Usted está aquí: lunes 18 de diciembre de 2006 Cultura "Las mujeres han tenido que sobrevivir en las sombras"

Promociona Maite Carranza saga sobre brujería

"Las mujeres han tenido que sobrevivir en las sombras"

MONICA MATEOS-VEGA

Fascinada por las tradiciones mexicanas en torno al chamanismo, la brujería y la magia, la escritora catalana Maite Carranza (Barcelona, 1958) decidió concluir su trilogía La guerra de las brujas, conformada por las novelas El clan de la loba, El desierto de hielo y La maldición de Odish (Editorial edebé) con un capítulo ambientado en Veracruz.

En este último libro, que se editará en febrero, las protagonistas concluirán su periplo por el mundo espiritual femenino en la cima del Popocatépetl. La autora considera que existen muchas coincidencias entre las mujeres, sin importar la latitud de la que procedan, debido a que "por desgracia, nunca han dispuesto del poder público y han tenido que sobrevivir en las sombras.

"Y es ahí, en lo oculto, donde las mujeres han creado sus mundos paralelos, más privados, pero también han manejado sus religiones, es decir, su acceso a la espiritualidad."

Carranza se encuentra de visita en México para promover la segunda parte de la saga que ha tenido gran éxito en Europa debido a que ubica el poder mágico ancestral, ya no en las manos de los hombres, o magos o sacerdotes, sino en la mujer.

"Si bien las mujeres nunca han sido, de manera pública, oficiantes de una religión o un rito, durante siglos han mantenido sus tradiciones de contacto con lo espiritual, aunque sea en secreto, por eso, cuando hay problemas han sido los chivos expiatorios", afirma la escritora en entrevista con La Jornada.

Agrega que las mujeres "han seguido dominando sus propios resortes mágicos, no sólo curativos y de comunicación con la espiritualidad, sino para ayudar a las mismas mujeres, han sido cómplices en todo lo que supone las tareas de la maternidad o de la reproducción, ocultando secretos femeninos como el aborto o los amoríos.

"Durante un tiempo las feministas intentaron negar esta faceta, separándola del ser mujer, creyendo que era una lacra, que el pecado original era precisamente la fertilidad, que esa sujeción a los hijos y a la maternidad era lo que les había impedido levantar el vuelo y dedicarse a las tareas públicas.

"Pero, al cabo de unos años, se dieron cuenta de su error y comprendieron que en aquello radica la fuerza, la energía, la potencialidad. La sabiduría que otorga el ser mujer es la capacidad de dar vida, pero también saber cómo transmitir saberes, o criar y alimentar hijos, es decir, ser receptáculo de un saber ancestral."

Maite Carranza es antropóloga y antes de dedicarse a escribir novelas para jóvenes y niños se nutrió de lecturas acerca de brujería y demonología. En el mundo de los relatos fantásticos encontró su segunda vocación.

"En mis libros hablo de cosas reales, si bien entremezcladas con elementos fantásticos, de misterio y aventuras, pero también me remito a situaciones humanas."

 
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