Usted está aquí: viernes 15 de diciembre de 2006 Mundo Venezuela y EU dan primer paso para un diálogo bilateral franco

A petición de Washington, se reúnen en Caracas el canciller Maduro y el embajador Brownfield

Venezuela y EU dan primer paso para un diálogo bilateral franco

En el encuentro solicitamos el "cese de la guerra política" contra el gobierno de Chávez, dice el funcionario venezolano

Hay interés en mejorar la comunicación: diplomático estadunidense

AFP, DPA, REUTERS

Ampliar la imagen Nicolás Maduro, canciller venezolano, en imagen de archivo. William Brownfield, embajador de Estados Unidos en Venezuela. Ambos se reunieron ayer en Caracas Foto: Ap y Gobierno de Venezuela

Ampliar la imagen Nicolás Maduro, canciller venezolano, en imagen de archivo. William Brownfield, embajador de Estados Unidos en Venezuela. Ambos se reunieron ayer en Caracas Foto: Ap y Gobierno de Venezuela

Caracas, 14 de diciembre. Estados Unidos y Venezuela comenzaron hoy un proceso de diálogo con un encuentro entre el embajador estadunidense, William Brownfield, y el canciller venezolano, Nicolás Maduro, que en principio dejó satisfechas a ambas partes, al coincidir en que la reunión fue "muy positiva, cordial y franca" y de "reconocimiento mutuo".

"Acabo de tener una conversación muy positiva con el canciller Nicolás Maduro y con el viceministro (Jorge) Valero, creo que comenzamos hoy un diálogo bilateral, es el primer paso", declaró Brownfield a periodistas al salir de la cancillería donde fue recibido para una reunión que se celebró a petición de Washington.

Maduro, a su vez, calificó el encuentro de "franco, muy claro y cordial en medio de la tensión que pueda crear una conversación donde se hable con franqueza". No obstante, afirmó que "los venezolanos tenemos suficientes razones para desconfiar de la palabra que pueda ser emitida por este gobierno de Estados Unidos".

El jefe de la diplomacia venezolana confirmó que la reunión se realizó a petición de Estados Unidos, y se da luego de una serie de declaraciones entre funcionarios de ambos países ventilando sus diferendos, y que se acrecentaron tras la contundente relección del presidente Hugo Chávez el 3 de diciembre pasado.

Washington en ningún momento felicitó a Chávez por su relección y se concretó a "felicitar al pueblo venezolano por sus exitosas elecciones", una vez que la oposición de derecha y la Organización de Estados Americanos (OEA) reconocieron la victoria del mandatario.

Por su parte, el propio Chávez ­quien ha acusado en reiteradas ocasiones a Washington de apoyar el golpe de Estado que lo alejó 48 horas del poder en abril de 2002­ había expresado su disposición a dialogar con el gobierno de George W. Bush dos días después de ser proclamado ganador de los comicios presidenciales para un nuevo periodo, pero en esa ocasión puso en duda su voluntad y la condicionó al respeto de la soberanía de Venezuela y de América Latina.

"Si quieren hablar de igual a igual estamos dispuestos a dialogar, pero dudo que este gobierno sea sincero", dijo en alusión al presidente Bush. "Es posible hablar con el diablo ­como llamó a Bush en la ONU­, pero se requiere fortaleza humana", fue otro de sus comentarios. Finalmente, Chávez condicionó ese diálogo a la extradición del cubano-venezolano Luis Posada Carriles, e incluso al retiro de las tropas de Estados Unidos de Irak.

Recientemente Venezuela sostuvo otra fuerte disputa con Estados Unidos, cuando buscó ganar un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, en una votación que se demoró semanas y que al final recayó en Panamá. El entonces embajador estadunidense ante la ONU, John Bolton, se congratuló de haber derrotado a Venezuela.

Pero la disputas continuaron con acusaciones de Washington sobre una presunta injerencia de Chávez en las elecciones en varios países de la región, y el subsecretario de Estado, Nicholas Burns, llamó a mediados de noviembre al presidente boliviano Evo Morales a "alejarse de la influencia" de su par Hugo Chávez y sumarse a la "corriente dominante" de América Latina, al decir que el venezolano perdía seguidores.

En este contexto, el canciller venezolano Nicolás Maduro declaró este día tras el encuentro con el embajador Brownfield que "los venezolanos también tenemos la capacidad, la altura y la madurez para sentarnos a dialogar de manera respetuosa con el gobierno de Estados Unidos".

Maduro consideró "positivas las declaraciones que se han emitido desde el Departamento de Estado en torno a las elecciones en Venezuela. Ellos (Estados Unidos) lo han aceptado finalmente, es un paso histórico que podría abrir una oportunidad para un diálogo". Estimó que Washington ha aceptado "la realidad no sólo de Venezuela", sino "la nueva realidad del continente", en alusión a los más recientes comicios en el área, con algunos gobernantes de centro izquierda.

Dijo que el hecho de que Estados Unidos haya "manifestado que Venezuela no es una amenaza para la región, que la victoria legítima del presidente Chávez es buena para la zona, de alguna manera están manifestando los nuevos criterios para sentar las bases de una nueva relación".

El canciller recordó que Caracas reclama a Washington la extradición del cubano-venezolano Luis Posada Carriles, condenado en Venezuela por volar un avión cubano con 73 personas en 1976, y de dos militares acusados de poner explosivos en sedes diplomáticas en 2003.

En ese sentido reiteró la solicitud para "su extradición inmediata como un gesto de buena voluntad" de parte del gobierno estadunidense.

En el encuentro con Brownfield, Maduro afirmó que "le solicitamos que debe cesar definitivamente la guerra política contra Venezuela, contra el presidente Chávez", quien se caracteriza por responder de inmediato a cada crítica o ataque verbal de Estados Unidos.

El embajador Brownfield refirió que durante el encuentro se abordaron temas de interés mutuo, y "hemos coincidido en un sistema para volver a esos temas en el futuro, a ver si hay progresos durante 2007".

"La impresión que tengo es que los dos gobiernos ven que tienen interés en resolver algunas cuestiones, en mejorar el proceso de comunicación y de diálogo", insistió, tras las fuertes fricciones que ambos países han tenido desde la llegada de Chávez al poder en febrero de 1999.

"Creo que partimos de una buena base con el reconocimiento de los resultados electorales, tanto los de noviembre en Estados Unidos, como los de diciembre acá en Venezuela, y ojalá que este primer paso hoy, produzca un diálogo más positivo el año que viene", agregó el diplomático.

Política y colaboración, las vertientes

Brownfield afirmó que "desde el punto de vista del gobierno de Estados Unidos este diálogo tiene dos elementos fundamentales": el primero referido a las posturas políticas de ambos gobiernos, y el segundo a temas concretos de colaboración.

"Vamos a avanzar paso a paso y ojalá que la próxima vez que hable yo con ustedes tenga resultados más concretos para mencionar", sostuvo el representante estadunidense ante la prensa.

Poco antes de la entrevista con el canciller venezolano, Brownfield había señalado que el diálogo bilateral debería comenzar por abordar los asuntos menos conflictivos, y entre ellos mencionó los temas de la lucha contra el terrorismo y el combate a las drogas.

Incluso, recordó que la DEA en Venezuela sólo tiene presencia en su embajada y que eso dificulta la colaboración para la lucha contra el tráfico ilícito de drogas. Más aún, sostuvo que por Venezuela pasan entre 200 y 300 toneladas de cocaína procesada al año.

 
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