Usted está aquí: viernes 17 de noviembre de 2006 Política Ratifican especialistas los graves errores que presentó el PREP

Bolívar Huerta y Luis Mochán afirman que hubo manipulación en los resultados

Ratifican especialistas los graves errores que presentó el PREP

ALONSO URRUTIA

La polémica sobre el desempeño del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) el pasado 2 de julio volvió ayer al Instituto Federal Electoral (IFE) en ocasión del seminario organizado para su análisis. Los especialistas Bolívar Huerta y Luis Mochán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), censuraron su comportamiento y coincidieron en señalar que hubo manipulaciones deliberadas que generaron incertidumbre en los datos, los cuales cuestionan la certeza en los resultados y que colocaron al país al borde de una crisis social.

Sin embargo, para otros especialistas como Héctor Riveros, también de la UNAM, y Jorge Aparicio, del Centro de Investigación y Docencia Económicas, si bien hubo errores, es imposible concluir que haya habido manipulaciones. Es imposible ­dijo Riveros­ alterar cibernéticamente los resultados en el PREP y que coincidan con las actas que tienen los partidos. Hay, acusó, quien promulga versiones falsas.

Durante el seminario, el director ejecutivo de capacitación y educación cívica del IFE, Hugo Concha, reconoció que hubo una importante cantidad de errores en el procesamiento del PREP. Sin embargo, lo atribuyó a dos factores esenciales: la complejidad de las actas, cuyo contenido se desprende de la ley, y que el nivel escolar promedio de los funcionarios de casilla es de segundo de secundaria.

Subrayó que es posible cambiar el contenido de las actas mediante modificaciones legales, pero destacó que difícilmente se podrán transformar los niveles educativos, porque esto se desprende de un procedimiento de insaculación que no es posible variar.

Convocado por el propio IFE, el consejero Arturo Sánchez destacó que la revisión sobre el comportamiento del PREP permitirá en el futuro manejar de mejor manera un instrumento tan complejo.

En el seminario participaron también funcionarios del IFE, como el director de Organización, Miguel Angel Solís, y el responsable del PREP, René Miranda, quienes justificaron el comportamiento de este instrumento. Explicaron que tras la apertura de paquetes ordenada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación las variaciones fueron apenas de 0.4 por ciento.

Sin embargo, las críticas de especialistas fue especialmente dura por parte de Huerta y Mochán, así como Horacio Gutiérrez, de la Universidad Autónoma Metropolitana. Este último aseveró que si bien el saldo no es una catástrofe como en 1988, la aplicación de un modelo matemático arroja que al menos en cinco distritos ­de Chiahuahua, Jalisco y estado de México­ había evidencias de anomalías graves que hubieran requerido recuento total.

Mochán fue más incisivo al señalar que al menos 1.5 millones de votos procedían de actas irregulares, y si se hace la resta de lo que no está bien y se suma lo que sí estaba bien, arroja que la coalición Por el Bien de Todos sería la ganadora. Consideró necesario que hubiera un recuento, aunque ya no tenga validez legal para despejar dudas, porque "hay una correlación en las inconsistencias que a mí me parece misteriosa".

Huerta propuso la hipótesis de una manipulación deliberada y sostuvo que del análisis del comportamiento se llega a la conclusión de que no hubo un carácter aleatorio en el flujo de información del PREP sino que, por el contrario, hubo elementos que determinaron ese comportamiento que ordenó sistemáticamente los datos.

Consideró que pudo haber existido un algoritmo que "alteró la votación al modo del IFE y del gobierno federal". Hubo una intención de defraudar, antes, durante y después de la elección que no sólo radica en los responsables del instituto. Quizá pudo no tener la anuencia o el conocimiento de la institución electoral y de Miranda, "pero sí conformó un escenario de fraude que nos tiene al borde de una crisis social".

Su postura dista de la expresada por Aparicio, quien destacó que si en 2000 las actas de casilla con errores fue de 51 por ciento, en 2006 la proporción fue de 47 por ciento. De igual forma, dijo que en un ejercicio que realizó se muestra que la distribución de los errores fue aleatorio, pues mientras que en 51 por ciento de esas actas ganó el panista Felipe Calderón, en 48 por ciento lo hizo Andrés Manuel López Obrador.

Indicó que de un análisis realizado tras eliminar todas las actas con errores, la victoria se mantuvo en favor del panista, aunque con un margen más amplio: 500 mil votos.

Finalmente, Riveros cuestionó las versiones que hablan del fraude cibernético, el cual lo definió como imposible. El especialista inclusive justificó las "curvas espejo" ­donde siempre se mantuvo adelante Calderón­ a partir de lo que dijo es el flujo de información. "No entiendo que me digan que hubo fraude sin decirme cómo fue el fraude, en este país hay quien siembra la mala fe".

 
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