Usted está aquí: domingo 17 de diciembre de 2006 Sociedad y Justicia Aclara Semarnat que el proyecto Marina Careyes sólo urbanizará 26 hectáreas

El plan de la compañía de Roberto Hernández especifica que serán 256

Aclara Semarnat que el proyecto Marina Careyes sólo urbanizará 26 hectáreas

Asegura en carta a La Jornada que la construcción está alejada de la reserva Chamala-Cuitzamala

DE LA REDACCION

Ampliar la imagen Algunas lanchas de pescadores ubicadas en la zona de Careyes, en Jalisco, donde se pretende construir el proyecto turístico del empresario Roberto Hernández Foto: Arturo Campos Cedillo

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) informó, a través de una carta dirigida a La Jornada, que el proyecto turístico Marina Careyes, en Jalisco, el cual colinda con el área natural protegida de la playa Teopa y la reserva Cuitzmala-Chamela, no urbanizará 256 hectáreas, sino 26. Sin embargo, el proyecto de la compañía del empresario Roberto Hernández, Imagen y Espectáculos de Lujo, sí considera urbanizar una superficie de 256 hectáreas.

Por otro lado, dicha dependencia aclaró que el predio donde se ubicará el proyecto turístico se localiza en el municipio de La Huerta, Jalisco, que no colinda con ninguna área natural protegida, como es la biosfera Chamela-Cuitzamala, la cual se encuentra a 1.2 kilómetros de distancia. Sin embargo, expertos de la estación biológica Chamela de la Universidad Nacional de México (UNAM) han expresado su preocupación por el riesgo que esa corta distancia implicará para los ecosistemas de la región.

El único cuerpo de agua que utilizará el proyecto, dice la Semarnat en su comunicado, "es una antigua salina abandonada, conocida localmente como Salina Careyes, misma que no está inscrita como sitio Ramsar ni tampoco es un humedal prioritario". Sin embargo, es sabido por los expertos en materia hídrica que la región cuenta con una disponibilidad de líquido muy baja, y una construcción de esa magnitud implicaría grandes cantidades de agua para satisfacer las necesidades de construcción, infraestructura y turismo.

Asimismo, la Semarnat comunicó que en las 26 hectáreas que se utilizarán para la infraestructura del proyecto, se construirán mil 25 cuartos distribuidos en hoteles, villas y bungalows, además de las obras de tratamiento de aguas residuales, vialidades y una marina con su dársena, canal de navegación y espigones. "Es importante destacar que la densidad de cuartos que propone el diseño es de cuatro por hectárea, misma que es considerada como extremadamente baja" aseguró la Semarnat.

Aunque, en este sentido, partiendo de que sólo se van a construir 26 hectáreas y, según la dependencia, serán cuatro por cada una, el resultado del cálculo matemático sería 104 cuartos y no mil 25.

Debido a que este proyecto fue aprobado el pasado 22 de noviembre, a ocho días de que finalizara la anterior administración, la secretaría señaló que una primera versión del proyecto ingresó a la evaluación de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat el 4 de enero de 2005, y debido a las insuficiencias, la modalidad incorrecta de la manifestación de impacto ambiental (MIA) y la inviabilidad de algunas de las obras propuestas, el promovente se desistió el 24 de agosto de ese mismo año, después de un trabajo de 8 meses y 15 días.

La nueva versión del proyecto, señaló la secretaría, con una modalidad correcta de la MIA, que salvó las omisiones de la versión anterior y eliminó las obras que no tenían viabilidad, ingresó a la evaluación el 9 de octubre de 2006 y fue resuelta de manera positiva y condicionada al cumplimiento de varias obligaciones el 22 de noviembre del mismo año. "Lo anterior significa que la DGIRA invirtió en la evaluación de este proyecto un total de 207 días hábiles".

Estos datos ratifican la información difundida por La Jornada el pasado 13 de diciembre, en la que se señaló que dicha empresa "ingresó a la Semarnat el estudio de impacto ambiental del proyecto Marina Careyes el 9 de octubre pasado y la DGIRA lo resolvió el 22 de noviembre".

Del análisis de la MIA, la DGIRA aseguró que el proyecto no contravenía lo dispuesto en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, en sus reglamentos, en las normas oficiales mexicanas y en las demás disposiciones oficiales aplicables. El proyecto turístico no se ubica dentro de ningún área natural protegida y de las 256 hectáreas que tiene el predio, "sólo se afectará" la cubierta vegetal de 26. De la superficie restante, 222 hectáreas se destinarán a la conservación para operar como zona de amortiguamiento entre las construcciones y el área natural protegida.

 
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