Usted está aquí: domingo 19 de noviembre de 2006 Sociedad y Justicia Trágico error en el INNN: diagnostican cisticercosis a paciente con un tumor

El director médico reconoció el yerro; presentarán queja ante la Conamed

Trágico error en el INNN: diagnostican cisticercosis a paciente con un tumor

Alejandro Reyes, padre desempleado de 39 años sufre parálisis total del lado izquierdo

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Una serie de crisis convulsivas y un ligero adormecimiento en la pierna izquierda llevaron a Alejandro Reyes Camacho al Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez, en mayo de 2006, donde después de resonancias y tomografías le diagnosticaron cisticercosis. Lo enviaron a su casa con un tratamiento muy agresivo, y con el cual se suponía lograría su recuperación, pero no ocurrió así.

Los síntomas se agravaron al grado de que el paciente perdió la movilidad de pierna, brazo y cara del lado izquierdo, mientras que las convulsiones se repetían a diario. El 23 de agosto, tres meses después, acudió al Hospital General de México (HGM), donde de inmediato lo internaron y, al cuarto día, los médicos confirmaron que, en realidad, Alejandro tenía un tumor maligno conocido como astrocitoma.

Desde entonces el paciente ha permanecido en el hospital. Le han practicado cinco cirugías, y aunque su estado se reporta como "grave, pero estable", los médicos no dan a su familia muchas esperanzas y algunos comentan: "tal vez si lo hubieran detectado antes..."

Todavía sin asimilar que la vida de Alejandro esté en peligro, su hermano Ricardo recuerda cómo en el INNN los médicos aseguraron que "no tenía relación lo que pasaba en su cerebro con lo que estaba sintiendo en la pierna y luego en el brazo. Decían que nada tenía que ver". Estaban seguros, dice, que era neurocisticercosis.

Inclusive, el 28 de junio de 2006, le entregaron un informe médico ­del que La Jornada tiene una copia­ que indica que entre el 7 de mayo y el 19 de junio de 2006, Alejandro fue atendido en el instituto, donde se obtuvo el diagnóstico de "epilepsia sintomática secundaria a neurocisticercosis". Además del tratamiento farmacológico, la única recomendación fue "control por consulta externa".

El problema fue, dice Ricardo, que los malestares de Alejandro continuaban y, sobre todo, la creciente inmovilidad de su pierna. Durante varios días tuvo fiebre y aunque lo llevaron al área de urgencias del INNN, no le hacían nada y lo enviaban de regreso a su casa con sus medicamentos a base de corticoides y anticonvulsivos.

Una vez que Alejandro ingresó al HGM, su hermano regresó al INNN, a la oficina del director, Julio Sotelo Morales, para decirle lo que había pasado con Alejandro. Sólo pudo dejar el mensaje y su número telefónico, a donde a los pocos días le llamó Alfredo Gómez Aviña, director médico de la institución, para reconocer el error cometido en el instituto y decirle a Ricardo que " las puertas del hospital estaban abiertas" para Alejandro.

Al día siguiente, Ricardo se entrevistó personalmente con el médico, quien le mostró el expediente. "Yo no soy doctor, pero los estudios seguro eran como de primer mundo, con tomografías a color y los papeles en perfecto orden", comentó Ricardo.

Gómez Aviña revisó los resultados de la tomografía tomada en el INNN y aseguró que la lesión que presentaba el paciente era muy grande y que el error también lo era.

Después, personal del instituto se comunicó hasta en tres ocasiones al domicilio de la familia Reyes Camacho, pero no encontraron a nadie porque todos estaban en el HGM. Alejandro había presentado nuevas complicaciones. Y así ha seguido.

Desde el principio, los médicos del HGM advirtieron a los familiares sobre la gravedad del padecimiento que presentaba Alejandro y el alto riesgo de complicaciones que pondrían en peligro su vida.

A la fecha, han realizado cinco operaciones quirúrgicas para resecar el tumor, pero a las pocas semanas vuelve a crecer. Debido a una complicación ocurrida en la primera cirugía, la parálisis del lado izquierdo de su cuerpo es total, y de acuerdo con los especialistas, no será posible que recupere la movilidad.

Ricardo Reyes aseguró que presentará una queja en contra del INNN, ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), a donde ya acudió en dos ocasiones. En la primera no pudo concluir la presentación de la demanda porque no llevaba todos los documentos que le pedían, y en la segunda se detuvo cuando los consultores del organismo, Enrique Raphael Escogido y Juan Manuel Moreno Sánchez, le preguntaron sobre cuáles eran sus pretensiones al interponer la queja.

Alejandro tiene 39 años de edad y está desempleado. Es padre de un niño de cinco años y una niña de tres, a quienes no ha visto desde agosto, cuando ingresó al HGM. Lo único que ha sabido de ellos es lo que sus hermanos le platican y lo que ha podido ver a través de un video tomado en teléfono celular.

 
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