Usted está aquí: lunes 4 de diciembre de 2006 Opinión Balance de la Jornada

Balance de la Jornada

Carlos Hernández

Toluca, un finalista sin aplausos ni aficionados

Ampliar la imagen Bruno Marioni (izquierda) y Vicente Sánchez celebran el gol del uruguayo ante Tuzos Foto: Reuters

Finalmente fue el cansancio, más que el Toluca, lo que eliminó a los campeones Tuzos. Pachuca se quedó sin liga y ve lejano el título de la Copa Sudamericana, ya que tiene todo en contra para el partido definitivo ante el Colo Colo.

Lejos de los reflectores que rodearon al clásico de clásicos, el duelo entre los equipos más exitosos de los torneos cortos fue reñido y de bajo nivel. Y es lógico que así haya sido. Ya se sabe que pocos cuadros pueden lucir ante los conjuntos del Tolo Gallego, pero a los hidalguenses también les afectó su trajín en las dos competencias.

Fue una semana negra para el Pachuca, un club de tradición que ahora está en manos de empresarios a los que les gusta agasajar a directivos, árbitros y demás personajes del futbol nacional.

El miércoles el panorama era prometedor, luego de que su filial Indios de Juárez rescató el empate a pesar de que sólo tuvo el refuerzo de tres elementos del primer equipo.

Gallego tiene tan trabajado su esquema defensivo ­que a algunos hace recordar al llamado Cangrejo Rojo de Ricardo de León­ que ni siquiera al enfrentar a un equipo de la primera A decidió irse al ataque.

Y en el partido de vuelta su planteamiento fue similar, a pesar de que estaba jugando como local. Aprovechó la necesidad de triunfo de los visitantes y en el primer tiempo únicamente utilizó a dos elementos ofensivos: Vicente Sánchez y Bruno Marioni.

Ya para el complemento ingresó a otros dos hombres de ataque (Sinha y Carlos Esquivel) y eso fue más que suficiente para dominar la serie sobre los Tuzos, que ahora tendrán tiempo suficiente para descansar y preparar el partido de vuelta, el miércoles 13 en Santiago de Chile.

El empate a un gol conseguido ante Colo Colo en el estadio Hidalgo parece una loza pesada para los Tuzos, mientras el técnico que los llevó al título el torneo pasado, José Luis Trejo, recibió esta semana la estafeta en el Necaxa por parte del seleccionador Hugo Sánchez.

Luego del cetro conseguido el año pasado (Apertura 2005), el Tolo sigue haciendo honor a su apodo de Rey Midas. Y tiene posibilidades de conquistar una corona más, porque arma una defensa sólida y en campo abierto cuenta con los habilidosos Sánchez, Marioni y Sinha.

Pero un campeón así ­tan mezquino y frío­ no provoca aplausos ni llena tribunas, como reflejan las pobres entradas en La Bombonera, además de que esa parece ser la premisa del balompié moderno: resultado mata espectáculo.

Otra vez el futbol mostró su lado oficialista. En el primer partido entre Chivas y América, los jugadores salieron, juntos y felices, con una manta política en pleno cambio sexenal: "No existe rivalidad que no se pueda superar por el bien de México".

No es la primera ni la última vez que el balón se pone del lado del poder. Y nada mejor para el gobierno entrante que estos hayan sido días del gran clásico nacional, en el que por cierto los polémicos Cuauhtémoc Blanco y Adolfo Bautista aumentaron su negro historial.

El Temo presionó a su técnico para que lo incluyera de inicio en el primer duelo, pero su rendimiento fue decepcionante. Por su parte, el Bofo despotricó contra su entrenador al ser relevado en los minutos finales y empezó a romper a un equipo que se veía compacto en todos sentidos.

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