Usted está aquí: domingo 17 de diciembre de 2006 Mundo Nuri Maliki anuncia reincorporación de altos mandos de Saddam Hussein al ejército iraquí

Descubren fuerzas de seguridad 53 cadáveres en distintos barrios de Bagdad

Nuri Maliki anuncia reincorporación de altos mandos de Saddam Hussein al ejército iraquí

AFP, DPA, REUTERS

Ampliar la imagen Un médico examina en el hospital de Baquba los cuerpos de varios iraquíes muertos durante la ola de violencia sectaria Foto: Ap

Bagdad, 16 de diciembre. En un intento por fortalecer a las fuerzas armadas iraquíes y debilitar a la disidencia, el primer ministro Nuri Maliki anunció hoy que todos los hombres que integraron los altos mandos castrenses durante el régimen del depuesto Saddam Hussein, dados de baja a raíz de la invasión estadunidense de 2003, podrán volver a ocupar puestos en el ejército formado y entrenado por Estados Unidos o reclamar el pago periódico de pensiones para el retiro.

La decisión del jefe de gobierno ­chiíta que asumió su cargo hace siete meses­ fue recibida en círculos políticos iraquíes como una medida tendiente a la reconciliación en este país convulsionado por un estado de guerra civil, con enfrentamientos entre chiítas y sunitas, que dominaron la escena política durante las tres décadas en que el partido Baaz estuvo en el poder, hasta que cerca de 170 mil soldados extranjeros ocuparon Irak en marzo y abril de 2003.

El fortalecimiento del ejército iraquí es uno de los puntos que preocupan a los estrategas del presidente George W. Bush, que según el diario The New York Times, en su edición de este sábado, analiza la posibilidad de enviar hasta 20 mil soldados más para elevar a 160 mil el número de miembros de las fuerzas estadunidenses de ocupación, que en los dos últimos años ha perdido el respaldo de países como Italia y España.

"El ejército iraquí abre sus puertas a los oficiales y soldados del anterior ejército que quieran servir a la patria", afirmó Maliki ante cientos de políticos y responsables reunidos con motivo de la conferencia.

Una ley adoptada a iniciativa de Estados Unidos tras la caída de Saddam, en 2003, estipula que esos miembros no pueden ocupar puestos de responsabilidad en el ejército, las instituciones y los cargos políticos, lo que aisló a la comunidad sunita y precipitó acciones de resistencia.

La reintegración de los baazistas fue uno de los principales puntos de la conferencia de reconciliación nacional convocada por Maliki, celebrada hoy en Bagdad con la participación de unos 200 delegados y políticos y de las principales comunidades religiosas y étnicas de Irak: la mayoría chiíta, la minoría sunita, kurdos y turcómanos.

El llamado a la conferencia forma parte de los esfuerzos de Maliki por estabilizar la vida política de Irak, que entró en febrero en una espiral de violencia ocasionada por el atentado contra la mezquita chiíta de la cúpula dorada, en la ciudad de Samarra, habitada mayoritariamente por sunitas.

Hoy, las fuerzas de seguridad descubrieron 53 cadáveres en distintos barrios de la capital, 15 de los cuales fueron hallados en Gazaliya, al noroeste de Bagdad. Uno de esos 15 cuerpos era el de un coronel del ejército iraquí, según la policía local.

En enfrentamientos cerca de Baquba, capital de la provincia de Diyala, en el norte del país y escenario de constantes choques entre chiítas y sunitas, el saldo fue hoy de ocho muertos, incluidos dos policías.

 
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