Usted está aquí: martes 12 de diciembre de 2006 Opinión Itacate

Itacate

Marco Buenrostro y Cristina Barros

Islaya y cachora

LOS INTEGRANTES DE la familia yumana que habitan en Baja California practicaron la recolección, la pesca y la caza hasta mediados del siglo XX.

DELFINA CUERO, de la etnia k'miai, recuerda que se desplazaban por territorios muy extensos para buscar los alimentos necesarios. Su vida cambió cuando los blancos ocuparon sus posesiones. Por ser seminómadas, a los indígenas de Baja California no se les ha reconocido la propiedad de sus tierras, lo que ha permitido grandes abusos.

A LOS KILIWA, por ejemplo, les fue usurpado el Valle de Trinidad, región fértil que actualmente explotan empresas japonesas contratando como mano de obra a indígenas migrantes. Así no sólo perdieron una fuente segura de alimentos, sino que se quedaron sin un lugar sagrado; en este valle se realizaban ceremonias y fiestas colectivas.

DOS DE LAS fuentes de proteína de su cocina, el piñón y la bellota, han disminuido de manera notoria porque el gobierno les exige el pago de un permiso para su recolección. Se dice que los narcotraficantes que ocupan estas áreas para bajar sus cargas, queman los piñoneros para que la gente no se acerque a esos lugares.

LOS ANCIANOS cucapás recuerdan que caminaban en grandes grupos para recoger los piñones. De la almendra del encino o bellota, hay más de 10 variedades comestibles en Baja California.

CON ELLAS ELABORAN el atole de bellota. Para hacerlo, le quitan la cáscara y luego la ponen a sol. Una vez seca, se muele en metate; luego se cierne en un cedazo llamado sahuil. Se retira la pasta con una cuchara de madera y se lava con agua tibia varias veces para quitarle lo amargo. Se pone en agua al fuego disolviendo la pasta para que no se haga grumos.

QUEDA TAN ESPESO que se puede rebanar. Se sirve con carne, con frijoles o se le puede agregar miel. Este era el único alimento que consumían los cantores en el ayuno previo a determinadas ceremonias. Con bellota y chícharo tostado, los pueblos originarios de Baja California hacen una especie de café.

EN INVIERNO SE recolectan hongos que se secan para su conservación. Cuando se consumen frescos se colocan en una cacerola con agua y sal para que los hongos la absorban; se escurren y se asan en un comal. También se guisan con cebolla nativa.

COMEN DIVERSOS quelites guisados, en tortitas, en sopa, y frescos en ensalada. También flores como la de lechuguilla, la de ruda bronca, la de palmilla y la de mezcal. Entre las frutas hay la de islaya, una especie de ciruela, la uva blanca, la uva hierbamora, el dátil de palmilla, varias tunas, pitaya y manzanita.

APRECIAN MUCHO la carne de venado hecha en barbacoa, como cecina ligeramente salada, tatemada o como machaca. Comen conejo, liebre, rata de campo, tejón, ardillas; también iguana a la que llaman cachora.

BUEN NUMERO DE recetas y alimentos locales ha sido reunido por Iraís Piñón Flores en su Recetario indígena de Baja California, editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y también en el ensayo La alimentación entre los pueblos de tradición yumana en Baja California que aparece en la serie Cuadernos de Patrimonio Cultural y Turismo.

[email protected]

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.