por su lado en la ciudad de México, que los vio nacer. A Rosa Reyna (1920) la conocí hace tres décadas. A Edmundo Arreguín (1922) hace 11 años. Ella en 1976 fue mi maestra de danza contemporánea en los cursos desarrollados en el verano de ese año, por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), previo a la creación de los Centros de Educación Artística.

MI MAESTRA ME animó a que me dedicara a la investigación y a la crítica de la danza; esta última actividad la reprobó cuando surgieron algunos problemas entre nosotros y el distanciamiento se hizo presente.

CON EL PASO de los años, "hicimos las paces". Nos llevábamos bien. Cada que podíamos platicábamos largamente. No creo, que ella fuera capaz de perjudicar a nadie, como otros "enemigos" que me han brotado como hongos en mi ya larga vida en estas lides de la danza.

A EDMUNDO ARREGUIN lo entrevisté para escribir una semblanza para el Cuaderno del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza, que se publicó en 1995 con motivo del Homenaje Una Vida en la Danza, que inteligentemente creó el inolvidable maestro Felipe Segura y, que posteriormente, fue aniquilado (el reconocimiento) por una directora de dicha institución, que "no veía más allá de sus narices", como se dice en forma coloquial.

EN MI RELACION con Rosa Reyna no quedaron rencores. Al contrario logramos llevar una amistad como si nada hubiera pasado. Indiscutiblemente fue una destacada bailarina, maestra y coreógrafa de la llamada época de oro de la danza mexicana, que para algunos, como Guillermina Bravo, no fue tal.

EDMUNDO ARREGUIN TRABAJO 62 años en el Palacio de Bellas Artes. Empezó como electricista en la Dirección General de Educación Estética. Años más tarde pasó a asistente de iluminación; luego a jefe de esta área. Iluminó funciones de ópera, teatro, ballet y danza.

ROSA REYNA CREO varias coreografías, como La hija del Yori y Movimiento perpetuo. Su pieza más destacada es La Manda, basada en el cuento Talpa de Juan Rulfo, que fue reconocida por el mismo José Limón.

POR CIERTO, EN la otrora sala de mi casa de Xochimilco tengo una fotografía que me regaló mi amigo Walter Reuter, en la que aparece Rosa Reyna con José Limón en Antígona, obra dancística del creador mexicano que desarrolló su carrera en Estados Unidos. No está por demás decir que Rosa Reyna fue maestra de varias generaciones de bailarines. Además de que impartió cursos de técnica y de coreografía en el Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López de San Luis Potosí.

DESCANSEN EN PAZ, los dos seres que trabajaron por la danza mexicana: Rosa Reyna y Edmundo Arreguín.

*Escritor, periodista y especialista en arte

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