Usted está aquí: lunes 27 de noviembre de 2006 Política Gordillo consolidó su red de complicidades y chantajes

Vaticinan que enfrentará periodo de decadencia

Gordillo consolidó su red de complicidades y chantajes

Estiman sus ingresos en cientos de millones de pesos al mes

KARINA AVILES/I

Ampliar la imagen Elba Esther Gordillo busca ahora el respaldo incondicional de Felipe Calderón Foto: Roberto García Ortiz

Auspiciada por el gobierno federal que termina, Elba Esther Gordillo construyó ­con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como fachada­ una estructura de poder más amplia que un partido político y más influyente que algunos organismos del Estado, pero ahora, pese a su gran fuerza, se enfrenta a una etapa decadente, porque según los estrategas de la política resulta "más barato" cortar los hilos de la dependencia con la maestra que seguir alimentando sus ambiciones.

Ex secretarios de Estado, profesores, investigadores y ex colaboradores muy cercanos de la presidenta del comité ejecutivo nacional (CEN) del sindicato, hablan de cómo creó la telaraña de poder, descubren quiénes operan y cuáles son las funciones que se hacen en la "organización real" creada por Gordillo Morales, cuyo fin, aseguran, es la venta de "la estabilidad, el control, el chantaje y la corrupción". Este diario solicitó al SNTE una entrevista con Gordillo Morales, sin que diera alguna respuesta.

De acuerdo con algunos de los entrevistados, el poderío que la profesora acumuló durante el foxismo nace, más que de su quehacer político o de su capacidad de convencer a su gremio, de la extraordinaria fuerza económica que le producen sus fuentes de abastecimiento: el ISSSTE ­cuyo ex director, Benjamín González Roaro, fue una concesión que Vicente Fox le otorgó­, así como los fideicomisos Vivienda Magisterial (Vima), nuevas tecnologías, la explotación del patrimonio sindical y la habilidad para obtener recursos del Estado al margen de las negociaciones laborales.

Todo ello, como parte de una maquinaria que genera intereses bancarios, cuyas estimaciones hablan hasta de "200 y 280 millones de pesos" mensuales. Aunque el verdadero negocio y, por esa causa, uno de los "puntos más oscuros", según Noé Rivera, ex operador político de Gordillo, es el del "retiro de los trabajadores de la educación, del que no se sabe nada".

Las cuotas, dice, son "un asunto mucho menor", que deja ganancias de entre "80 y 90 millones de pesos" al mes, aunque la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) estima que el beneficio por ese concepto asciende a "125 millones de pesos mensuales".

El manejo de tales cantidades millonarias ha permitido a la lideresa magisterial hacer un entramado para colocar a su gente en puestos estratégicos para la toma de decisiones que, desde luego, no se limitan a los nueve diputados federales, un senador, 21 diputados locales, cinco presidencias municipales, un regidor por el Partido Nueva Alianza (Panal), además de un gobernador y un delegado en unión con el PAN, como dictan los datos oficiales del SNTE.

La verdadera red gordillista va desde una presidencia municipal en Tetela del Volcán, Morelos, hasta el Sistema Nacional de Seguridad Pública, y se extiende mucho más allá: hacia la Secretaría de Educación Pública (SEP), en la que, como explica el investigador César Navarro, no necesita un secretario de Estado, porque el SNTE tiene "copada toda su estructura".

También se ha infiltrado en instituciones claves: el ISSSTE, con la designación de delegados; el Instituto Federal Electoral (IFE), con Luis Carlos Ugalde a la cabeza, y la imposición de "entre 70 y 80 consejeros electorales en los distritos" ­de acuerdo con Noé Rivera­ y otros tantos funcionarios en las vocalías distritales y, hacia los estados, con sus alianzas con los gobernadores de Sonora, Eduardo Bours; Nuevo León, José Natividad González Parás, y de Tamaulipas, Eugenio Hernández, entre otros.

¿Quién ­pregunta Manuel Bartlett­ permitió al SNTE estar en la posición que hoy tiene? "Fox y Martita", responde sin titubeos. Aunque no olvida el origen de todo. El presidente Carlos Salinas de Gortari, revela, tuvo en sus manos la posibilidad de reformar la "estructura vertical del sindicato", pero detuvo el proyecto.

Bartlett, entonces titular de la SEP, ya tenía terminado dicho plan. Era un programa de descentralización que "implicaba realmente pasar a los estados la responsabilidad del manejo de la educación y lo más lógico y natural era que el SNTE tuviera un cambio estructural que consistía en que como trabajadores de los estados tendrían que ser un sindicato estatal, no nacional".

Sin embargo, el priísta tuvo que dejar la dependencia y el presidente Salinas "falseó", por medio del nuevo secretario del ramo, Ernesto Zedillo, ese programa, "transigiendo así con el sindicato", relata.

La estructura sindical ya no era pertinente para la profesora. Frente a los "excesos de los negocios, el desastre administrativo, los gastos millonarios e innecesarios, las fugas de recursos, y los malos manejos", Gordillo se dota de una nueva organización, con las características propias "del crimen organizado, donde hay una cabeza que dirige y los demás se encargan de funciones específicas. Es Elba Esther Soprano", afirma Noé Rivera.

El ex operador de Gordillo, quien "hacía el trabajo sucio en materia electoral y política", como por ejemplo "meter a los maestros en los consejos y vocalías electorales", según confiesa, asegura que la presidenta del SNTE tiene una estructura ­la real­ formada por los siguientes brazos: el de las finanzas, el jurídico-operativo, el político, el de los negocios y el del patrimonio familiar.

En el primero, indica Rivera, el personaje clave es el actual director general de la Lotería Nacional, Tomás Ruiz. El, añade, es el responsable del nuevo diseño financiero-administrativo del sindicato, al estilo de una "empresa" y fuera de lo que "estipulan los estatutos". Con ese marco reciente, Gordillo "quedó exenta de toda responsabilidad directa" en el manejo de los dineros. Así, asegura, en "lugar de tener un solo firmante para los cheques metió a cinco, entre ellos a Sanjuana de la Cerda Franco y Juan Díaz de la Torre, secretario general del Panal".

Los hombres que manejan el dinero son dos: "El administrador José Trejo ­gente de Tomás Ruiz­ y el cajero Héctor Hernández", añade. Mientras que en la operación legal todo conduce a un nombre: Miguel Angel Yunes, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Para manejar los recursos de la operación política, está "Francisco Yáñez Herrera, vocal propietario del SNTE en el Fovissste, quien se abastece por medio de dos vías: el manejo de Vima y de cerca de 10 mil créditos anuales directos del Fivissste", afirma.

Por otro lado, añade, "el yerno de Gordillo, José Fernando González Sánchez, tiene la función de encargarse de los negocios, del patrimonio familiar de Elba Esther, dentro y fuera del país". Y, en la operación de lo "más oscuro y lo más delicado que son las negociaciones con la SEP, Hacienda, el ISSSTE, el Fovissste está al frente Jacinto Gómez Pasillas, diputado del Panal", señaló Rivera.

Cesar Navarro, especialista en organizaciones sindicales e investigador del Instituto Mora y de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), observa que el poder que concentra hoy Gordillo Morales también es producto de la desestructuración del sistema que mantenía el corporativismo por la vía del PRI y del presidente de la República. Esto, añade, permitió a la presidenta del SNTE hacer "un gran consorcio para negociar libremente su empresa" y convertirse en la operadora del actual régimen.

Así, con una doble estructura de control que ha permitido copar el sistema educativo, acrecentar privilegios, concesiones, apoyar reformas regresivas y extender su red a los puestos de gobernabilidad en el país, lo que vende es "complicidad, protección, corrupción, estabilidad política, control y contención de las aspiraciones laborales" de los integrantes de su gremio, indica.

Estudiosos como Navarro y fundadores de la CNTE, entre ellos Teodoro Palomino, coinciden en que en su mismo poderío radica su debilidad, porque sólo pende del hilo que la conecta con el presidente en turno. "Negociar con Elba Esther es carísimo, negociar con 55 secciones sindicales es más barato y eso resulta muy atractivo para cualquier presidente", sintetiza Noé Rivera.

De ahí, añade, que el primer punto de la agenda de Elba Esther ­a quien para operar y ampliar su "mafia" en este sexenio le bastó tener dos aliados: el presidente Fox y su esposa Marta Sahagún­ sea dotarse del respaldo incondicional de Felipe Calderón, cosa que si no logra, la puede llevar a operar "el botón de autodestrucción", consistente en la creación de sindicatos estatales que le permitirían borrar, junto con la desaparición del SNTE, "todo rastro de su corrupción", concluye.

 
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