Usted está aquí: jueves 23 de noviembre de 2006 Mundo Murieron en octubre en Irak 3 mil 709 civiles por la violencia, reporta la ONU

Encabeza Bush el rito anual del Día de Gracias; otorga el perdón a un guajolote

Murieron en octubre en Irak 3 mil 709 civiles por la violencia, reporta la ONU

Es la cifra de decesos más alta desde el inicio de la guerra; ayer fallecieron más de cien personas

EU no puede ganar si se queda y no puede retirar tropas sin provocar caos, consenso en Washington

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Iraquíes identifican en Baquba los cuerpos de familiares secuestrados y asesinados por hombres armados Foto: Reuters

Nueva York, 22 de noviembre. El comandante en jefe George W. Bush, en espera de un plan alternativo para rescatar su guerra en Irak, donde se acaba de registrar el número de civiles muertos más alto durante un mes desde el inicio del conflicto, encabezó hoy el rito presidencial anual del Día de Gracias y otorgó perdón presidencial a la vida de un guajolote que vivirá el resto de sus días en Disneylandia.

Mientras, la Organización de Naciones Unidas (ONU) dio a conocer hoy un informe en que registra que 3 mil 709 civiles iraquíes fueron muertos en octubre, la cifra más alta desde el comienzo de la guerra en marzo de 2003.

El dato comprobó que la violencia continúa en una espiral de deterioro, además del fracaso de los militares estadunidenses para imponer su control. Sólo hoy, más de 100 civiles resultaron muertos, informaron los medios.

Al parecer, los 20 millones de dólares autorizados por el Congreso hace más de un año para una "celebración" de un día del "éxito" en Irak y Afganistán, tendrán que ser guardados un rato más, tal vez para siempre.

En vísperas del Día de Gracias, pocos son los que se atreven a agradecerle al comandante en jefe Bush la política bélica en "su campo de batalla central" de la "guerra contra el terror", y varios campeones de esta aventura bélica lo han abandonado.

En Washington todos esperan propuestas sobre qué hacer ya que aparentemente el consenso es que no hay manera de triunfar ni tampoco de abandonar el terreno sin provocar aún más caos.

Las propuestas sobre cómo proceder en Irak ofrecen toda una gama de opciones, y ninguna de ellas es considerada aquí una solución para el desastre.

Hay nuevas versiones casi todos los días, y la favorita hoy es incrementar sustancialmente el número de tropas (tal vez más de 30 mil) para poder después reducir la presencia estadunidense.

Otros proponen lo opuesto: reducir la presencia militar empezando en cuatro a seis meses y "redesplegar" fuerzas limitadas en algunos puntos de la región.

El encargado principal de las fuerzas estadunidenses en Irak, general John Abizaid, declaró que aunque cree que no es necesario, y tal vez resulte peligroso incrementar el número de tropas, reducirlas y salirse de manera prematura Irak provocaría mayor deterioro de la situación de seguridad.

O sea, ni incrementar ni reducir, sino todo lo contrario, parecen ser las opciones militares según esta lógica castrense.

Varios generales ya no hablan de victoria militar ni del objetivo oficial de la misión, la "democracia" y la "libertad". Ahora reducen las metas a sólo "estabilidad" y dejar un gobierno que más o menos esté en control de su país, pero admiten que no saben si eso se podrá lograr aún.

El hecho de que desde las penumbras Henry Kissinger, con su voz ronca de tanto insistir hasta hace pocos días en que la única forma de salir de Irak era después de un triunfo pleno y total, admite ahora que no es posible, hace temblar en su centro la tierra de los campeones de esta guerra.

Ahora casi todos los halcones neoconservadores que desde hace más de una década preparaban esta guerra como paso inicial para redibujar, a gusto estadunidense (perdón, liberar a pueblos oprimidos y regalarles la democracia), todo Medio Oriente, confiesan que esto es un fiasco.

Pero, por supuesto, ellos no tenían la culpa, sino que es responsabilidad del mal manejo de la guerra por el gobierno de Bush, en particular su ahora casi ex jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld.

De hecho el ejército de Estados Unidos está descartando la llamada "doctrina Rumsfeld", al redactar la nueva versión de su principal manual de operaciones.

Los Angeles Times reporta que el borrador del manual de Operación de Espectro Total del ejército estadunidense rechaza la estrategia de Rumsfeld implementada para la invasión de Irak, la cual enfatizaba la velocidad antes que números de tropas y relegaba a segundo plano las tareas de estabilidad y protección de la población civil.

El manual, guía principal sobre operaciones terrestres para el ejército, aconseja ahora que las tareas de estabilidad y el apoyo de la población civil se deben realizar simultáneamente con las operaciones, y no dejarlas hasta después de la conclusión de los combates, como planteaba Rumsfeld.

Junto con revisar planes militares,la cúpula estadunidense ha sido también obligada a analizar su política diplomática. Ahora el consenso en Washington es que Irán y Siria ­dos gobiernos declarados enemigos por el presidente, integrantes del "eje del mal' y acusados de apoyar a los "terroristas" dentro y fuera de Irak­ son parte clave de cualquier solución a la crisis en Irak y la región.

Pero incrementar, reducir e invitar al enemigo a que rescate a Washington del desastre o huir en derrota son opciones que no garantizan alguna solución.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaró que Estados Unidos está "atrapado" en Irak, y muchos políticos en Washington están de acuerdo.

Todos dicen que no es aconsejable un retiro total a corto plazo ya que se necesita establecer lo que llaman un "ambiente de seguridad". Pero las consecuencias de permanecer ahí parece que solamente resultarán en más sangre, horror y muerte.

Mientras tanto, la nueva mayoría demócrata en el Congreso repite una y otra vez que su mandato popular es promover un "cambio" en la dirección política del país, sobre todo en torno a la guerra, pero tampoco ofrece una propuesta sobre cómo lograrlo.

Algunos legisladores demócratas insisten en la necesidad de iniciar un repliegue de fuerzas en los próximos meses; otros consideran que se necesita "redesplegar" las fuerzas en la región, mientra los restantes hablan ambiguamente cómo fortalecer las fuerzas de seguridad del régimen iraquí.

Foro sobre la invasión

La próxima presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, convocó el pasado martes a un primer foro de representantes demócratas sobre Irak. Los invitados especiales son Zbigniew Brzezinski (asesor de Seguridad Nacional de Jimmy Carter), el embajador Richard Holbrooke (ex representante ante Naciones Unidas con Bill Clinton, quien empezó su carrera militar en Vietnam) y el general John Batiste (recién retirado, crítico de Rumsfeld, aunque aboga en contra de un retiro de tropas).

Los tres son figuras reconocidas, pero no necesariamente ofrecen algo "nuevo".

La Casa Blanca y de hecho toda la cúpula política estadunidense aguarda la presentación de por lo menos dos informes sobre la evaluación de la guerra y recomendaciones para la próxima fase, uno de una comisión establecida por Bush y encabezada por el ex secretario de Estado James Baker, y otro que el Pentágono está elaborando.

Mientras buscan la fórmula mágica para detener el flujo constante de sangre y miseria en Irak, Bush participó este miércoles en la ceremonia anual del día anterior al Thanksgiving en la Casa Blanca, donde oficialmente otorgó el "perdón presidencial" para salvar la vida de un guajolote (la cena tradicional del Día de Gracias, celebrada el último jueves de noviembre, es pavo).

Frente a las cámaras en el Jardín de las Rosas, Flyer fue presentado al comandante en jefe, quien lo acarició. "Estamos agradecidos por nuestra bella tierra... Estamos agradecidos por nuestra libertad... por nuestras familias. Y estamos agradecidos por la vida misma", declaró, y en particular señaló el agradecimiento a los miembros de las fuerzas armadas que "defienden a nuestra nación".

Proclamó su "perdón" para que el guajolote "viva su vida lo más seguro posible", y anunció que el ave encabezará el desfile del Día de Gracias en Disneylandia, en donde permanecerá el resto de sus días.

 
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