Usted está aquí: martes 19 de diciembre de 2006 Economía Robots para extraer tesoros del mar

Economist Intelligence Unit

TECNOLOGIA

Robots para extraer tesoros del mar

Ampliar la imagen El sueño de los investigadores de extraer la riqueza mineral del fondo del mar comienza a hacerse realidad

Economist Intelligence Unit /The Economist

En los años sesentas y setentas, la idea de excavar el fondo marino causaba furor. Pero a pesar de millones de dólares de inversión, la extracción comercial de nódulos de manganeso nunca se hizo realidad. Hoy, sólo la industria del petróleo y el gas realiza perforaciones en el océano profundo. No obstante, el sueño de extraer riqueza mineral de las profundidades no ha quedado atrás. Dos empresas esperan tener éxito donde las demás han fallado.

Nautilus Minerals, de Vancouver, Canadá, es la más adelantada de las dos. Posee una licencia exploratoria en Papúa, Nueva Guinea, y ya ha comenzado operaciones de perforación a mil 600 metros bajo el nivel del mar, frente a la costa este del país. En ese lugar los conductos hidrotermales inactivos son una rica fuente de metales sulfurosos en los que las compañías esperan encontrar oro y cobre.

Otra empresa, Neptune Minerals, con sede en Londres y Sydney, realizó pruebas de perforación en aguas profundas cerca de Nueva Zelanda. Nautilus realizó una venta pública de acciones en la bolsa de valores de Toronto (TSX) en mayo y obtuvo 22.7 mdd. En 2005 Neptune obtuvo 16.3 mdd en el mercado alternativo de inversión de la bolsa de Londres.

La exploración en aguas profundas de Nautilus depende de un vehículo submarino operado a control remoto (ROV, por sus siglas en inglés), como el que utilizan las compañías petrolíferas y de telecomunicaciones. Posee un brazo que contiene herramientas de perforación y hace cortes que le permiten recolectar muestras de rocas del fondo del océano. Hasta ahora la perforación ha sido exploratoria, pero las expectativas son buenas. Los depósitos de cobre en minas terrestres, como las de los Andes, contienen menos de 1% de ese mineral y son de acceso difícil y caro: hay que remover la cima de enormes montañas y extensas áreas de tierra. David Heydon, director de Nautilus, dice que las muestras submarinas de su empresa contienen 10% de cobre.

Durante años se supo de la presencia de estos ricos depósitos, dice Steven Scott, geólogo de la Universidad de Toronto. Scott ha investigado la geología submarina desde los años ochentas y, en los noventas, fue uno de los descubridores del depósito que explora Nautilus. Entonces, ¿por qué ha tardado tanto tiempo emprender la explotación comercial de los depósitos? Heydon señala que la tecnología ROV es muy reciente. Tarde o temprano espera utilizar ROV cortadores de rocas que recorrerán el lecho marino moliendo minerales y enviándolos a la superficie por medio de un tubo, a un ritmo de 400 toneladas por hora. También podrían extraerse grandes depósitos usando aire comprimido.

Todo esto puede hacerse, piensa Heydon, por casi la mitad de lo que cuesta abrir una nueva mina terrestre. El año pasado, Nautilus gastó más de 12 mdd en exploración, y Scott dice que una prueba de perforación encontró depósitos a 19 metros de profundidad. A diferencia de los nódulos de manganeso, que son como pelotas de golf dispersas en el fondo del mar, estos depósitos se hallan en pequeñas zonas alrededor de conductos hidrotermales inactivos. La concentración de los depósitos podría hacer que la minería submarina sea altamente eficiente.

Sin embargo, Nautilus y Neptune deben aún superar las preocupaciones por el daño ambiental. Scott argumenta que la minería submarina será mucho menos dañina para el ambiente que la terrestre: no habrá montones de rocas desperdiciadas, ya que los depósitos están directamente sobre el lecho del mar. Y mientras la industria petrolera coloca tuberías bajo el agua, la minería no dejaría ninguna estructura permanente. Pero habrá que convencer a los gobiernos de la validez de estos argumentos antes de que las perforaciones puedan comenzar.

FUENTE: EIU

Traducción de textos: Jorge Anaya

 
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