Usted está aquí: martes 12 de diciembre de 2006 Deportes Los clubes ganan mucha plata con los pibes que apoyo: Gallego

Se definió como un técnico "resultadista, por eso me contratan"

Los clubes ganan mucha plata con los pibes que apoyo: Gallego

Hoy Toluca tiene 10 novatos con perspectivas de figurar, aseguró

MARLENE SANTOS ALEJO

Ampliar la imagen Gallego (en la imagen con Vicente Sánchez) ha sido campeón con Newell's, River Plate e Independiente en Argentina, y tiene un título con Toluca Foto: Reuters

Américo Gallego se crió entre las máximas luminarias de su país y pertenece a una de las generaciones más trascendentes del balompié argentino, aquella que salió campeona en Toulon, Francia, que fue base para la conquista del Mundial de 1978.

Su roce constante con figuras como Daniel Pasarella, Jorge Valdano y César Luis Menotti le marcaron un destino que hoy, pese a la derrota en la final por el título Apertura 2006 frente a Chivas, le permite ubicarse como un director técnico exitoso.

En entrevista con La Jornada, el apodado Tolo (25 abril 1955, Morteros, Córdoba) se definió como un técnico "resultadista", pero no titubeó en señalar que su máxima virtud es la confianza en los jóvenes, lo cual además tiene agradable consecuencia para las directivas.

"Yo hago ganar mucha plata a los equipos con los chicos de fuerzas básicas. Hoy Toluca tiene 10 jugadores con mucha esperanza de triunfar y con la perspectiva de ir a una Copa Libertadores", indicó.

Historial exitoso

En Rosario, en el grupo de fuerzas inferiores del Newell's Old Boys, Gallego fue discípulo del detector de talentos Jorge Griffa. "Debuté a los 18 años y en 1975 Menotti ya me había llamado para la selección, a la que empecé a querer desde el primer día, porque junto con Pasarella, Tarantini, Valencia, Valdano y toda esa gente importante empezamos a construir hacia el Mundial 1978", que ganaron como anfitriones.

"Mi equipo fue Newell's hasta 1980, cuando me vendieron a River Plate; ahí gané todo a lo que puede aspirar un futbolista, ocho títulos, copas, torneos, todo. Porque cuando se juega en un equipo grande indudablemente siempre hay que ganar", dijo.

­Tuvo maestros grandes...

­Tuve esa suerte, Gitano Juárez, Bambino Veira, Indio Solari, José Yudica... No jugué en muchos clubes, pero lo hice en River y Newell's que son lo máximo y en la selección siempre fui dirigido por César Luis.

"A pesar de ser del interior tuve que competir con los porteños que nos tenemos un poquito de pica, pero Menotti también es del interior, de Rosario, y bueno, peleamos el puesto, pero yo me quedé", expresó.

Gallego, sonriente, explica su retiro: "Dejé de jugar a los 24 años. Podía haber seguido dos más, pero ya me gustaban las botanas, no entrenaba como hubiera querido, había engordado tres, cuatro kilos y ya no podía. Dejé el futbol y no me costó mucho porque enseguida agarré las fuerzas básicas de River hasta 1989", precisó.

"Cuando estuve en River puse a jugar a Gallardo, Saviola, Aimar y toda esa gente que tenía 16, 17 años. Puse a Cavenaghi en una Copa Libertadores a los 16 años y a Constanzo a los 18, pero eso te lo va dando la experiencia que vos puedas tener de llevar a los juveniles sin importar que pierdan dos o tres partidos, sino la experiencia que van ganando.

"A veces yo traigo tres futbolistas para que se concentren y vayan aprendiendo cómo se come, cómo se convive con otro jugador. Lo que pueden hacer, lo que no deben hacer... Además yo hago ganar mucha plata con los chicos de fuerzas básicas.

Oportunidad a jóvenes

"Hoy Toluca tiene 10 jugadores con mucha esperanza de triunfar acá, de jugar en primera división. Yo los echo a la cancha, porque esa es otra cosa, algunos técnicos para durar en el trabajo no quieren poner a los pibes y yo no pienso en eso. Creo que los chicos deben mejorar y recibir la oportunidad que se merecen.

"He debutado a Esquivel, Gamboa, Jonathan Arias, de 18, 17 años, y recientemente puse a Mira, Rochen y a Castillejos. Algunos lo toman con mucha seriedad y otros dejan pasar el tren. Conmigo es muy simple, no querés jugar, no querés triunfar, andá a otro lado, pero no molestes acá. Deja a otro pibe que tenga posibilidades".

Lo importante no es jugar bien, sino ganar

La filosofía del Tolo es simple y no admite réplica: "Acá lo importante no es jugar bien, sino ganar. Porque en todo orden de la vida si vos no ganás te echan, y el futbol es resultados. El que me venga a decir 'juego bonito o qué se yo', le diré 'pregúntale a todos los técnicos que vieron la final Toluca-Chivas, todos sentados ante la televisión'... Y futbol ofensivo, dicen".

­¿Usted cree en eso de las escuelas de Bilardo y Menotti?

­No, nada qué ver. Los dos salieron campeones del mundo. Cualquier sistema se puede adaptar, pero siempre es ganar. Si juegas un partido brillante y lo perdiste, al otro día no sabes qué amargado estás. Y si jugaste más o menos y tuviste la suerte de hacer un gol y ganaste 1-0, al otro día salís vos, no el rival.

"Diablos ha jugado muy bonito y ha perdido partidos, pasa que acá no quieren entender los otros entrenadores que es una estrategia lo que tiene Toluca, tenemos otro sistema. El otro día vi al América poner seis delanteros y sólo necesitaba hacer un gol... En Argentina el ofensivo juega con dos puntas y un enganche, lo que pasa es que acá tienen una escuela que no sé quién les dejó.

­Fue Ricardo La Volpe...

­(Ríe) ¡Qué sé yo! Dicen que son ofensivos y todos esos quedaron afuera, no clasificaron a la liguilla, ¿entonces, en qué quedamos? Yo sigo firme en lo que pienso, soy resultadista y por eso me contratan los equipos.

Cerca de varias selecciones

­¿Lo inquietó la selección?

­Sí, es importante. Y realmente como argentino que soy tendría que sufrir si la agarraba. Creo que el más indicado era Hugo, pero no me aparto de nada, yo sé que la podría dirigir. Ya estuve a punto con la selección argentina, ahora en México, la de Colombia... Tengo posibilidades, tengo posibilidades.

­¿Su meta máxima sería un Mundial con la de Argentina?

­Sería la principal. Uno lleva la camiseta celeste y blanca muy profundo, pero después soy un profesional y tengo que trabajar permanentemente. Antes laboraba un año y hacía otro sabático, pero ahora ya van dos que trabajo a full.

­¿Son indispensables las cábalas?

­Me acostumbré de jugador a entrar a la cancha con el pie derecho, después gané cuatro títulos siendo capitán de River con una cinta roja, ¡me la ponía siempre! La historia del pants se acabó, pero con él gané tres títulos.

­A veces parece usted demasiado serio, ¿en realidad cómo es Américo?

­Soy muy tranquilo. Aunque a lo mejor estuvimos toda la noche juntos y a la mañana siguiente no te saludo, pero no es porque no quiera saludarte, sino que es mi carácter así. Tengo cara seria, pero soy muy divertido en mi vida particular, con mis hijos, con mi señora, con los muchachos. Lo que pasa es que tengo un caparazón contra las críticas y a veces no demuestro mi felicidad, pero la llevo por dentro y la disfruto con los que yo quiero.

El Tolo se despide: "En general me ha ido bien, como jugador y técnico tengo 16 títulos, eso no es poco. Esta vez hicimos lo imposible por ser campeones, fueron 34 partidos en pocos meses y fue impresionante, por eso no me molesta que digan que no juega bien mi equipo. Me llevo bien con la gente y, cuando vea que no puedo llevar por buen rumbo al Toluca, me iré".

 
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