Usted está aquí: sábado 16 de diciembre de 2006 Política La elección en la SCJN podría generar protestas y división, reconoce Azuela

Avala la actuación del TEPJF en los pasados comicios presidenciales

La elección en la SCJN podría generar protestas y división, reconoce Azuela

En su último informe de labores, destaca la elaboración de manuales que exhortan a ministros a no acudir a table dance y a trabajadoras de la Corte evitar el uso de minifaldas

JESUS ARANDA

El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mariano Azuela Güitrón, reconoció ayer que la elección de su sucesor ­a celebrarse el 2 de enero próximo­, "producirá el riesgo de distanciamientos y, aún de formas diversas de conductas de protesta, implícitas o explícitas".

En una declaración inusual sobre la situación que priva en el interior del pleno de ministros ­cabe recordar que seis de ellos se registraron para contender por la presidencia de la Corte­, Azuela admitió que evitar esta situación sólo será posible "si con entusiasmo contagioso nos preocupamos por lograr la unidad y por defenderla a toda costa, con la convicción de que eso es lo que México nos pide".

Si se ponen en práctica estas ideas "sabremos superar las tentaciones y continuaremos con nuestra aportación sincera al fortalecimiento de la recta impartición de la justicia en nuestra patria". Lo cual "los mexicanos nos lo agradecerán y nosotros tendremos la satisfacción de haber cumplido con el deber de nuestra nobilísima función".

Al rendir su cuarto y último informe de gobierno ante el presidente de la República, Felipe Calderón, y representantes de los poderes de la Unión, el ministro hizo un recuento de su actuación al frente del máximo tribunal y del Consejo de la Judicatura Federal, además de que aprovechó el discurso para respaldar la decisión de los magistrados de la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que convalidaron el triunfo del michoacano en las elecciones presidenciales.

En este contexto, sostuvo que, "paradójicamente, la posibilidad de alcanzar el triunfo en las encomiendas y la obtención de éstos por márgenes reducidos, produce descontentos y reacciones diversas en los perdedores que llega a dar la impresión de retrocesos políticos y aún de reacciones de añoranza de un pasado, afortunadamente superado".

Lo anterior, porque aún "estos productos colaterales de la democracia, con las molestias que para algunos representan, contribuyen a la eficacia de los controles legales a la acción de las autoridades a quienes se les presiona a actuar rectamente en el desempeño de sus cargos", señaló.

Omisión de cifras y avances

En su intervención, en la que no dio cuenta del saldo de su administración en cuanto a rezagos y pendientes ­esta vez no aportó cifras sobre los asuntos resueltos en la Corte, ni en los juzgados y tribunales federales­, Azuela Güitrón hizo una apología del legado de su administración, como la elaboración del Código de Etica del Poder Judicial de la Federación y los respectivos manuales y libros en los que se exhorta, entre otras cosas, a que los funcionarios no acudan a los llamados table dance o llama a que las mujeres vistan correctamente en su trabajo en la institución, sin minifaldas, escotes o blusas transparentes.

También destacó la muestra pictórica "retratos vivos" en la Corte, en la cual se exhiben 453 óleos de todos los que han integrado el máximo tribunal desde 1825 hasta la fecha; y el proyecto de pintar cuatro murales sobre la justicia en la historia de México, en los cubos de las escaleras del edificio sede.

Azuela también tuvo palabras de encomio para el canal judicial, el cual transmite en vivo las sesiones del pleno lunes, martes y jueves de cada semana, en un riguroso horario de tres horas por emisión.

Cuando se refirió al Consejo de la Judicatura Federal (órgano que también preside), Azuela omitió referirse al número de jueces y magistrados que no fueron ratificados en sus cargos durante el último año, como tampoco mencionó las inhabilitaciones de juzgadores que tuvieron lugar durante este periodo, sobre todo por incurren en actos de corrupción.

En cambio, destacó que los consejeros de la Judicatura ­encargados de la administración, control y vigilancia de la actuación de jueces y magistrados federales­, emprendieron acciones para "expeditar los procesos o modificar notablemente las políticas administrativas".

Tampoco el ministro presidente abordó aspectos que tienen que ver con la actividad jurisdiccional de la Suprema Corte, como serían los asuntos más relevantes que conoció o las tesis jurisprudenciales que emitió. Se limitó a hacer un recuento sobre: criterios de evaluación; mejoría en las instalaciones del Poder Judicial de la Federación; Reglamento Interior de Trabajo; Código de Etica; la creación del Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Etica Judicial; Canal Judicial; Programas de Difusión; Casas de la Cultura Jurídica ­la Corte pretende construir 60 en el interior del país en los próximos años­; publicaciones; Centro de Documentación y Análisis, Archivos y Compilación de Leyes; Relaciones Públicas Nacionales e Internacionales; Consejo de la Judicatura Federal; TEPJF, entre otros.

Respecto al llamado libro blanco, que contiene las demandas históricas de la Suprema Corte en materia de reforma judicial, sólo merecieron siete líneas generales de su discurso.

Al término del informe, Azuela y los ministros de la Corte ofrecieron a sus invitados especiales una comida en el propio edificio sede.

 
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