Usted está aquí: jueves 23 de noviembre de 2006 Economía Pemex no debe ni tiene por qué privatizarse, afirma Ramírez Corzo

Es una empresa extraordinariamente fuerte, sostuvo el funcionario ante senadores

Pemex no debe ni tiene por qué privatizarse, afirma Ramírez Corzo

Responsabilizó a gobiernos del PRI de la situación de crisis en la que está la petrolera

ANDREA BECERRIL

Ampliar la imagen Comparecencia del director de Pemex, Luis Ramírez Corzo, ante comisiones en el Senado. Lo acompaña el senador Francisco Labastida Foto: José Carlo González

A punto de concluir su gestión, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Luis Ramírez Corzo, reconoció ante senadores que la paraestatal ''no debe ni tiene por qué privatizarse'', dado que ''es una empresa extraordinariamente fuerte'', pero con una estructura financiera en crisis, debido principalmente a la falta de inversión durante últimos 18 años. Pemex no está en fase terminal, respondió, pero requiere 350 mil millones de pesos anuales durante los próximos 10 años.

Al comparecer ante legisladores de la Comisión de Energía del Senado de la República, que preside Francisco Labastida, el funcionario responsabilizó a los gobiernos priístas de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo de la situación de crisis en que recibió Vicente Fox a Pemex en 2000. Destacó que sus antecesores no llevaron a cabo las inversiones requeridas en exploración y mantenimiento de las instalaciones, ya que sólo destinaron un promedio de 2 mil 800 millones de dólares por año, cuando se requerían 6 mil millones de dólares.

Ramírez Corzo sostuvo que de no haber sido por la decisión del gobierno foxista de incrementar las inversiones, ya que se destinaron 7 mil millones de dólares durante el sexenio, sólo para explotación, no se habrían identificado 54 mil millones de barriles de crudo en aguas profundas del Golfo de México, ni se habría restituido el 37 por ciento de las reservas.

De haber mantenido el mismo nivel de inversiones que en administraciones anteriores a la de Fox, para 2006 no se hubieran podido producir los 3.3 millones de barriles diarios de petróleo y 5 mil 400 millones de pies cúbicos de gas al día que se obtuvieron.

Expuso que además de recursos por 350 mil millones de dólares anuales para mantener las reservas e iniciar nuevos proyectos de exploración y explotación, ya que Cantarell se agota, Pemex requiere cambios operativos para que vuelva a operar como una sola empresa y tenga autonomía de gestión.

Otro punto relevante, agregó, es modernizar la relación con el sindicato petrolero, con miras a revisar el contrato colectivo y ''dar movilidad al personal'' sin materia de trabajo.

PRI: no asusta la privatización

Ante la exposición de la situación en Pemex y el señalamiento de la responsabilidad de los gobiernos priístas por la crítica situación financiera en que se encuentra, la respuesta de los representantes del PRI fue tibia. El senador Carlos Lozano de la Torre dijo que comparte el diagnóstico, pero que ojalá lo hubieran hecho hace seis años.

Agregó luego que a la bancada del PRI ''no nos asusta para nada la intervención del sector privado en Pemex, pero tiene que haber orden. y los mexicanos tenemos el derecho de saber cómo se está haciendo, porque se han hecho muchísimas cosas a espaldas del pueblo''.

Los legisladores del Frente Amplio replicaron a Ramírez Corzo. El perredista Graco Ramírez dijo que coincide con el diagnóstico de que hubo una deliberada estrategia para descapitalizar a Pemex a fin de justificar su silenciosa privatización, pero no sólo de los gobiernos anteriores a Fox, sino de éste mismo.

Recordó al director de Pemex que si bien en el sexenio por concluir se canalizaron más recursos a la paraestatal, fue por la intervención del Poder Legislativo, que aprobó incluso una reforma fiscal para la empresa.

A su vez, el también senador del PRD, Pablo Gómez, recalcó que si se abre la puerta a los inversionistas privados, se compartirá la renta nacional con ellos. ''Hay 40 millones de pobres. Con precios de 50 dólares el barril de crudo, somos más pobres, pese a que se vende más petróleo a un precio mayor''.

Aunque Ramírez Corzo aclaró a los perredistas que no se requiere privatizar Pemex, el panista Rubén Camarillo indicó que el diagnóstico presentado obliga a los legisladores a actuar con rapidez, y sostuvo que las posturas de ''algunos senadores del PRI en la legislatura pasada impidieron tomar las decisiones que hoy estamos obligados a tomar''.

El director de Pemex advirtió luego a los senadores que son urgentes varias reformas legales, entre ellas una modificación al régimen fiscal menor de la paraestatal, para eliminar el costo límite impuesto por el anterior régimen impositivo en lo que se refiere a deducibilidad de los costos y gastos, a fin de dar cabida a proyectos de exploración en aguas profundas.

Otra reforma es para dar autonomía de gestión y la redefinición del gobierno corporativo de Pemex ­a fin de que sea una sola empresa­ lo que evitaría hasta una cuadruplicidad de costos y legislar en materia de yacimientos transfronterizos.

Esta última tendrá la finalidad de permitir la explotación eficiente de los yacimientos de hidrocarburos que cruzan los límites marinos territoriales con Estados Unidos, y resguardar los intereses de la nación.

El funcionario explicó que las estructuras geológicas que contienen los hidrocarburos en el cruce con el límite territorial entre ambos países se encuentran a 200 kilómetros del litoral mexicano con respecto a Tamaulipas, y aproximadamente 15 por ciento están en territorio estadunidense.

 
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