Usted está aquí: domingo 26 de noviembre de 2006 Política "Lo dijimos y lo sostenemos: no somos delincuentes", afirma Trinidad del Valle

Regresó a San Salvador Atenco luego de casi 7 meses de andar a salto de mata

"Lo dijimos y lo sostenemos: no somos delincuentes", afirma Trinidad del Valle

Esposa de Ignacio del Valle y madre de América, Alejandro y César, presos o prófugos

BLANCHE PETRICH

Ampliar la imagen María Antonieta Trinidad Ramírez de regreso en su pueblo, después de permanecer más de seis meses escondida. La acompaña el obispo Samuel Ruiz Foto: Javier Salinas

Este sábado 25 de noviembre, después de permanecer escondida y a salto de mata durante casi siete meses, María Antonieta Trinidad Ramírez de Del Valle, Trini, regresó a San Salvador Atenco. "A una casa que es mía, aunque esté toda destruida. A un pueblo que es mi pueblo. ¡Y lo hago porque quiero ver a mis hijos: América y Alejandro, quiero ver fuera de la cárcel a mi hijo César, a mi esposo Ignacio, a mis compañeros y compañeras!"

Es la esposa del líder del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) Ignacio del Valle, preso en el penal del Altiplano, antes La Palma, en Almoloya de Juárez, estado de México, sujeto a un proceso por presunto "secuestro equiparado" por el cual puede ser sentenciado a más de 50 años de cárcel. Es la madre de César del Valle, preso en Santiaguito por la misma causa; la mamá de América y Alejandro del Valle, prófugos con órdenes de aprehensión.

Durante los días agitados después de la ocupación policiaca de Atenco, el 3 y 4 de mayo, las autoridades mexiquenses mencionaban, entre los nombres de una larga lista, a Trinidad Ramírez como una de las perseguidas con orden de aprehensión. Ahora, su abogado Leonel Rivero ha constatado que ella no figura como culpable en ninguna de las averiguaciones previas abiertas contra los atenquenses.

Por tanto, ella reitera: "Sí, voy a salir de esta situación de clandestinidad que ha sido como un asilo interno. ¿Por qué tenemos que salir de lo que es de nosotros; por qué tenemos que renunciar a nuestra familia, a nuestras tierras, cuando sabemos que tenemos la razón, que el derecho es nuestro?"

Este sábado 25 hubo un acto político del FPDT en San Salvador Atenco. Y ahí estaba Trini. "Desde el principio lo dijimos y lo seguimos sosteniendo: somos inocentes, no somos delincuentes. Lo único que hicimos es luchar por nuestros derechos y por ello fuimos reprimidos. Ahora también lo dicen los organismos de derechos humanos".

­¿Dónde estuvo estos siete meses?

­Pues con el pueblo; sólo el pueblo consciente, que lucha, que conoce lo que es la represión, te puede dar asilo.

­¿Cómo es eso?

­No eres libre, simplemente. No sólo no estando en la cárcel se pierde la libertad.

­¿Qué ha sabido de Ignacio del Valle, de América?

­Nada. Sólo espero y deseo que dentro de lo que cabe estén bien. Lo mismo que mis compañeros y compañeras presos en los penales de La Palma y Santiaguito.

­¿Qué va a encontrar en Atenco?

­En mi pueblo ha pasado algo maravilloso de lo que todos nos sentimos muy orgullosos. Nos dieron un golpe muy fuerte, nos llevaron al fondo, pero no nos tiraron. Pensar que el día 5 de mayo, en medio de las cenizas y los vidrios rotos, hubo compañeras que se atrevieron a cargar el megáfono y a salir por todo el pueblo llamando a la gente a movilizarse para que no se rinda, para que siga luchando, es algo que... no sé, te da escalofrío. El pueblo quedó en tinieblas. Porque el gobierno sí logró su objetivo de sembrar el terror.

"Yo misma me despierto a medianoche con el recuerdo de aquel 4 de mayo, cuando salí; dolida en lo más profundo, horrorizada por lo que viví y con el grito de mi hijo César, que era golpeado salvajemente por la policía federal. Eso lo llevo grabado en mi mente. Y como yo, cada uno tiene su historia.

"Esa gente a la que, como a mí, le arrebataron a sus hijos, dice hoy: 'sí, ya me golpeaste, pero mira me estoy levantando'. Eso me llena de emoción y de orgullo. Poco a poco estamos librándonos del miedo."

­¿El FPDT se reagrupa?

­Sí, igual que en 2001, cuando salió el decreto que cancelaba el proyecto del aeropuerto ¿Qué nos convocó? La injusticia. Todos nos levantamos a la misma voz. En ese momento, un compañero, José Espinosa, dijo ­y así lo grabaron­: "si es necesario, con mi vida defiendo mi tierra. Y sí que dio su vida". El murió en 2002 a consecuencia de los golpes que le dieron.

­¿Y ahora?

­Ahora el objetivo principal es la libertad de los que están presos.

­¿Se puede?

­Fue muy duro el golpe que le dieron al FPDT, pero a siete meses podemos decir, con mucho orgullo, que estamos de pie. No todos vamos al mismo paso. Porque es muy difícil después de ser reprimidos de forma tan brutal. Pero tenemos motivos.

"Sólo de pensar en el 3 de mayo, en esas noticias que nos llegaban de que a Alexis Benhumea le habían abierto la cabeza, que lo dejaron morir sin atención médica, de cómo golpearon a los demás, son recuerdos que lastiman pero que te hacen mantenerte de pie, porque no puedes quedarte en tu dolor cuando hay mucho qué hacer.

"Hay que decir que no sólo están persiguiendo a la familia Del Valle-Ramírez. Persiguen y señalan a todos, a mis hermanos, mis cuñados. A todos mis parientes los vigilan, la policía uniformada y la que no lo está, en Atenco. Vigilan al pueblo entero. Y Atenco no quiere volver a lo mismo, quiere ser libre.

"Calculo que como la nuestra son cerca de 10 las familias las que fueron forzadas a este exilio interno."

­¿Está usted segura de que no la van a detener?

­El abogado dice que no. Y yo confío. Pero si el gobierno intentara detenerme sin orden de aprehensión pendiente, ¿de qué me va a acusar? Si lo hace, pues ya estará en evidencia otra violación más del gobierno a la legalidad. Pero yo voy a salir. Porque quiero a mis hijos, a mi esposo, a mis compañeros y compañeras, a mi pueblo. A mi pueblo digno.

 
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