Usted está aquí: miércoles 13 de diciembre de 2006 Capital Hasta 300% subieron los precios en los alrededores de la Basílica

En alimentos, ropa y recuerdos, las mayores alzas, reporta la Canacope

Hasta 300% subieron los precios en los alrededores de la Basílica

Lesionados 30 peregrinos, al chocar el autobús en el que viajaban, en Río Churubusco

Josefina Quintero, Alejandro Cruz y Laura Gómez

Ampliar la imagen Estado en el que quedó el autobús donde viajaban peregrinos procedentes de Acapulco, Guerrero, tras estrellarse contra una casa en la avenida Río Churubusco, colonia Sector Popular Foto: Alfredo Domínguez

La imagen de la virgen morena ayer proliferó en toda la ciudad como estandarte, en mantas colgadas al cuello, en tatuajes en el pecho, brazos y otras partes del cuerpo, sobre todo entre los peregrinos que acudieron a la Basílica de Guadalupe. Entraron al templo martirizados por el dolor en piernas, rodillas y manos. El sufrimiento albergaba la esperanza de alcanzar una mejor calidad de vida, "sólo por milagro".

La mayoría de los visitantes provenían de zonas marginadas de diferentes estados de la República, y todos tenían una solicitud que hacer.

Con lágrimas, José, un adolescente de 16 años, oriundo de Coetzalan, Puebla, pidió el regreso de su madre. Narró que hace dos años sus padres decidieron separarse y desde entonces no la ve; "la extraño mucho, por eso vengo de rodillas a pedirle a nuestra madrecita que los vuelva a juntar... tengo mucha fe en que ella escuchará mis ruegos".

Parto de alto riesgo en el atrio

Sara, proveniente de Ixtapaluca, estado de México, compartía un pedazo de suelo con miles de peregrinos. Dijo que vino para agradecer que su hijo salió de la cárcel. "Se dedicaba a robar, por eso lo metieron al reclusorio. Le prometí a la virgen que si lo sacaba de ahí, todos los años vendría a darle las gracias. Ella me hizo el favor y yo le voy a cumplir la manda".

Para Catalina Segura Zecua Serrano, oriunda de Santa Ana Chautepan, Tlaxcala, este 12 de diciembre quedará grabado para siempre: dio a luz a su segundo hijo en el atrio de la Basílica. El nacimiento del varón fue considerado por sus familiares como un milagro de la guadalupana. Las molestias empezaron a las 8 horas, platicó Catalina, de 28 años, cuyo parto fue considerado de alto riesgo por el personal de Atención Médica de la Gustavo A. Madero, que la auxilió.

Los médicos explicaron que el bebé estaba en posición de pies, en vez de cabeza, y tenía enredado el cordón umbilical. Al nacer se le tuvo que dar respiración de boca a boca. Tardó unos segundos en poder respirar, por lo cual su piel estaba morada; tuvo poco peso y se le diagnosticó desnutrición. Posteriormente la madre y el recién nacido fueron trasladados al hospital de La Villa, donde se les reportó estables.

En tanto, ayer al menos 30 peregrinos resultaron lesionados, de los cuales 11 fueron hospitalizados, luego de que el autobús en el que viajaban se estrelló contra una vivienda en la esquina de Sur 103 y Río Churubusco, en la colonia Sector Popular. El vehículo, tipo Pullman, provenía de Acapulco, Guerrero, y transportaba a 50 jóvenes originarios de Tlaxcala, que luego de vacacionar en el citado puerto se dirigían a la Basílica de Guadalupe. Los hechos sucedieron la madrugada de este martes y la causa aparente del accidente fue el exceso de velocidad.

Por otra parte, el ambulantaje se llevó "la mayor tajada del pastel" durante la celebración del 475 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe, pese a incrementar sus precios hasta en 300 por ciento, señaló el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope), Enrique Guerrero Ambriz.

"No desconocemos que algunos comerciantes establecidos también aumentaron sus precios, pero en menor porcentaje, aún cuando es un abuso al consumidor que no toleramos", dijo. Precisó que los incrementos se detectaron principalmente en alimentos, ropa, recuerdos, joyería y bisutería.

El precio de los pollos rostizados, por ejemplo, se elevó de 50 hasta 100 pesos; las medallas de chapa de oro pasaron de 100 y 200 pesos a 300; las veladoras, de 5 y 10 a 25 pesos en promedio, y los refrescos se vendieron hasta en 15 pesos.

Mencionó que algunos casos fueron denunciados en los tres módulos de la delegación norte de la Procuraduría Federal del Consumidor y en los cuatro de la Dirección General de Vigilancia y Verificación que participaron en el operativo Basílica 2006, pero fueron los menos, "porque la gente lo menos que desea es perder tiempo y mejor se dedica a implorar por su familia, trabajo o salud". Sostuvo que la mayoría de los abusos contra los peregrinos se concentró en el ambulantaje, donde "no existe autoridad que los someta y castigue, por lo cual actúan con total impunidad".

Señaló que decenas de negocios, en especial misceláneas y abarrotes, cerraron ante el robo hormiga de mercancías, al verse rebasados por la gente, con las consecuentes pérdidas para los propietarios.

 
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