Usted está aquí: sábado 9 de diciembre de 2006 Estados Rebelión en el penal de Cancún deja 3 muertos y 21 lesionados

Origina el motín el traslado de 37 reos al Cereso de Chetumal, entre ellos su líder: SSP

Rebelión en el penal de Cancún deja 3 muertos y 21 lesionados

Autoridades recobran el control de la cárcel y recapturan a 63 internos que se habían fugado

H. MARTOCCIA, J. CHAVEZ, L. BOFFIL CORRESPONSALES

Ampliar la imagen Policias sitian los alrededores de la cárcel de Cancún, Quintana Roo, tras el motín iniciado a las 7 de la mañana del viernes. Internos subieron a los techos y mostraron pancartas en las que piden el regreso de El Padrino, su dirigente, y la destitución del director del penal, Juvenal Reyes Foto: José Luis López Soto

Cancún, QR, 8 de diciembre. Un motín en la cárcel municipal de Cancún dejó tres muertos por heridas de armas de fuego, 21 heridos, que se encuentran fuera de peligro, la fuga de 80 reos, 63 de los cuales fueron recapturados, y una intensa movilización policiaca por las colonias aledañas a la prisión, inclusive en los límites con los municipios de Playa del Carmen y Tulum y el estado de Yucatán.

La Comisión Estatal de Derechos Humanos dijo que extraoficialmente se sabía de cuatro muertos y 36 heridos, pero no dio mayores detalles.

Salvador Rocha Vargas, subsecretario de Seguridad Pública, informó que el motín comenzó aproximadamente a las 7 de la mañana cuando, a petición de las autoridades de justicia, fueron trasladados al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Chetumal (la capital del estado) 37 reos sentenciados, entre ellos Marcos Adelaido Gallegos, El Padrino, considerado el líder de un autogobierno en la cárcel. El traslado de este reo originó protestas y una estampida que derribó una barda interna de la cárcel y abrió la puerta principal de la prisión.

Dentro de la penitenciaría, los internos, que se hacen llamar la familia, subieron a los techos y mostraron pancartas en las que piden el regreso de El Padrino y la destitución del director Juvenal Reyes. Alrededor de las 13:30 horas abandonaron los techos y se concentraron en el patio de la cárcel, donde acordaron con el gobierno evitar represalias por el motín.

Fuentes internas de la cárcel dijeron que la negociación incluyó la elección de un nuevo líder que debe ser reconocido por las autoridades penitenciarias, lo que fue negado por los gobiernos estatal y municipal.

El gobernador Félix González Canto se refirió a El Padrino como un reo que "tenía un importante liderazgo, y al ser trasladado generó una reacción". Agregó que el director de la cárcel, Juvenal Reyes, y los custodios, están bajo investigación, pero el alcalde Francisco Alor Quesada afirmó que todos siguen al mando del penal.

José Larrañaga, subdirector de la cárcel de Cancún, dijo que al momento de la fuga sólo había 28 custodios para mil 7 reclusos. La cárcel tiene espacio para 450 detenidos, y no de alta peligrosidad. Según su relato, alrededor de 250 reos se abalanzaron contra los policías, quienes no tuvieron más alternativa que hacerse a un lado y dejarlos salir.

Luego la cárcel fue sitiada por elementos de Seguridad Pública municipal y estatal, además de contingentes de la Policía Federal Preventiva, la Agencia Federal de Investigación y el Ejército Mexicano.

La policía municipal de Solidaridad dispuso de 29 agentes para apoyar a la búsqueda y control de la prisión, y colocó retenes en la entrada de Playa del Carmen y en las cercanías de Tulum.

Al mismo tiempo, policías y grupos especiales de la Secretaría de Protección y Vialidad de Yucatán, apoyados por efectivos militares, montaron retenes en los límites de Yucatán y Quintana Roo para impedir el ingreso de los prófugos a esta entidad.

Alrededor de las 11 horas, el director de Seguridad Pública, Tránsito y Bomberos del municipio, Adrián Samos Medina, informó que ya habían sido capturados más de 50 de los fugados.

La autoridad municipal recobró el control del penal alrededor de las 14 horas, luego de momentos de tensión producidos tanto por los reos como por sus familiares, quienes esperaban noticias a las afueras de la cárcel.

Durante la noche se dispuso a doblar la guardia, aunque en el interior del penal el clima era de distensión y continuaban los preparativos para las festividades de la virgen de Guadalupe.

Los reos procedentes de Cancún arribaron más tarde a la cárcel de Chetumal bajo extremas medidas de seguridad. Rocha Vargas, subsecretario de Seguridad Pública, dijo que se tomaron medidas especiales para mantener la tranquilidad en este Cereso y evitar problemas extraordinarios con la llegada de Adelaido Gallegos.

Según las autoridades penitenciarias, Gallegos purga una condena de 17 años y tres meses de prisión por violación, a principios de 2004, contra dos menores de edad en Cancún, y lesiones dolosas contra otra persona. Su traslado se dio al vencerse el amparo que le había permitido permanecer en el penal de Cancún. Lleva menos de 20 por ciento de su condena.

El motín dejó al descubierto además un gobierno interno, que controla el penal de ese polo turístico del norte de la entidad. Según los reclusos y sus familiares, El Padrino había creado un spa y una escuela de masajes, e incorporó la enseñanza de idiomas para los reclusos. En una entrevista telefónica, algunos internos comentaron a La Jornada que el padrino era quien mantenía la paz. A Gallegos se le vincula con la extorsión y tráfico de alcohol, prostitución y hasta venta de drogas en la prisión.

 
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