La población turca, indiferente ante la presencia del Papa; 99% son musulmanes

Llega Benedicto XVI a Turquía y llama al diálogo interreligioso

La Santa Sede respalda la integración turca a la UE, pero no interviene en la cuestión: vocero

En una alianza de civilizaciones, esta visita contribuye a la paz mundial, dice el primer ministro

AFP, DPA

Ankara, 28 de noviembre. La visita de Benedicto XVI a Turquía comenzó este martes en un ambiente conciliador que propició llamados al diálogo interreligioso por parte del Papa alemán y de las autoridades, en un hecho que ha dejado indiferente a la población turca puesto que 99 por ciento son musulmanes.

La visita contribuye a mitigar la reacción que estalló hace tres meses, cuando el Papa citó al emperador bizantino Manuel Palailogos, quien afirmó: "Muéstrame lo que ha traído Mahoma que fuera nuevo y encontrarás cosas malas e inhumanas, como fue su orden de imponer su fe mediante la espada". El mundo musulmán recibió estas palabras como una equiparación del Islam con la violencia, por lo que Benedicto XVI matizó sus declaraciones en más de una ocasión, aunque sin ofrecer una disculpa explícita.

Además, trascendió que Joseph Ratzinger abandonó su recelo ante la candidatura de Turquía para ingresar a la Unión Europea (UE). El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró al término de una reunión privada con el visitante que éste se mostró favorable a una adhesión de Turquía al bloque europeo.

El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, especificó más tarde que la Santa Sede "considera positivo y respalda el camino del diálogo, de acercamiento y de integración" de Turquía respecto de Europa, "sobre la base de valores y de principios comunes". Agregó, sin embargo, que el Vaticano "no tiene poder ni papel político para intervenir sobre la concreta cuestión de la entrada de Turquía a la UE".

Diálogo, tolerancia, paz y respeto fueron algunos de los términos utilizados por Ratzinger y los representantes con los que se reunió en el primero de sus cuatro días en tierras turcas. No tuvo una recepeción popular y su llegada fue precedida por una manifestación el domingo en la que unas 20 mil personas protestaron por su viaje.

En Turquía los católicos equivalen a .04 por ciento de la población.

"El mejor camino hacia adelante es la vía de un diálogo auténtico entre los cristianos y los musulmanes, basado en la verdad (...), respetando las diferencias", afirmó el Papa tras reunirse con el mufti Ali Bardakoglu, director de Asuntos Religiosos.

"Las religiones están hechas para la paz y la reconciliación, y no deben ser interpretadas de otra manera", comentó Benedicto XVI durante una conversación que mantuvo en directo con Bardakoglu ante las cámaras de televisión.

Lamenta la "islamofobia"

"Nosotros también favorecemos el diálogo entre las religiones (...) pero debe asentarse sobre bases sólidas", dijo, al añadir que lamentaba un aumento de la "islamofobia" que presenta al Islam como una religión instigadora de la violencia, agregó.

Antes de partir a Letonia para asistir a una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, tuvo un gesto de deferencia excepcional con Ratzinger al recibirlo al pie de la escalerilla del avión.

"Sabemos por nuestros trabajos en favor de una alianza de civilizaciones que esta visita (...) contribuye a la paz mundial", declaró Erdogan. Turquía es uno de los máximos defensores de esta Alianza de Civilizaciones, impulsada en 2004 por el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para acercar las instituciones y la sociedad civil con vistas a superar prejuicios.

Erdogan explicó al Papa que "el Islam es una religión de amor y tolerancia", y dijo haber obtenido su respaldo para una adhesión de Turquía a la Unión Europea.

Aparte de las reuniones políticas, que incluyeron un encuentro con el presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, el Papa acudió al mausoleo de Mustafa Kemal Ataturk, quien proclamó la República de Turquía en 1923, donde depositó una ofrenda floral ante la tumba de quien llamó "padre de los turcos".

El Papa conversó con el cuerpo diplomático, ocasión que aprovechó para pedir un "verdadero diálogo" en Medio Oriente para alejar el peligro "de que se generalicen los conflictos periféricos y se extiendan las acciones terroristas" y para instar a los responsables religiosos a "rechazar absolutamente" el uso de la violencia en nombre de la fe.